FEDERICO MAYOR ZARAGOZA: UN LEGADO EN
DEFENSA DE LA CULTURA DE PAZ
Federico Mayor Zaragoza — RTVE
Nos deja un legado tan importante que nos comprometemos a seguir peleando, como él lo hizo, por una sociedad más justa y solidaria donde mande la justicia, la igualdad y la no violencia
Tristísima
noticia. Ha fallecido Federico Mayor Zaragoza. Una figura de enorme relieve
humano con un historial inigualable: Doctor en Farmacia por la Universidad
Complutense de Madrid, Catedrático de Bioquímica de la Facultad de Farmacia de
la Universidad de Granada (de la que fue rector), Cofundador —con Severo
Ochoa— del Centro de Biología Molecular, Ministro de Educación y Ciencia,
Diputado del Parlamento Europeo, Director General de la UNESCO desde 1987 a
1999...
A su
trabajo en la UNESCO, le dio continuidad en la Fundación Cultura de Paz,
impulsando la transición desde una cultura de violencia a una cultura de paz y
tolerancia. Un concepto que definió como la construcción de un mundo donde la
justicia, el respeto mutuo y la cooperación fueran los pilares fundamentales de
las relaciones humanas.
Un concepto que quería que trascendiera de la mera ausencia de guerra. Por eso, abogaba por un cambio profundo en las estructuras sociales, políticas y económicas, para erradicar así las desigualdades y promover los derechos humanos como base de toda convivencia.
Federico
Mayor Zaragoza insistía en que la violencia no solo se manifestaba en los
conflictos armados, sino que también estaba presente en la discriminación, la
exclusión social y la desigualdad económica.
Mayor Zaragoza siempre
insistía en que “La educación es el primer paso para la paz”
Y esto
pasa por una transformación radical de las instituciones y las sociedades,
donde la defensa de lo común esté siempre por encima de los intereses
particulares.
Esta
transformación necesita de una herramienta clave: la educación. Mayor Zaragoza
siempre insistía en que “La educación es el primer paso para la paz”. Una
educación que debía estar basada no solo en el conocimiento, sino también en
valores de tolerancia, solidaridad y respeto por la diversidad.
Su visión
optimista del futuro lo impulsó a trabajar incansablemente por un mundo
pacífico, tolerante y multilateral, en el que la cooperación prevaleciera sobre
los intereses nacionalistas.
Se nos ha
ido un luchador y un defensor incansable de la paz. Nos deja un legado tan
importante que nos comprometemos a seguir peleando, como él lo hizo, por una
sociedad más justa y solidaria donde mande la justicia, la igualdad y la no
violencia.
Gracias,
maestro, por tanto.
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