ESTADOS UNIDOS DE LATINOAMÉRICA
POR
EDUARDO SANGUINETTI,
especial para NOVA
Nadie es inocente, un pueblo en estado de anomia que se arrodilla ante esta bola de sebo lo legitima al enano, obeso y repugnante, ¿o acaso se ha perdido el estilo?
"Cuándo el proceso de degradación
se naturaliza, es indispensable aplicar una nueva lógica para una nueva
situación y cualquier ensayo resulta pertinente, además de admirable, en los
bordes del ávido camino de sobrevida.
En lo sucesivo, todo se mueve en niveles cambiantes: nuestros pensamientos,
nuestros sueños, nuestras acciones, nuestra vida entera.
Una red en la que caemos desde una a otra plataforma de nuestro escenario. De
aquí en adelante caminamos divididos en miles de fragmentos, caminamos con filamentos
sensibles que se nutren resignadamente al pasado y todo se derrite en sonidos y
tristezas, caminamos contra un mundo unido, tendencia porno, afirmando nuestro
desacuerdo... La vida nos invita a optar, en adquirir y eliminar vínculos de
todo tipo" (Fragmento de mi novela Morbi Dei, Ed. Corregidor, 1985).
Yo, Eduardo Sanguinetti, un
iconoclasta y humanista, les comento, con sonrisa dibujada, a fanáticos de
ideologías miserables de ocasión, traidores, aplaudidores rutinarios, cobardes
y oportunistas negociadores de la vida de pueblos temerosos y dóciles, que
hacen de este mundo un espectáculo insano de cabaret “al paso”, sin nada que
enaltecer, salvo carecer de ideales formidables porque vivir y luchar,
transitando en disfrute las laderas sinuosas de la existencia, afirmo, en
tiempo y espacio, que, las deformaciones que sufrieron los movimientos de
izquierda disfuncionales, nacidos en Europa al intentar “trasplantarlos” a
América Latina, hicieron que toda clase de aberraciones se cometieron en nombre
de lo manifestado por Marx, Trotsky e incluso la corriente maoísta china.
Ningún movimiento o partido político que
se considere a sí mismo marxista, sea de vertiente trotskista, estalinista,
maoísta o guevarista, en América Latina, ha sido claro exponiendo de manera
categórica la convicción de que esta América Latina no es ni fue jamás una
nación constituida basada en la unión de los Estados Unidos de Latinoamérica,
fundamentados en fines y principios socialistas, tan ligados al humanismo y la
cultura, según transcurrieron siglos de permanecer en un planeta, donde
primaron siempre la codicia, la explotación y la servidumbre de los más
frágiles, expuestos a las requisitorias de ignorantes y inquisidores,
travestidos de defensores de imperios putrefactos…
Proyectados hoy en Occidente y el mundo por un tal Donald Trump pintado
de naranja que parece que ha llegado con la finalidad de dar vuelta el destino
del mundo, excluyendo, tomando, quitando persiguiendo, negando cambio
climático, y su corte de autómatas, entre ellos se destaca el super star
animador de vodevil, cerdito capón Javier Milei, destructor de
Argentina, servido en bandeja por gobiernos que lo antecedieron, todo un
“combo”, articulado en centros de inteligencia de Israel y EEUU, a este
infeliz, la mascota ideal para hacer y deshacer planes y estrategias oblicuas,
con un pasado que lo condena…
Que mejor, para infiltrarse elevando banderas de libertades apócrifas,
vociferando, insultando, blindado por poderes espectrales, con entorno porno de
pedófilos, fugadores, tratantes de personas que cumplen funciones en un
legislativo prostibulario, donde todos cobran a tiempo su platita.
Nadie es inocente, un pueblo en estado
de anomia que se arrodilla ante esta bola de sebo lo legitima al enano, obeso y
repugnante, ¿o acaso se ha perdido el estilo?
Hoy dueños del mundo, bestias
mononeuronales del capitalismo, cáncer de la humanidad paria, dicta y rige, se
hizo pandemia no declarada, en proceso eutanásico, en plataformas streaming,
medios corporativistas del sionismo, que manipulan la comunicación excremental
donde la mentira de ninguna verdad ha tomado sitial de honor, en todos los
ámbitos de este nuevo ciclo que ha iniciado su sendero de barro y sangre,
esclavizando y reprimiendo a quiénes se niegan a aceptar el estado de las
cosas, por demás atroz, en este tercer milenio de boatos fúnebres, donde la
historia, ha sido eliminada, junto a sus talentoso representantes.
Hago la salvedad de que el único que lo
ha manifestado y legitimado en acto, hasta su muerte, sus ideales socialistas,
jamás negociable , fue Ernesto "Che" Guevara, referente
ineludible del hombre que con fidelidad a sus ideales revolucionarios puestos
en acto, con valor y capacidad de renunciamiento, supo ser muy claro en la
exposición de sus ideas socialistas, fundamentadas en los principios
fundacionales de la tan mentada Patria Grande, término acuñado en las guerras
de independencia de este continente.
Y sin dar lugar a dudas, afirmo que
ningún movimiento o partido político que aspire a representar a su pueblo puede
negarse a esta afirmación que hago desde la convicción y el hartazgo de tanto
simulacro puesto en acto en nuestra historia, fraguada en usinas de
inteligencia de imperio eliminador de la vida en libertad.
Sobre todo en el presente, donde ridículos gobiernos de esta Latinoamérica
prostituida, narcotizada, imponen dictatorialmente la Ley de Mercado, en nombre
de una libertad pintada a mano en los muros, eliminando nuestra historia, plena
de traiciones, cobardía y esclavitud negociada, de pueblos sumidos en la
indigencia, en nombre de una democracia ficcional, virtual, manufacturada por
IA.
La fragmentación y balcanización de
América Latina es la esencial y puntual razón, un prerrequisito, para que el
imperialismo siga existiendo en estas tierras, devastando nuestras tradiciones,
nuestras culturas en franca desaparición e imponiendo su política de vasallaje
y esclavitud, implementada por las multinacionales de tendencia neoliberal, que
pareciera tienen sitio de honor en nuestros territorios y nuestras comunidades.
En consecuencia, quien se niega a
considerar el problema de la división y fragmentación de nuestra América
Latina, en naciones divorciadas y a veces enfrentadas, engaña a su pueblo,
muchas veces ya cansado de tanta farsa y temeroso de los poderes.
Los mandatarios de las naciones que
componen esta América Latina tan castigada deben llevar a cabo el prodigio de
conformar una sola nación, por cuya constitución debemos luchar con una
dialéctica clara y sin dobleces, pues quien no lo haga desde su puesto de
mandatario, estará colaborando para perpetuar la presencia del insano
imperialismo en nuestras tierras.
Simón Bolívar quiso reunir el Congreso
de 1826 para hacer de la América Latina una sola Nación en un pedazo de tierra
colombiana que hoy se denomina Panamá, un invento de nación que Estados Unidos
creó para dividir; una nación títere aliada del imperialismo.
La base de la nacionalidad
latinoamericana es la unión. Sin unión, América Latina continuará siendo un
depósito de seres en estado de miseria, materia prima descartable. para las
corporaciones ultraliberales criminales y la fuente inagotable para que las
futuras generaciones de sociólogos, historiadores y antropólogos alineen sus
estadísticas en congresos densos e interminables de lo que “pudo haber sido la
Patria Grande”, todo en un marco gastronómico, con bondades de nuestra tierra:
empanadas y buen vino, animado por el inigualable cantor de boleros, de tiempos
de dictaduras, el mandril Javier Milei.
(*) Filósofo (Cambridge, Inglaterra), poeta,
performer, ecologista, artista y periodista argentino. Pionero en el arte
performativo. Precursor del minimalismo en América Latina y del Land Art según
Jean Baudrillard. Autor del "Manifiesto de los indignados contra el
neoliberalismo'' año 2011. Miembro-asesor de The World Literary Academy
(Cambridge, Inglaterra), "Biography of the year Award" Historical
Preservation of America (1986), "Man of the Year" IBC Cambridge 2004,
Honoris Universidad de Bologna, Nominado en dos ocasiones a la Beca Guggenheim.
Miembro activo de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE).
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