UN POEMA DE MARÍA TERESA DE VEGA
POR ROSARIO VALCÁRCEL,
MOMENTOS
Dentro del pozo,
descansaba la luna.
En el agua
sumergí mis manos,
y dulcemente
removí la noche.
En mí, la
memoria viva
de las costuras
del cardón,
de los pinos, el
pinzón azul,
las grandes
piedras como asientos
o lechos salinos, con sus restos de algas.
Por la mañana,
temprano,
abrí la puerta
al huerto,
envuelta en un
soplo como luz,
saludé a la
aurora,
El sol no
deserta y sale.
Momento de gloria como el del amor,
Ardido o por
arder, cuando vuelves
de aquello que
en la vida
es muerte y
asciende.
María Teresa de Vega indaga en esa búsqueda filosófica del sol y la
luna, que según la leyenda griega son los eternos enamorados, entre lo
consciente y lo inconsciente y nos presenta lo que queda guardado en la
memoria, el acto de recordar con una memoria viva. Evoca las sensaciones de ese
“estado poético” que quedó impresionado en la retentiva igual que una conmoción
o trance que ahora revive con una visión tan significante.
En la segunda estrofa simboliza a través del esplendor de lo visible también
la resistencia del cardón y de la luz
como fortaleza del paisaje y finaliza con una reflexión del amor, que al
llegar a los versos finales, lo presenta como algo sublime, como un momento de
sensaciones de soledad o trance, un momento de
gloria con la metáfora del fuego que asociamos a la pasión. Y entonces
la poeta toma consciencia y medita sobre la fugacidad y el espacio gozoso de un amor que es divino y
transcendental.
Un poema magnífico que nos transmite la experiencia afectiva y nos
permite disfrutar de la intimidad, de la luz, del silencio y llegar al mundo
interior de la poeta: María Teresa de Vega
La narradora y poeta, María Teresa de la
Vega pertenece a una familia defensora de las letras: sus padres fueron María
Antonia Díaz, maestra, e Isaac de
Vega, escritor reconocido con el Premio Canarias de Literatura en 1988.
Licenciada en Filología Románica y con
estudios en la Escuela de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, su vida
profesional ha estado dedicada a la docencia de Lengua y Literatura Española en
diferentes institutos de Tenerife y Madrid, compatibilizando el trabajo con su
vocación literaria. En su narrativa coinciden lo poético y la reflexión de
carácter filosófico, haciendo uso de un humor sutil. Su obra destaca por su
lenguaje singular y la fuerza poética y existencial de sus textos. Así como por
expresar la atrocidad del mundo con extrema belleza.
Ha publicado cuatro poemarios,
'Perdonen que hoy no esté jovial' (2001), 'Cerca de lo lejano' (2006), 'Mar
cifrado' (2009) y 'Necesidad de Orfeo' (2015); tres libros de relatos, 'Perdidos en
las redes' (2000), 'Sociedad sapiens' (2005) y 'Cuentos excéntricos' (2019); y cuatro novelas, 'Niebla solar' (2009), 'Merodeadores de
orilla' (2012), 'Divisa de las hojas' (2014) y 'El doble oscuro' (2018).
Su narrativa, en general, da cabida a
fragmentos que colindan con lo poético y también a la reflexión de carácter
filosófico, incluso en algún caso, a situaciones donde se filtra un humor
sutil. El trasfondo hondamente filosófico y humanista que late detrás de toda
su producción literaria se comprueba en el tratamiento que da a los grandes
interrogantes de la humanidad sobre su origen, la identidad de los sujetos, su
desvivirse por el devenir y la preocupación por su condición mortal, la
sujeción a los territorios y al pasado, y la vindicación del amor, el afecto y
el arte como formas de elevación y superación frente a los conflictos.
Rosario Valcárcel, narradora y poeta.
Blog-rosariovalcárcel.blogspot.com
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