UN AÑO DE MILEI: RADIOGRAFÍA DEL ESPANTO
POR MARCELO VALKO,
Veamos. Ni bien asumió la presidencia, Milei ejecutó una devaluación récord
para evitar caer en una hiperinflación que según sus elucubraciones “estaba
viajando al 3.678% anual” (Clarín, 15/12/2023).
Una magnitud que de ninguna manera se avizoraba en el horizonte ni estaba en carpeta de ningún analista económico con dos dedos de frente y los pies en la tierra. Simultáneamente se liberaron los precios de alimentos, medicamentos, prepagas, combustibles y servicios (Luz, Gas, Agua, Telefonía). A su vez los sueldos permanecieron fijos y en el mejor de los casos muy rezagados.
No es
necesario ser la reencarnación de Adam Smith o cursar un cuatrimestre con
Milton Friedman para imaginar cuáles fueron las consecuencias de tales
variables desbocadas que libraban a la población a su suerte. Aquellos primeros
meses de “sinceramiento de precios” como los llamó alegremente el flamante
presidente fueron devastadores. Los repositores de los supermercados no daban
abasto, ni bien terminaban de modificar los precios en las góndolas y ya debían
aumentarlos otra vez al día siguiente.
El recorte para achicar el Estado a su mínima expresión apuntó a la
educación en todos sus niveles, la salud, comedores sociales y lxs jubiladxs.
Al mismo tiempo dispuso millones de dólares para reequipar al ejército con
material que el Primer Mundo descartaba como los 24 aviones F16 que compraron
por U$S 650 millones que Dinamarca usaba desde 1980 (CNN en
Español, 17/04/2024).
La velocidad del vergonzoso desastre producido este año no tiene parangón
alguno en la historia reciente de un país curtido por continuas caídas al
precipicio. Durante 2024 cayeron estrepitosamente las ventas
minoristas, lo mismo ocurrió con la construcción, donde además el gobierno
paralizó la obra pública.
Este año
varias veces viajé a Río Negro respondiendo invitaciones del sindicato docente
y pude comprobar in situ lo que significa tal recorte. Produce estupor
transitar por la ruta nacional que va del aeropuerto de Neuquén a Río Negro y
observar tramos inconclusos de la autopista en tanto los obradores permanecen
abandonados al costado. Tengamos presente que la construcción es un rubro que
dinamiza otros sectores de la economía (hierros, transporte, cementeras, etc.).
Continuemos. El 30% de la población dejó de pagar impuestos, el 27% no
abonó servicios básicos como Luz, Gas, Agua, mientras que un porcentaje similar
recortó, a su pesar, la compra de medicamentos. Sobre esta última cuestión, el
legislador “libertario” Julio Moreno Ovalle al ser consultado con absoluto
desparpajo respondió lo siguiente: “No creo que los jubilados se mueran por no
tomar un medicamento. Esa persona debe tener parientes, gente que la pueda
ayudar. No debe ser para tanto” (Tiempo Argentino,
04/12/2024).
El
consumo general con respecto a 2023 cayó un 20% mientras que la pobreza aumentó
un 10%. La pobreza en menores de 18 años llega al 65,5% y la indigencia al
19,2%. Traducido significa que la cantidad de indigentes subió casi el doble.
En resumen. Al cumplirse este primer año de Milei el 49,9% del país es
pobre (23 millones de personas), mientras que el 13% directamente es indigente.
No olvidemos que estamos hablando de Argentina que se autopercibía como “el
Granero del Mundo” (utilizo tiempo pasado). Quizás convenga quitar el
maquillaje semántico de tales indicadores: pobres son
aquellos a quienes sus ingresos apenas les alcanzan para comer y nada
más, indigentes son quienes su ingreso no les alcanza
ni siquiera para alimentarse a diario.
Reitero
lo que afirmé en notas anteriores: Argentina no era así. Cuando yo era chico en
el colegio la maestra nos enseñaba que “Argentina es el país del trigo y las
vaquitas” y nadie buscaba comida en los contenedores de basura, la inseguridad
alimentaria era algo totalmente desconocido.
Sobre tales rubros, repasemos títulos de los últimos días: “Se derrumbó el
consumo de carne vacuna y no creen que vaya a recuperarse en el corto plazo” (La Nación, 18/11/2024); “Panaderos en crisis: las
ventas cayeron 53% en el año y ya cerraron casi 400 locales” (Ámbito Financiero, 05/12/2024).
Traduciendo este espanto, significa que la mitad del país está excluido con
muy pocas esperanzas de regresar mientras que la otra mitad…¿Qué ocurre con esa
otra mitad? Opta por ignorar el apocalipsis, mientras celebra el dólar barato,
el mismo becerro de oro que nos traicionó hasta decir basta.
¿Batalla
Cultural?
Existe además una amenaza que guarda relación con lo ideológico donde Milei
se asume como líder del “Mundo Libre”. Debemos admitir que, por conveniencia,
curiosidad, fenómeno psiquiátrico o vaya a saber qué, el hombre de la
motosierra que realizó un ajuste draconiano que ni siquiera la Dictadura se
animó a realizar mientras recibe mensajes de su perro muerto, llama la atención
internacional llegando a la portada de TIME en una
nota no necesariamente elogiosa al igual que el New York Times que
habla “de un nuevo capítulo caótico argentino” (12/12/2024).
Durante
este año avanzó en lo que denomina Batalla Cultural. El objetivo es desalojar
al “zurdaje”, una enorme bolsa de gatos donde caben Pueblos Originarios,
ESI-género, la universidad, gremios, INCAA, INTI o el INTA entre otros. Frente
a los paros de los gremios asume una actitud que oscila entre lo desafiante y
la absoluta indiferencia según de qué sector se trate, retomando aquel axioma
“ramal que para ramal que cierra” planteado por su ídolo el peronista Carlos
Menem.
Mientras
criminaliza las protestas su ejército de troles ejercen una suerte de policía
del pensamiento persiguiendo incluso a periodistas críticos a quienes acusa de
“ensobrados” por mínimas observaciones. Recordemos que Argentina es el único
país del mundo en votar en la ONU en contra de una simple e inocua moción de protección
a Pueblos Originarios y repitiendo luego tal “hazaña” contra la cuestión de
género.
Su
gobierno cuestiona la condena a los represores de la Dictadura desaparecedora
de personas, y hasta pone en duda el número de los 30.000 desaparecidos.
Reivindica como prócer un genocida de indígenas como fue el general Julio Roca,
el mismo héroe de clase que eligió el dictador Videla en su momento. El
gobierno “Libertario” está lanzado a una cacería de “zurdos de mierda” a
quienes supone agazapados tras cada esquina.
Del otro lado del mostrador, la oposición, tras un año del resultado electoral,
aun no asume ni comprende lo ocurrido y por ende no sabe para dónde correr. La
izquierda, por ejemplo, continúa sumergida en su microclima satisfecha de su
cruzada para convencer a los convencidos de siempre. Sobre el peronismo, ahora
tenemos la novedad del enfrentamiento de CFK como presidenta del PJ con el
gobernador Kicillof, mientras ningún nuevo liderazgo de recambio se avizora…
Heidegger decía por ahí que “El ser crece en la tempestad”. Es probable que
tenga razón, pero esta tormenta ya viene durando bastante y el pronóstico
augura todavía más oscuridad dada la apatía general ante el naufragio de
valores. Pero la historia tiene flujos y reflujos, como diría Giambattista
Vico el corsi e ricorsi de la historia no avanza de
forma lineal, sino en ciclos que se repiten, avances y retrocesos. Más que
nunca es momento de resistir al oscurantismo de una época en la cual Milei es
un emergente momentáneo del espíritu de época. Siguiendo a León Felipe, agrego
para terminar, la historia es larga, las estrellas no duermen y un día habrá
rendición de cuentas. Es lento, pero viene…
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