EUROPA Y EL LOBO, LA EUROPA IDIOTA
POR LUIS
MIGUEL DOMÍNGUEZ
Imagen de
Pixabay
En
una sociedad tan entregada a lo cívico como la de la antigua Grecia (madre
histórica y filosófica de la sociedad europea actual), estaba muy mal visto el
analfabetismo político, hasta el punto de que aquellos primeros ciudadanos
europeos tenían el término preciso para denominar a aquellas personas dedicadas
exclusivamente a sus asuntos privados y no a lo común o público: esas personas
eran unos IDIOTAS redomados.
La palabra 'idiota' viene del griego ἰδιώτης idiṓtēs y originalmente no era un adjetivo irrespetuoso, despectivo ni insultante, era tan solo nítidamente descriptivo, sin más, pues este término deriva de la raíz griega idios, que hace referencia a lo privado y a lo propio, señalando así a aquellos egoístas miopes, dedicados de lleno solo a lo suyo, que les importa un comino la sociedad y sus cimientos. Por eso este escrito no tiene vocación de ofender, si no más bien de describir y alertar sobre la máquina trituradora en que se está convirtiendo Europa para nuestro patrimonio natural por la visión 'idiota' de algunos.
Por
ejemplo al servicio de los axiomas más populistas de las derechas escocidas, la
propia Ursula Von der Leyen hizo campaña desde el Parlamento europeo
contra uno de los símbolos mas significativos de lo común del patrimonio
natural europeo: el estigmatizado lobo (Canis lupus). A esa pirueta,
extremadamente politizada, obsesiva e indocumentada le faltaba tan solo la
bendición del órgano creado para la defensa del medio natural europeo, el
Convenio de Berna. Este se la dio el pasado día 3 de diciembre, sin salirse del
guion escrito, como nos temíamos, bajando el status de protección legal del
lobo en toda Europa. Nos dejó a todos los ciudadanos, que conocemos el valor de
la naturaleza con la biodiversidad a la cabeza, estupefactos, por varios
motivos.
El
primero de todos, es que esta decisión extrema, no obedece a ningún
planteamiento o informe científico, pues todos ellos, con los aportados por la EAWC
a la cabeza, representando a quince países de la Unión Europea, en los que
aún hay lobos, indican indiscutiblemente que la especie está pasando horas
bajas en todo el territorio europeo. Así pues, tal decisión no será vinculante
para los Estados miembros y, por ejemplo, la caza del lobo en España seguirá
siendo ilegal. Por lo tanto, solo servirá como efecto placebo para aquellos
idiotas que tan solo se preocupan de lo suyo, en detrimento de lo que es de
todos y que solo buscan satisfacer sus ansias de matar.
Lo
siguiente que ha ocurrido es que se ha sentado un precedente inaceptable, pues
ahora será lógico hacerse la pregunta de rigor ¿qué especie será la siguiente
desprotegida? ¿El Oso Pardo porque pone en peligro de vez en cuando la tarde
dominguera de quién es irrespetuoso en el monte, o las focas grises escocesas
que se comen los salmones de las piscifactorías, o quizás el pizpireto
abejaruco que según los observadores más simplistas y maniqueos es el único
azote para la moribunda apicultura europea?
Desde
luego, si el Convenio de Berna desde su sede de Estrasburgo no va a ser
capaz de resistir las presiones de esa parte de la ciudadanía idiotizada, que
solo vela por sus intereses, mejor que echen el cierre y se vayan. Mantener en
pie a un organismo así, solo para firmar las penas de muerte de nuestra fauna
más amenazada, se me antoja demasiado caro. Por favor, no nos hagan perder
nuestro tiempo.
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