AL BORDE DEL
PRECIPICIO
JAVIER PÉREZ ROYO
Donald Trump va a tomar posesión con un
programa definido y con un equipo cohesionado para ponerlo en práctica. El
presidente de 2025 sabe no solamente lo que quiere, sino también cómo quiere
alcanzar el objetivo que pretende
El 20 de enero de 2025 tomará posesión
de su cargo Donald Trump y pondrá en marcha una batería de medidas que
afectarán al propio sistema democrático en los Estados Unidos en primer lugar y
al de la Unión Europea a continuación.
En la Unión Europea no estamos en buenas
condiciones para hacerlo. Ya veremos si Francia tiene Gobierno el 20 de enero
de 2025 y ya veremos cómo afecta el programa político que ponga en marcha el
presidente Trump a las elecciones generales en Alemania el 23 de febrero.
Nada indica por la forma en que se ha producido la designación de François Bayrou como presidente del Gobierno, que su nombramiento tendrá más recorrido que el de Michel Barnier. Arranca en una posición de debilidad superior y lloviendo sobre mojado. Es no solamente posible, sino incluso probable, que para el 20 de enero sea de la renuncia de Emmanuel Macron y de la celebración de elecciones presidenciales de lo que se esté hablando.
En lo que a las elecciones alemanas se
refiere, es también más que probable que, con los resultados que avanzan los
sondeos, no resulte fácil la formación de Gobierno sin la participación en el
mismo de Alternativa para Alemania. El hundimiento de partido socialista puede
hacer imposible la reedición de la Gran Coalición, que exige un cierto
equilibrio entre los dos grandes partidos. Un partido socialista que no sea
“grande” no puede formar parte de una Gran Coalición.
El impacto de la política de la presidencia americana ocupada
por Donald Trump puede poner en marcha un proceso de desintegración de la Unión
Europea, que nació como consecuencia de la imposición del principio de
legitimación democrática a escala continental tras la caída del Muro de Berlín
y cuya supervivencia depende de la supervivencia de una manera creíble de dicho
principio de legitimidad.
La ausencia de credibilidad de la democracia a escala
continental se trasladará a los Estados miembros. Ya está operando así en
varios Estados, que posiblemente se verán afianzados con el impulso de la
presidencia de los Estados Unidos.
En ese horizonte es más que probable que Junts decida cortar
definitivamente con el Gobierno presidido por Pedro Sánchez, desencadenando un
proceso electoral que puede poner en cuestión nuestra fórmula de gobierno,
contribuyendo de esta manera a una mayor desintegración de la Unión
Europea.
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