sábado, 21 de diciembre de 2024

FEDERICO MAYOR ZARAGOZA: UN LEGADO EN DEFENSA DE LA CULTURA DE PAZ

 

FEDERICO MAYOR ZARAGOZA: UN LEGADO EN 

DEFENSA DE LA CULTURA DE PAZ

JULIO RODRÍGUEZ 

 

Federico Mayor Zaragoza — RTVE

Nos deja un legado tan importante que nos comprometemos a seguir peleando, como él lo hizo, por una sociedad más justa y solidaria donde mande la justicia, la igualdad y la no violencia

Tristísima noticia. Ha fallecido Federico Mayor Zaragoza. Una figura de enorme relieve humano con un historial inigualable: Doctor en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid, Catedrático de Bioquímica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada (de la que fue rector), Cofundador —con Severo Ochoa— del Centro de Biología Molecular, Ministro de Educación y Ciencia, Diputado del Parlamento Europeo, Director General de la UNESCO desde 1987 a 1999...

A su trabajo en la UNESCO, le dio continuidad en la Fundación Cultura de Paz, impulsando la transición desde una cultura de violencia a una cultura de paz y tolerancia. Un concepto que definió como la construcción de un mundo donde la justicia, el respeto mutuo y la cooperación fueran los pilares fundamentales de las relaciones humanas.

Un concepto que quería que trascendiera de la mera ausencia de guerra. Por eso, abogaba por un cambio profundo en las estructuras sociales, políticas y económicas, para erradicar así las desigualdades y promover los derechos humanos como base de toda convivencia.

Federico Mayor Zaragoza insistía en que la violencia no solo se manifestaba en los conflictos armados, sino que también estaba presente en la discriminación, la exclusión social y la desigualdad económica.

Mayor Zaragoza siempre insistía en que “La educación es el primer paso para la paz”

Y esto pasa por una transformación radical de las instituciones y las sociedades, donde la defensa de lo común esté siempre por encima de los intereses particulares.

Esta transformación necesita de una herramienta clave: la educación. Mayor Zaragoza siempre insistía en que “La educación es el primer paso para la paz”. Una educación que debía estar basada no solo en el conocimiento, sino también en valores de tolerancia, solidaridad y respeto por la diversidad.

Su visión optimista del futuro lo impulsó a trabajar incansablemente por un mundo pacífico, tolerante y multilateral, en el que la cooperación prevaleciera sobre los intereses nacionalistas.

Se nos ha ido un luchador y un defensor incansable de la paz. Nos deja un legado tan importante que nos comprometemos a seguir peleando, como él lo hizo, por una sociedad más justa y solidaria donde mande la justicia, la igualdad y la no violencia.

Gracias, maestro, por tanto.

 

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