domingo, 29 de diciembre de 2024

¿CONFIAR EN MAZÓN ES POSIBLE?

 

¿CONFIAR EN MAZÓN ES POSIBLE?

ADRIÁN NAVALÓN 

 

Foto: RTVE

La última versión del nada honorable President sobre su estancia en El Ventorro nos da una idea de hasta que punto están dispuestos a reventar cualquier atisbo de confianza en los demás

Una de las causas de que una sociedad vaya mejor o peor es el grado de confianza en los demás, en otras palabras, a mayor confianza en los demás, mejor irá una sociedad, a menor confianza en los demás, peor irán las cosas. ¿Y en qué se basa la confianza? Uno confía cuando deposita su seguridad en el otro, consciente o inconscientemente, esperando que el otro responda como debe.  Confías en que el camarero te ponga el café (sin veneno o escupitajos), igual que confías en la conductora de autobús (y que no lo va a estrellar contra un muro por capricho) y confías en el cirujano que te opera (y esperas que no aproveche y venda tus órganos). Simplemente confías y no piensas en la posibilidad de que no cumpla su deber.

La confianza se basa en la responsabilidad, en confiar en que el otro cumplirá con su parte del trato social, en confiar en que el otro no irá borracho al volante, que no te clavará un cuchillo si os enfadáis o en que el otro estará en su puesto de trabajo cuando más necesario sea. Es por esto que Mazón perdió la confianza del pueblo como President independientemente del partido al que votáramos. La confianza se esfumó porque cuando debía estar en su puesto de trabajo, no estaba.

La base de la sociedad es la confianza, porque el ser humano es social y necesita a los demás. La base de la confianza es cumplir con nuestra parte y tomar las decisiones que responsablemente a uno le tocan, de forma informada, con la verdad de los hechos y asumiendo las funciones correspondientes. Los días posteriores a la DANA, los días posteriores a que Mazón no estuviera, tampoco cumplió ni ha intentado cumplir con su parte. Abandono de las necesidades del pueblo, dejación de competencias, inoperancia, prohibición y amenazas por decreto al voluntariado, mentiras todos los días, reproches y ataques a otras administraciones, desconsideración a las víctimas, excusas… Si uno no cumple su función, se rompe la confianza, se rompe la base del pacto social.

Quieren dinamitar la confianza, porque la desconfianza les da dinero, control y poder

¿Cuál es el empeño de la derecha?

Pues justamente es ese, romper la confianza social. Quienes no creen en el ser humano como ser social, quienes no creen que nos necesitamos los unos a los otros para sobrevivir y para ser lo más felices posible, quienes creen o quieren hacerte creer que vamos solos frente al mundo, que el individuo lo puede todo solo y que si no puedes eres un fracasado y es culpa tuya, son los mismos que no son responsables, que desconfían y que quieren que tú tampoco seas responsable y que desconfíes del resto. Son ellos quienes quieren dinamitar la desconfianza. El hombre es un lobo para el hombre, te dicen. Quieren dinamitar la confianza, porque la desconfianza les da dinero, control y poder.

¿Podemos esperar de la derecha responsabilidad?

Seguro que confías más en la conductora de autobús, en el cirujano que te opera o en tu compañera de trabajo que en cualquier político del PP. ¿Podemos esperar responsabilidad de la derecha? No, nunca. No confían en los demás como base ideológica y por tanto en su acervo no está aportar su granito de arena al pacto social. Y para muestra tenemos muchos botones: el 11 fue ETA y no que nos metieran en la guerra de Irak, en la pandemia cañitas y libertad mientras los ancianos de las residencias morían por miles abandonados en Madrid, en el accidente de metro de València intentando comprar a las víctimas, en las crisis económicas sálvese quien pueda (menos los bancos, que ahí si que saben ser responsables con su clase social).

La última versión del nada honorable President sobre su estancia en El Ventorro nos da una idea de hasta que punto están dispuestos a reventar cualquier atisbo de confianza en los demás. Mientras nuestras vecinas y vecinos se ahogaban, o eran arrastrados por la corriente, o tenían el agua al cuello mientras llamaban a sus familiares para despedirse, Mazón comía tranquilo en El Ventorro y ofrecía la dirección de APunt a una periodista de su cuerda y confianza (hasta ellos ejercen la confianza que le niegan al pueblo, eso sí, para sus fines). Pues ahora resulta, tercera versión mediante, y probablemente tan verdad como las demás, que no comía como el nada honorable Presidente de la Generalitat que todavía es, sino como presidente del PP. Es decir, teniendo por verdad está última versión, estando la provincia de València en alerta roja, con municipios como Utiel inundados ya al medio día, Mazón priorizó sus intereses particulares como líder del PP, priorizó su interés particular a sus funciones como President. Es decir, en una emergencia vital, cuando más se necesitaba a un President, él no lo era, había dimitido de sus funciones.

Este domingo 29 se cumplirán dos meses de aquel 29 de octubre en el que las valencianas y los valencianos perdimos a 224 personas y a las todavía desaparecidas

Fíjense hasta que punto tienen más cara que espalda en el PP valenciano que se atreven a admitir que Mazón en esa comida no estaba siendo President de la Generalitat. Se atreven a decir que no estaba ejerciendo sus funciones y se quedan tan anchos. Nos han dicho mil mentiras ya, pero en casi todas había una excusa: que si no tenía cobertura, que si había tráfico, que si estaba en todo momento informado, que si era una reunión con un empresario, etc., pero es que llegan a tal punto que no les importa asumir que directamente no estaba ejerciendo sus funciones, sin asumir responsabilidades ni pedir perdón. Es de primero de psicopatía, les da igual empatizar con el sentimiento de la gente, les da igual hasta el mantener una mínima fachada de responsabilidad y lo peor de todo, no sienten culpa.

Este domingo 29 se cumplirán dos meses de aquel 29 de octubre en el que las valencianas y los valencianos perdimos a 224 personas y a las todavía desaparecidas, dos meses desde que vivimos la angustia de la noche más larga, y después la semana más larga, y hasta este domingo, los dos meses más largos. Se cumplen dos meses de llamar a amigos y familiares para saber si estaban bien, dos meses de amigos y compañeros arrastrados por el agua, pasando la noche en el techo de un coche con el agua a punto de llevárselos o viéndoselas canutas para salir del garaje. Se cumplen dos meses con la confianza en las instituciones hecha añicos y con el mayor irresponsable todavía siendo President, el nada honorable President todavía. Se cumplen dos meses y este domingo 29, volvemos a salir a las calles de València a exigir su dimisión.

 

Es tiempo de recuperar la confianza, de mirarnos las unas y los otros a los ojos y de volver a entender que somos, realmente, València cruzando a pie los puentes con palas, escobas, capazos, comida y agua. Que somos el parque de Alcosa auto organizándose, que somos seres sociales, que vivimos, sobrevivimos y somos felices los unos con las otras, ayudándonos y que la mejor forma de que la confianza social se recupere, de que las responsabilidades políticas y sociales se cumplan, es cumpliendo con nuestra parte, siendo miembros activos de nuestros barrios, ciudades, empresas y familias, protestando cuando hay que protestar y poniendo, al fin y al cabo, nuestro granito de arena.

 

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