Lo
del PSOE
Sorprende que ahora mismo, estando al este del Edén del Estado, el PSOE
siga confiando más en satisfacer a un Estado sumamente alejado de él que a la
sociedad
La nueva Comisión Ejecutiva Federal del PSOE posa al cierre
del 41 Congreso Federal. / PSOE
1- Sin duda los mejores chistes del mundo son los de loros. Y sin duda el segundo mejor chiste de loros es el que aquí sigue. Una señora I+D se levanta apenas vestida con un négligé. En el salón quita el trapo que cubre la jaula del loro y da, con ello, el día por iniciado. Repleta de dinamismo, prepara el desayuno de su esposo, que lo ingiere arreando. A continuación, la esposa acompaña al esposo hasta la puerta y le despide con un beso en la frente. Tras cerrar la puerta, espera unos minutos junto a ella, mientras se atusa los rizos. En breve, en efecto, alguien llama a la puerta. Se trata de un caballero, más joven, sexy y pobre que su esposo. Juntos se dirigen al dormitorio, acaramelados. En ese breve periplo, la mujer vuelve a tapar con el trapo la jaula del loro, que exclama: “Vaya día más corto”. En mi infancia, ese chiste me enloquecía. De adulto, más. Y por lo que Francisco Rico –gran explicador de chistes de loros, por otra parte– denominaría su problema del punto de vista. El espectador del chiste, así, asiste a una infidelidad, mientras que el loro, simplemente, asiste a todo lo contrario: al día más corto de su vida. El punto de vista de los fenómenos, en fin, no solo es la esencia de los fenómenos, sino que los fenómenos pasan a ser otros según el punto de vista.
2-
Hola. Martínez. Lo que aquí sigue es una
explicación al Congreso chorrocientos del PSOE. Descartando el porno del chiste
del loro y apostándolo todo por el punto de vista del loro del chiste del loro.
En términos generales, por otra parte y si se fijan, en la información cada vez
hay más porno y menos loros. Que son lo que mola.
3-
Lo importante del Congreso, así, me
temo, es, sencillamente, lo que tenía de junta de vecinos. En ese sentido, han
sido importantes dos cosas: a) la aprobación de la nueva junta, y b) lo de la
derrama / la cosa financiación singular para Cat y hasta para el gato. Vayamos
por partes.
4-
Sobre la nueva junta. Es, básicamente,
como sucede cuando el barco no se hunde, una variación de la anterior, con
cromos intercambiados y reajustes coyunturales. A falta de que el futuro
explique lo que es importante en todo ello, lo importante, el caso de la cosa,
es que el nuevo/viejo staff del PSOE ha sido aprobado por el 90% del
Congreso, que es la medida mínima de un congreso que se precie. O sacas el 90%,
o estás en ERC. En ese bloque macizo de sólida estabilidad hay incrustados
algunos materiales que merece la pena singularizar y tener en cuenta. A saber:
a) María Jesús Montero sigue siendo vicesecretaria. Es decir, es la sucesora de
Sánchez, la candidata a ser la primera mujer presi de gobierno. Una baza
importante, un anillo para unirlos a todos si hay que salir corriendo y
convocando elecciones. Esa baza puede ser importante en un apretón electoral,
más si pensamos que las dos izquierdas a la izquierda del río Pecos están en
modo guindo, incluso la que vocifera que no está en el guindo. También se
reafirma en su cargo b) Santós Cerdán, el secretario de Organización, un cargo
más español que caminar con el carrito ocupando toda la acera. Se trata de un
cargo fundamental en el sistema de partidos de por aquí abajo, que decide quién
se mueve en la foto, si bien ahora ha ganado nuevas atribuciones. Es el hombre
que negocia con partidos procesistas, como si el PSOE fuera el Estado. Ya no lo
es –no se pierdan el punto 9, el oro del loro de este artículo–, pero los
partidos procesistas necesitan creerlo. La renovación cantada del número 3 del
PSOE supone también una valoración de las posibles implicaciones –el mensaje es
que se prevén limitadas– del caso Koldo, militante promovido por Cerdán en su
día y en su Navarra.
5-
Sobre la derrama / la financiación singular para Cat y hasta
para el gato. Se ha solucionado la polémica. Polémica: recordemos que este
verano hubo tremendo pitote sobre ese tema entre los barones territoriales
emergentes –es decir, deseosos de emerger en los medios–, levantados contra el
PSC y el PSOE Pensamiento Sánchez. Pues bien, el Congreso ha zanjado definitivamente
ese tema. À la mode PSC. Es decir, sin aportar solución alguna. Por lo
que se ve, la solución reposa en el lenguaje. Así, la financiación singular
“será aprobada en el Consejo de Política Fiscal y Financiera” –es decir, de
manera multilateral; fin de la cuestión; punto pelota–, si bien “sin perjuicio
de la relación bilateral del Estado con cada comunidad autónoma”. Es decir, se
ha llegado a la paz social en el PSOE ante el tema, tal vez explicando a los
barones menos avispados, a puerta cerrada y con un powerpoint con fotos
de los teletubbies, que, en efecto, la financiación singular no existe/son los
padres. Lo que sea que sea la financiación, etc. no traicionaría, en todo caso,
el pacto PSC-ERC –un pacto, entre profesionales del lenguaje, fundamental para
mantener la Presidència Illa en Cat–, pero reposaría, no tanto en criterios
federales de financiación efectivos, como en el léxico, en paraules de
finançament, senzilles i tendres, que demostrarían a la ciencia que una
financiación común y multilateral puede ser, a la vez, singular y bilateral, si
se la retuerce con cierta habilidad. El lenguaje todo lo puede y es infinito.
Por eso los enamorados y los políticos nunca se aburren. Por eso, en fin, son
tan buenos los chistes de loros, esos animales que hablan.
Una
financiación común y multilateral puede ser, a la vez, singular y bilateral, si
se la retuerce con cierta habilidad. El lenguaje todo lo puede
6-
Sobre el lenguaje, meditación. El
sistema español está sustentado en el lenguaje, de manera que el lenguaje
soluciona todo lo que no sucede en el sistema español. En todo caso, a la nueva
extrema derecha –transcurre en el lenguaje, sí, pero detrás de ese lenguaje
chachi tiene una apretada agenda efectiva, palpable, real, que trasciende el
lenguaje y que se remonta al siglo XVIII, con la idea de involucionar hasta
reconstruir todo desde ese siglo– no le costará nada comerse con patatas toda
esta construcción lingüística denominada democracia española, un objeto sin
resortes, pero con lenguajeZzzzz, ese material que tan poco pesa.
5-
Y aquí, tras la cosa junta y la cosa
derrama, finaliza el Congreso según el punto de vista del loro. Y empieza su
festival del lenguaje adjunto, habitual en cualquier construcción, congresual,
o no, de un partido peninsular. Les detallo diversas construcciones
lingüísticas, algunas muy comentadas, y que serían importantes si no fueran, lo
dicho, palabros, ese elemento del porno, irrelevante si bien siempre excitante.
6-
Sobre la cosa supresión de la partícula
Q+ en el compendio LGTBIQ+ –Q+, por cierto, no es Qüenca, sino queer–:
obedece a un posicionamiento electoral del PSOE. Es decir, el PSOE cede –o más
bien, abandona– la cosa Q+ a las izquierdas a la izquierda del río etc. Es
decir, el PSOE valora que no cede gran cosa. Con ello, se plantea combatir en
exclusiva con el PP, por otro fragmento del feminismo, más conservador. Se
trata, lo dicho, de un combate electoral, léxico, que no afectará –tranquis; a
presión y temperatura normales se cuidarán muy mucho, por otra parte– a lo
legislado y a lo por legislar. Es un ejemplo de lo que en Ciencias Políticas se
denomina ‘Teoría del Tendero’. Es algo divertido y que no deja de ocupar el
grueso de la política. Consiste en esto. Esto: imaginen una calle con dos
aceras. En una acera, en su borde derecho, hay una tienda. En la otra acera, en
su borde izquierdo, otra. Ambos tenderos solo tienen como clientes las casas de
su alrededor. Por lo que deciden, para ganar clientes, desplazar la tienda unos
metros más hacia al centro de la calle. Lo mismo hace el otro tendero para
competir con él y ganar más clientela. Tras una guerra comercial dilatada, y
tras varios desplazamientos, ambos tenderos, para acceder al mayor número de
clientes, acabarán en el mismo punto, cada uno frente al otro, en el centro de
la calle. Los productos que venden, por otra parte, no se diferencian en mucho,
salvo en el lenguaje. Un tendero dice “¿qué te pongo, reina?”, mientras que
otro habla a sus clientes de Libertaz, pongamos.
7-
Más lenguaje. O, al menos, los puntos
programáticos de los partidos no suelen ser poco más que eso. Sobre la cosa
vivienda. Se promete una “gran” –importante ese adjetivo; el tamaño importa; en
el porno, al menos– “empresa pública de vivienda”. Puede impresionar. Pero
impresiona menos que, sin “gran empresa pública de vivienda”, el Gobierno, algo
que debería de ser más ejecutivo que el Congreso de un partido, ya había
prometido 184.000 viviendas, y mira –importante: se han puesto a disposición de
sus solicitantes 10.206 viviendas en el plazo de un año y medio; algo
meritorio, si bien todas provenían de la Sareb, ese stock inquietante, pagado
por la sociedad a los bancos en un momento en el que la sociedad estaba
sumamente pocha, y que debería estar a disposición de la sociedad desde hace
años. Sobre la cosa laboral. Un festival: a) reducción de la jornada laboral,
b) blindaje del SMI en la CE78, donde se fijaría que debería suponer el 60% del
salario medio por los siglos de los siglos. Sobre la cosa fiscal: a) aumento
del impuesto de sociedades, b) distribución de los beneficios empresariales
entre los trabajadores –un soneto, pura poesía, me temo–, c) un nuevo estatuto
de los trabajadores del siglo XXI –es decir, los robots–, para concluir con el
ya entrañable y tradicional popurrí de d) ayudas y complementos
vitamínicos a los trabajadores autónomos.
El
Gobierno ya había prometido 184.000 viviendas, y mira –importante: se han
puesto a disposición de sus solicitantes 10.206
8-
Y, sobre todo, ese desparrame del
lenguaje, un triunfo del lenguaje. El uso de la palabra ‘socialdemocracia’, de
repente intensificada por el PSOE. Las izquierdas a la izquierda del etc.,
también saturadas de lenguaje, carecen de otra palabra para definirse. Lo que
supone crearles una suerte de estrés lingüístico.
9-
En 2014, cuando abdicó el emérito,
Alfredo Pérez Rubalcaba era, desde 2012, el secretario general del PSOE. Es
más, Rubalcaba fue el responsable de la aprobación de la Ley Orgánica de la
abdicación, redactada por Landelino Lavilla –exUCD–. La ley, de un solo
artículo, superfluo, innecesario, fue un acto de chulería, una exhibición de
poder. Y, por lo mismo, el canto del cisne de una época y unos modos. La ley,
vamos, no aseguraba explícitamente el futuro del rey, en tanto, y ese era el
mensaje, estaba asegurado. Luego se vio que el futuro de un rey que sale por
piernas de su jurisdicción penal nunca está asegurado, lo que aleja de un lugar
seguro también a la institución. En todo caso, no aprobar aquella ley de un
solo artículo hubiera supuesto un aggiornamento de la monarquía, no
deseado y a toda leche, algo sumamente peligroso en el lejanísimo 2014. Lo
importante, en todo caso, es que en un momento en el que Rajoy presidía el
Gobierno, y cuando el Estado precisó algo que no podía ser una chapuza, como la
que el Gobierno ya estaba emitiendo en Cat, el Estado lo confió todo a
Rubalcaba, y no al gobierno. De ahí el luto y los honores de Estado que
Rubalcaba recibió tras su muerte, en 2019. Un luto y unos honores que el Estado
tal vez no dé al emérito cuando llegue el momento, pues, al contrario que
Rubalcaba, fue un elemento desestabilizador. Rubalcaba, el PSOE, en fin, fueron
Estado, algo que no se improvisa, por lo que debieron serlo desde hacía
décadas. Hoy, el PSOE no dispone de ese rol. Es más, parece ser que el actual
rey tiene otras preferencias políticas. Incluso otras preferencias sobre el
Estado. Un Estado que ha expulsado al PSOE, y que está cayendo sobre Sánchez
como los galos temían que les cayera el cielo encima. Por eso mismo sorprende
que ahora mismo, estando en otra partida, al Este del Edén del Estado, el PSOE
siga confiando más en satisfacer a un Estado sumamente alejado de él, sin
parecidos razonables en ocasiones, que a la sociedad. Que confíe en el lenguaje
–paradójicamente, esa forma de no hablar claro– más que en la política y en la
sociedad. Una sociedad tan sensible a los cambios que los empieza a buscar en
la extrema derecha.
10-
El tiempo dirá si los errores acumulados
del PSOE –lo único que nos separa de la nueva extrema derecha– conforman un
error de los de libro, del tipo almirante Churruca, ese almirante con nombre de
loro.
Sorprende que ahora mismo, estando al este del Edén del Estado, el PSOE
siga confiando más en satisfacer a un Estado sumamente alejado de él que a la
sociedad
La nueva Comisión Ejecutiva Federal del PSOE posa al cierre
del 41 Congreso Federal. / PSOE
1-
Sin duda los mejores chistes del mundo
son los de loros. Y sin duda el segundo mejor chiste de loros es el que aquí
sigue. Una señora I+D se levanta apenas vestida con un négligé. En
el salón quita el trapo que cubre la jaula del loro y da, con ello, el día por
iniciado. Repleta de dinamismo, prepara el desayuno de su esposo, que lo
ingiere arreando. A continuación, la esposa acompaña al esposo hasta la puerta
y le despide con un beso en la frente. Tras cerrar la puerta, espera unos
minutos junto a ella, mientras se atusa los rizos. En breve, en efecto, alguien
llama a la puerta. Se trata de un caballero, más joven, sexy y pobre que su
esposo. Juntos se dirigen al dormitorio, acaramelados. En ese breve periplo, la
mujer vuelve a tapar con el trapo la jaula del loro, que exclama: “Vaya día más
corto”. En mi infancia, ese chiste me enloquecía. De adulto, más. Y por lo que
Francisco Rico –gran explicador de chistes de loros, por otra parte–
denominaría su problema del punto de vista. El espectador del chiste, así,
asiste a una infidelidad, mientras que el loro, simplemente, asiste a todo lo
contrario: al día más corto de su vida. El punto de vista de los fenómenos, en
fin, no solo es la esencia de los fenómenos, sino que los fenómenos pasan a ser
otros según el punto de vista.
2-
Hola. Martínez. Lo que aquí sigue es una
explicación al Congreso chorrocientos del PSOE. Descartando el porno del chiste
del loro y apostándolo todo por el punto de vista del loro del chiste del loro.
En términos generales, por otra parte y si se fijan, en la información cada vez
hay más porno y menos loros. Que son lo que mola.
3-
Lo importante del Congreso, así, me
temo, es, sencillamente, lo que tenía de junta de vecinos. En ese sentido, han
sido importantes dos cosas: a) la aprobación de la nueva junta, y b) lo de la
derrama / la cosa financiación singular para Cat y hasta para el gato. Vayamos
por partes.
4-
Sobre la nueva junta. Es, básicamente,
como sucede cuando el barco no se hunde, una variación de la anterior, con
cromos intercambiados y reajustes coyunturales. A falta de que el futuro
explique lo que es importante en todo ello, lo importante, el caso de la cosa,
es que el nuevo/viejo staff del PSOE ha sido aprobado por el 90% del
Congreso, que es la medida mínima de un congreso que se precie. O sacas el 90%,
o estás en ERC. En ese bloque macizo de sólida estabilidad hay incrustados
algunos materiales que merece la pena singularizar y tener en cuenta. A saber:
a) María Jesús Montero sigue siendo vicesecretaria. Es decir, es la sucesora de
Sánchez, la candidata a ser la primera mujer presi de gobierno. Una baza
importante, un anillo para unirlos a todos si hay que salir corriendo y
convocando elecciones. Esa baza puede ser importante en un apretón electoral,
más si pensamos que las dos izquierdas a la izquierda del río Pecos están en
modo guindo, incluso la que vocifera que no está en el guindo. También se
reafirma en su cargo b) Santós Cerdán, el secretario de Organización, un cargo
más español que caminar con el carrito ocupando toda la acera. Se trata de un
cargo fundamental en el sistema de partidos de por aquí abajo, que decide quién
se mueve en la foto, si bien ahora ha ganado nuevas atribuciones. Es el hombre
que negocia con partidos procesistas, como si el PSOE fuera el Estado. Ya no lo
es –no se pierdan el punto 9, el oro del loro de este artículo–, pero los
partidos procesistas necesitan creerlo. La renovación cantada del número 3 del
PSOE supone también una valoración de las posibles implicaciones –el mensaje es
que se prevén limitadas– del caso Koldo, militante promovido por Cerdán en su
día y en su Navarra.
5-
Sobre la derrama / la financiación singular para Cat y hasta
para el gato. Se ha solucionado la polémica. Polémica: recordemos que este
verano hubo tremendo pitote sobre ese tema entre los barones territoriales
emergentes –es decir, deseosos de emerger en los medios–, levantados contra el
PSC y el PSOE Pensamiento Sánchez. Pues bien, el Congreso ha zanjado definitivamente
ese tema. À la mode PSC. Es decir, sin aportar solución alguna. Por lo
que se ve, la solución reposa en el lenguaje. Así, la financiación singular
“será aprobada en el Consejo de Política Fiscal y Financiera” –es decir, de
manera multilateral; fin de la cuestión; punto pelota–, si bien “sin perjuicio
de la relación bilateral del Estado con cada comunidad autónoma”. Es decir, se
ha llegado a la paz social en el PSOE ante el tema, tal vez explicando a los
barones menos avispados, a puerta cerrada y con un powerpoint con fotos
de los teletubbies, que, en efecto, la financiación singular no existe/son los
padres. Lo que sea que sea la financiación, etc. no traicionaría, en todo caso,
el pacto PSC-ERC –un pacto, entre profesionales del lenguaje, fundamental para
mantener la Presidència Illa en Cat–, pero reposaría, no tanto en criterios
federales de financiación efectivos, como en el léxico, en paraules de
finançament, senzilles i tendres, que demostrarían a la ciencia que una
financiación común y multilateral puede ser, a la vez, singular y bilateral, si
se la retuerce con cierta habilidad. El lenguaje todo lo puede y es infinito.
Por eso los enamorados y los políticos nunca se aburren. Por eso, en fin, son
tan buenos los chistes de loros, esos animales que hablan.
Una
financiación común y multilateral puede ser, a la vez, singular y bilateral, si
se la retuerce con cierta habilidad. El lenguaje todo lo puede
6-
Sobre el lenguaje, meditación. El
sistema español está sustentado en el lenguaje, de manera que el lenguaje
soluciona todo lo que no sucede en el sistema español. En todo caso, a la nueva
extrema derecha –transcurre en el lenguaje, sí, pero detrás de ese lenguaje
chachi tiene una apretada agenda efectiva, palpable, real, que trasciende el
lenguaje y que se remonta al siglo XVIII, con la idea de involucionar hasta
reconstruir todo desde ese siglo– no le costará nada comerse con patatas toda
esta construcción lingüística denominada democracia española, un objeto sin
resortes, pero con lenguajeZzzzz, ese material que tan poco pesa.
5-
Y aquí, tras la cosa junta y la cosa
derrama, finaliza el Congreso según el punto de vista del loro. Y empieza su
festival del lenguaje adjunto, habitual en cualquier construcción, congresual,
o no, de un partido peninsular. Les detallo diversas construcciones
lingüísticas, algunas muy comentadas, y que serían importantes si no fueran, lo
dicho, palabros, ese elemento del porno, irrelevante si bien siempre excitante.
6-
Sobre la cosa supresión de la partícula
Q+ en el compendio LGTBIQ+ –Q+, por cierto, no es Qüenca, sino queer–:
obedece a un posicionamiento electoral del PSOE. Es decir, el PSOE cede –o más
bien, abandona– la cosa Q+ a las izquierdas a la izquierda del río etc. Es
decir, el PSOE valora que no cede gran cosa. Con ello, se plantea combatir en
exclusiva con el PP, por otro fragmento del feminismo, más conservador. Se
trata, lo dicho, de un combate electoral, léxico, que no afectará –tranquis; a
presión y temperatura normales se cuidarán muy mucho, por otra parte– a lo
legislado y a lo por legislar. Es un ejemplo de lo que en Ciencias Políticas se
denomina ‘Teoría del Tendero’. Es algo divertido y que no deja de ocupar el
grueso de la política. Consiste en esto. Esto: imaginen una calle con dos
aceras. En una acera, en su borde derecho, hay una tienda. En la otra acera, en
su borde izquierdo, otra. Ambos tenderos solo tienen como clientes las casas de
su alrededor. Por lo que deciden, para ganar clientes, desplazar la tienda unos
metros más hacia al centro de la calle. Lo mismo hace el otro tendero para
competir con él y ganar más clientela. Tras una guerra comercial dilatada, y
tras varios desplazamientos, ambos tenderos, para acceder al mayor número de
clientes, acabarán en el mismo punto, cada uno frente al otro, en el centro de
la calle. Los productos que venden, por otra parte, no se diferencian en mucho,
salvo en el lenguaje. Un tendero dice “¿qué te pongo, reina?”, mientras que
otro habla a sus clientes de Libertaz, pongamos.
7-
Más lenguaje. O, al menos, los puntos
programáticos de los partidos no suelen ser poco más que eso. Sobre la cosa
vivienda. Se promete una “gran” –importante ese adjetivo; el tamaño importa; en
el porno, al menos– “empresa pública de vivienda”. Puede impresionar. Pero
impresiona menos que, sin “gran empresa pública de vivienda”, el Gobierno, algo
que debería de ser más ejecutivo que el Congreso de un partido, ya había
prometido 184.000 viviendas, y mira –importante: se han puesto a disposición de
sus solicitantes 10.206 viviendas en el plazo de un año y medio; algo
meritorio, si bien todas provenían de la Sareb, ese stock inquietante, pagado
por la sociedad a los bancos en un momento en el que la sociedad estaba
sumamente pocha, y que debería estar a disposición de la sociedad desde hace
años. Sobre la cosa laboral. Un festival: a) reducción de la jornada laboral,
b) blindaje del SMI en la CE78, donde se fijaría que debería suponer el 60% del
salario medio por los siglos de los siglos. Sobre la cosa fiscal: a) aumento
del impuesto de sociedades, b) distribución de los beneficios empresariales
entre los trabajadores –un soneto, pura poesía, me temo–, c) un nuevo estatuto
de los trabajadores del siglo XXI –es decir, los robots–, para concluir con el
ya entrañable y tradicional popurrí de d) ayudas y complementos
vitamínicos a los trabajadores autónomos.
El
Gobierno ya había prometido 184.000 viviendas, y mira –importante: se han
puesto a disposición de sus solicitantes 10.206
8-
Y, sobre todo, ese desparrame del
lenguaje, un triunfo del lenguaje. El uso de la palabra ‘socialdemocracia’, de
repente intensificada por el PSOE. Las izquierdas a la izquierda del etc.,
también saturadas de lenguaje, carecen de otra palabra para definirse. Lo que
supone crearles una suerte de estrés lingüístico.
9-
En 2014, cuando abdicó el emérito,
Alfredo Pérez Rubalcaba era, desde 2012, el secretario general del PSOE. Es
más, Rubalcaba fue el responsable de la aprobación de la Ley Orgánica de la
abdicación, redactada por Landelino Lavilla –exUCD–. La ley, de un solo
artículo, superfluo, innecesario, fue un acto de chulería, una exhibición de
poder. Y, por lo mismo, el canto del cisne de una época y unos modos. La ley,
vamos, no aseguraba explícitamente el futuro del rey, en tanto, y ese era el
mensaje, estaba asegurado. Luego se vio que el futuro de un rey que sale por
piernas de su jurisdicción penal nunca está asegurado, lo que aleja de un lugar
seguro también a la institución. En todo caso, no aprobar aquella ley de un
solo artículo hubiera supuesto un aggiornamento de la monarquía, no
deseado y a toda leche, algo sumamente peligroso en el lejanísimo 2014. Lo
importante, en todo caso, es que en un momento en el que Rajoy presidía el
Gobierno, y cuando el Estado precisó algo que no podía ser una chapuza, como la
que el Gobierno ya estaba emitiendo en Cat, el Estado lo confió todo a
Rubalcaba, y no al gobierno. De ahí el luto y los honores de Estado que
Rubalcaba recibió tras su muerte, en 2019. Un luto y unos honores que el Estado
tal vez no dé al emérito cuando llegue el momento, pues, al contrario que
Rubalcaba, fue un elemento desestabilizador. Rubalcaba, el PSOE, en fin, fueron
Estado, algo que no se improvisa, por lo que debieron serlo desde hacía
décadas. Hoy, el PSOE no dispone de ese rol. Es más, parece ser que el actual
rey tiene otras preferencias políticas. Incluso otras preferencias sobre el
Estado. Un Estado que ha expulsado al PSOE, y que está cayendo sobre Sánchez
como los galos temían que les cayera el cielo encima. Por eso mismo sorprende
que ahora mismo, estando en otra partida, al Este del Edén del Estado, el PSOE
siga confiando más en satisfacer a un Estado sumamente alejado de él, sin
parecidos razonables en ocasiones, que a la sociedad. Que confíe en el lenguaje
–paradójicamente, esa forma de no hablar claro– más que en la política y en la
sociedad. Una sociedad tan sensible a los cambios que los empieza a buscar en
la extrema derecha.
10-
El tiempo dirá si los errores acumulados
del PSOE –lo único que nos separa de la nueva extrema derecha– conforman un
error de los de libro, del tipo almirante Churruca, ese almirante con nombre de
loro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario