EL RACISMO
INSTITUCIONAL LLEGA A TU MESA
POR DAVID
BOLLERO
Una persona migrante pone en marcha el hornillo en una
chabola en Lepe (Huelva).Bea Vaz
Estas
Navidades se ha vuelto a incendiar uno de los asentamientos chabolistas en los
que malviven los temporeros migrantes. Más de 120 infraviviendas quedaron
reducidas a cenizas en Lucena del Puerto (Huelva). Ni es la primera vez ni
será la última, porque es pasmosa la pasividad de las Administraciones Públicas
ante esta situación de clara vulneración de derechos humanos. La Junta de
Andalucía saca pecho de producción agrícola y, junto a los rastrojos, quema la
explotación ilegal que hay detrás de un porcentaje de esos alimentos que llegan
a nuestras mesas y se exportan al extranjero.
Si realizan el ejercicio de buscar la noticia en internet comprobarán cómo en prácticamente ninguna información se hace referencia a las víctimas. Es muy significativo, porque si el incendio se hubiera producido en un bloque residencial de familias españolas este dato figuraría en el mismo subtítulo, aclarando que no había que lamentar víctimas mortales. No es el caso.
Con
motivo de la DANA ya se evidenció el olvido en el que se encuentran estos temporeros migrantes y
mi colega Raúl Bocanegra ha dado voz a las numerosas ONGs que llevan décadas
denunciando la situación. El
último informe de la organización Andalucía Acoge no
sólo denunciaba las condiciones infrahumanas en las que se ven obligadas a
vivir estas personas migrantes, sino también las extorsiones a las que son
sometidas, pagando hasta 10.000 euros por un trabajo y 2.000 para ser
empadronados.
En
este último caso, el del padrón, no habría extorsión posible si los
Ayuntamientos de la zona fueran más proactivos. Su inacción les convierte en
cómplices tanto como la misma Junta de Andalucía. En el reciente Debate del
Estado de la Comunidad que Andalucía, el presidente Juan Manuel Moreno
Bonilla (PP) volvió a sacar a relucir su Plan Easen para para la erradicación
de asentamientos informales e infraviviendas y la inclusión social de
personas residentes en zonas agrícolas de Andalucía conformados por población inmigrante. Comienza
a repetirse casi tanto como los incendios que consumen estos asentamientos.
Moreno
Bonilla avanzó que este plan se aprobará en 2025 y que será pionero en toda
España. Obvió decir el presidente que la formulación del Plan Easen ya fue
aprobada por Consejo de Gobierno en julio de 2023… y sigue sin salir adelante.
¿Tiene motivos la oposición, por boca del coordinador de Izquierda Unida
Andalucía, Toni Valero, para hablar de “racismo institucional”? Los hechos
hablan por sí solos. Desde hace un año y medio, si esta cuestión hubiera sido
prioritaria para Moreno Bonilla, los resortes de la Administración se habrían
puesto en marcha. Otros asuntos, como los regalos fiscales a las personas más
ricas o la actualización –eufemismo de subida- del sueldo del presidente se
ejecutaron a un ritmo frenético.
La
humanidad es ante todo lo primero a lo que interpela la situación de esta
población migrante; un trato humanitario que les ha sido negado por las
Administraciones. Paralelamente, es una cuestión de competencia desleal con
todos aquellos productores que cumplen la ley y velan por el bienestar de
sus trabajadores. A la luz de los hechos y, muy especialmente, de la ausencia
de ellos, el gobierno de Moreno Bonilla no ha prestado la debida atención a
ninguna de estas dos perspectivas. Tan solo parece relevante que las cifras de
producción y exportación de frutas y verduras crezcan año a año, sin importar
el trato inhumano que en muchos casos hay por detrás.
Como
recordaba estos días Valero, durante el ya finalizado 2024, "se han
descubierto más de 15.000 empleos en fraude y las inspecciones laborales han
sacado a la luz un incremento del 135% en las infracciones". Moreno
Bonilla no habló de eso en su mensaje de fin de año y tampoco sus políticas se
encaminan en esa dirección. 2025 puede ser un buen año para que la opinión pública
tome conciencia de que no podemos mantener a una parte de nuestra población en
los márgenes solo porque a día de hoy sus calamidades no nos alcanzan de manera
directa. Ese no es el modo de construir un país próspero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario