VILLANCICO
JOSU AIZPURUA
Sus descendientes
en Palestina caen acribillados por sus vecinos que el Capitalismo había
enriquecido y sus armas imponían por el Mundo. Aquel humilde carpintero que no
fue cobarde y se enfrentó al Imperio Romano, a su Cesar y a los corruptos
sacerdotes que justificaban las penurias del Pueblo Judío, en espera de un
Salvador, un Mesías al que esperar era la única actitud políticamente correcta
y que el Rey Herodes y los sacerdotes del Templo usaban como excusa para
someterse al Imperio, mientras se enriquecían.
Su Pueblo lo
recibió con palmas, sus doce apóstoles lo seguían con lealtad y arrobo,
mientras él predicaba y orientaba a la salvación terrena y a la intercesión de
su padre, un dios que velaba por ellos los judíos, y que solo pedía
cumplimiento de diez mandamientos en los que estaba garantizada la virtud como
puerta de acceso al Cielo.
Pero todo se complicó y la traición de Judas le hizo caer en la venganza Imperial que lo crucificó como a los más malvados delincuentes.
Y aquella vida
truncada, aquellos sufrimientos horribles, hoy día siguen siendo recordados por
sus seguidores que, en unas fechas señaladas, le recuerdan y realizan actos en
su honor y recuerdo de sus enseñanzas y milagros.
Todos los años, a
su fin, miran como beben los peces en el río, y se pegan las grandes comilonas
familiares, en honor al bravo Nazareno que al tercer día resucitó y se fue a
los Cielos a contar a su padre-Dios la ingratitud de sus paisanos.
Y yo me pregunto
¿Qué tiene que ver la epopeya del judío con la parafernalia navideña?
Si sacó a cintazos
a los mercaderes del Templo, ¿Cómo no arremete con Walt Street y los mercaderes
de armas?
Borrachos y ahítos de
manjares caros y exquisitos sus actuales seguidores, ven con displicencia el
hambre que en sus mismas Tierras se mantiene por la población desposeída sin
una palabra de los cleros y poseedores enfrascados en sus ritos de recuerdo del
gran profeta, pero que a la vista de lo conseguido dudo mucho que fuera el
Mesías.
¿Seguiremos
esperando?
En Palestina mueren
sin defensa, es un genocidio y los buenos cristianos comen y beben y ríen con
el burrito sabanero y parecen conformarse con aquel Mesías.
Yo no lo creo, los
buitres que se apoderaron del oro, hoy también se apoderaron del legado del
profeta Jesús, y han anulado el Humanismo de su mensaje y el contenido de
Progreso para el Género Humano que aún espera a su redención y vida digna en la
que una Casa, un Trabajo, Pan y Libertad, les permita decir que ya llegó el
Mesías.
Merry Christmas;
farsantes.
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