¿OIREMOS AL MASUFA FELIPE VI DECIR
«MEMORIA» EN NAVIDAD?
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POR DOMINGO SANZ
En
primer lugar, ninguno de los párrafos o números procedentes de otras fuentes
que aparecen en este artículo se han obtenido recurriendo a cualquier IA
moderna de las que tanto proliferan. He preferido manejar soluciones clásicas
para textos y cálculos, principalmente porque mientras las estoy empleando la
imaginación destila nuevas inquietudes.
Quizás
lo primero que usted se pregunte es a qué viene embellecer, o afear, pues
“sobre gustos no hay nada escrito”, la referencia a una persona que solo puede
ser ella con el acrónimo que define una de sus funciones, la establecida en el
artículo 62.h de la Constitución. Esta vez resultaba procedente, pues en el
análisis de los números se han contabilizado los civiles y los militares.
Pero también sigue clavada la espina del extraño “accidente” sufrido en los “Resultados” de Google por las búsquedas de “Felipe VI MASUFA” entre el día 14 de agosto de 2024 y el 20/11/2024, o quizás hasta unos 10 o 15 días antes. Imagine usted que se sabe dónde se encuentra un montañero accidentado, pero los equipos de salvamento tardan dos meses en recuperar el cuerpo y no ponen una excusa decente. La suerte de Internet es que no resulta tan fácil que te maten para siempre. En cualquier caso, y como no es el tema de hoy, seguiré esperando las explicaciones que no se han dignado, pero, pase lo que pase, presentaré un informe de lo sucedido, hasta donde yo pueda investigar, antes de que los próximos Reyes Magos hayan hecho su trabajo.
Comenzaré
por aclarar que la “memoria” del título es la más blanca de todas, pues
corresponde a la primera acepción que ofrece el Diccionario de la RAE,
“capacidad de recordar”, que no lleva apellidos ni maldades. Por decirlo de
otra forma, esta “memoria” es la misma a la que responderían con un “SI” 101 de
cada 100 personas (déjeme exagerar un 1%) a las que usted les hiciera la pregunta
de si les gustaría tener “buena memoria”, pero advirtiendo que deben responder
sin la menor ironía.
Pero
hablamos de una persona con nombre y título y conviene ser prudentes porque
vive del presupuesto y eso multiplica los mosqueos. A mí, en su lugar, también
me pasaría. Por tanto, decido acudir a las fuentes transparentes.
Diez
han sido los mensajes navideños coronados por Felipe VI y 15.334 el total de
palabras que le hemos escuchado.
De
todas ellas, la palabra “memoria” solo ha aparecido dos veces. Por tanto, una
cada 7.667 palabras. Me puse a pensar y concluí que hay que hacer un esfuerzo
casi sobrenatural para esquivar durante tantas palabras una tan normal como
“memoria”. ¿Será por qué molesta?
La
primera fue en 2016 y se refería a la memoria que en el futuro recordará el
presente. Lo que dijo fue:
“Estoy
seguro de que nuestra memoria colectiva reservará un lugar de
honor en la historia para estos tiempos de sacrificio y abnegación; pero
también de generosidad y superación.»
La
otra fue en el discurso de 2020 y se refería a que ambos, Letizia y él,
pensaban mucho en las personas afectadas por un COVID aún muy presente.
«Los
dos tenemos en nuestra memoria la imagen viva de esos miles de
ciudadanos que representan a una sociedad que se ha sentido más unida que nunca
en su lucha y resistencia frente a una situación tan adversa«.
No
me quedé satisfecho y se me ocurrió consultar si en otros discursos de los
suyos la palabra “memoria” aparecería más, menos o igual que en los de Navidad.
Entonces pensé en los también diez discursos que, trece días después de los
navideños, él pronuncia cada 6 de enero con ocasión de la Pascua Militar.
Aunque el auditorio sea distinto, se repiten cada año y son cercanos en el
tiempo.
El
total de palabras pronunciadas en los 10 discursos militares de la Pascua es de
15.609, es decir, un 1,8% más que en los discursos de Navidad. En cambio, son 6
las veces que aparece la palabra “memoria” en estos discursos, por lo tanto, un
300% más ante las personas de las que él es su MAndo SUpremo (de las Fuerzas
Armadas, que de ahí viene lo de MASUFA, por si no le había dado tiempo a
consultarlo) que ante casi 50 millones de personas entre quienes, por cierto,
también están los militares.
Otra
forma de decirlo: las 7.667 palabras que necesitó en sus discursos navideños
para colocar cada memoria “blanca” de la RAE se han reducido a solo 2.601 para
los discursos militares, y no todas las “memorias” pronunciadas ante ese
auditorio son de las inocentes pero, como he elegido la prudencia, prefiero
reproducir también aquí los párrafos implicados para que sea usted quien los
evalúe, y seguro que coincide conmigo en que todos discursos que pronuncia el
titular del Reino de España están entre los más revisados y calculados de la
historia de este mundo que compartimos con miles de millones más.
En
su primera Pascua Militar, la de 2015, “memoria” aparece dos veces:
«Por
ello, en esta primera Pascua Militar de mi reinado, quiero sobre todo
agradeceros a todos los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil
vuestro compromiso de lealtad y servicio a España y a la Corona. Un compromiso
que algunos de nuestros compañeros, haciendo honor a su vocación, han sellado
incluso perdiendo la vida en acto de servicio. Su sacrificio, y el de quienes
resultaron heridos en el cumplimiento del deber, deben perdurar en
nuestras memorias como ejemplo de entrega y abnegación. Hoy
quiero hacerles llegar a ellos y a sus familias nuestra gratitud, permanente
apoyo, cercanía y cariño.»
«He
tenido el honor de compartir también con muchos de vosotros momentos muy
emotivos y entrañables, en España y en los diversos teatros de operaciones
donde habéis cumplido vuestra misión de manera ejemplar, algo que guardo en
la memoria de manera imborrable.»
Pasan
Pascuas y Pascuas y la “memoria” no vuelve a aparecer hasta 2022.
«Además,
precisamente, al cumplirse 10 años del cese de la brutal violencia de la banda
terrorista ETA, quiero honrar con gran emoción la memoria y
dignidad de las víctimas del terrorismo.»
Al
año siguiente, en 2023, aparece dos veces en el mismo párrafo, de tal forma que
por poco redunda.
«Antes
de continuar, quiero rendir homenaje y enaltecer la memoria de
todos los compañeros que nos dejaron el año pasado. Su ejemplaridad y su
vocación de servicio a España acompañarán siempre su memoria y
son, sin duda, fuente de orgullo y de estímulo para toda la familia castrense.”
Por
último, la “memoria” en el discurso de la Pascua Militar de este mismo año.
“Antes
de continuar quiero recordar con emoción a quienes han dado sus vidas
–especialmente durante este año pasado– en el cumplimiento del deber. Su memoria nunca
se desvanece porque sus acciones y su legado son fuente de inspiración y
motivación para las generaciones presentes y futuras.”
Por
último, debo confesar que el título que he elegido hoy tiene que ver con una de
las 3.108 “palabras de Su Majestad el Rey en la sesión conjunta de la Cámara
de Diputados y del Senado de la República Italiana” (título también copiado
de la web de la Casa Real), pronunciadas el día 11 de diciembre de 2024. Ya
sabe usted a qué palabra me refiero, y también quizás le suene la frase en la
que aparecía, pues es casi la única de la que se ha hecho eco la prensa. Dice
lo siguiente
“Somos
dos países con memoria, con una clara conciencia del pasado -en
particular del que no puede ni debe repetirse, ni siquiera como caricatura”.
Pues
sí, ha sido Italia el lugar elegido por el MASUFA Felipe VI para, salvo error
por mi parte, pronunciar por primera vez la palabra “memoria” con el único
significado que habrá hecho revolverse en su nueva tumba de Mingorrubio al
militar golpista y cruel que restauró una monarquía que jamás habría ocupado ni
una sola palabra en una Constitución que tuviera que aprobarse en las urnas sin
dejar tantas víctimas inocentes por el camino.
Ahora
tenemos pendiente saber si esta “memoria” más atrevida, pero en la orilla
italiana del mar que compartimos, lo ha sido a cambio de un “Isabel La
Católica” para la neofascista Meloni, aunque ella no llegó a tiempo de ayudar a
los nazis contra los españoles que en 1936 sí respetaban la legalidad vigente.
Pero
no puede ser una casualidad. En la diplomacia esa posibilidad está prohibida.
Tampoco
la ignorancia puede excusar el desprecio por cualquier memoria, aunque sobre
todo por la valiente, demostrado por el MASUFA desde siempre.
Siete
años antes de su coronación y diecisiete antes de su discurso en Italia, un
gobierno nacido de las urnas en España ya había comenzado a restaurar algo de
justicia aprobando la primera Ley de Memoria Histórica.
A
Felipe VI ni está ni se le espera para ayudar en esta tarea.
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