martes, 21 de enero de 2025

EN ADELANTE, SEÑOR QUIRÓN

EN ADELANTE, SEÑOR QUIRÓN

ESTHER PALOMERA

No le llame “defraudador confeso” que recibirá usted un burofax previo a una querella, llámele como le identifica en su móvil MAR, que por algo será. Sigan esa pista porque hay quien hoy está fuera de la política madrileña por preguntar, investigar, averiguar e intentar parar el chorreo de dinero público que se transfería al gigante de la sanidad privada sin orden ni concierto. Y aún así han preferido mirar hacia otro lado y callar.

Si hubiera un mínimo de dignidad y de decencia, no habría tanto silencio cómplice ni tanta impostura en el PP.

Hay quien hoy está fuera de la política madrileña por preguntar, investigar, averiguar e intentar parar el chorreo de dinero público que se transfería a la sanidad privada sin orden ni concierto. Y aun así han preferido en unos casos mirar hacia otro lado y callar ante el temor a más represalias y en otros, convertirse en valedores de las inconfesables conexiones entre políticos, medios y empresarios de la sanidad privada.

Alberto Quirón” es como MAR tiene en su móvil guardado el contacto del novio de Ayuso y la anotación mucho más que una mera asociación de ideas es señal de la dimensión del caso que nos ocupa y por el que el Fiscal General del Estado ha acabado siendo investigado por el Supremo. 

Por tanto, estimado lector, no le llame “defraudador confeso” porque aunque el fraude fiscal ha sido reconocido por el propio defraudador en escrito al Ministerio Público y acreditado por la Agencia Tributaria, usted puede recibir un burofax del abogado del novio de la presidenta  convocándole a un acto de conciliación previo a una querella. Ya ha enviado en torno a una veintena a ministros, periodistas y politólogos. 

En adelante, señor Quirón. Así no podrá demandar a nadie porque si lo hace tendría que llevar también a MAR ante los tribunales de justicia y no parece que esté por la labor. El jefe del gabinete de su pareja está haciendo más por su defensa que su propio abogado. Desde un cargo, por cierto, pagado con los impuestos de los madrileños.

Lo de “Alberto Quirón” es también la constatación de que ahí está el quid de la cuestión y la pista que el periodismo debería seguir porque hablamos de  miles de millones pagados a este grupo desde la administración regional durante los últimos tres lustros. Y no sólo desde la Comunidad de Madrid, porque ahora parece que también el Ayuntamiento de la capital -cuyo alcalde, José Luis Martínez Almeida, quedaría retratado para los restos si se hicieran públicos los mensajes que envió a Pablo Casado el día que denunció el pelotazo del hermano de Ayuso con el cobro de comisiones en la venta de mascarillas- también está bajo sospecha por beneficiar supuestamente a la misma empresa. 

Lo ha denunciado Más Madrid tras pedir el  acceso “a todos los expedientes de contratación” del Ayuntamiento de Madrid con las empresas del grupo Quirón, cuyo vínculo con González Amador, investigan desde el pasado marzo los tribunales. El mismo grupo ya había pedido también en la Asamblea de Madrid la comparecencia del novio de Ayuso en sede parlamentaria. Y es que, según Rita Maestre, en un primer análisis sus concejales han encontrado hasta 17 contratos del Ayuntamiento y sus empresas públicas con el grupo sanitario por valor de 250.000 euros, “la mayoría de ellos, contratos menores, sin concurrencia”. Pero la portavoz de Más Madrid ha apuntado a la posible existencia de más contratos, y “algunos con objetos o contenidos bastante dudosos”. Sigan esa pista porque la clave de todo está ahí, como demuestra la última exclusiva de Antonio M. Vélez en elDiario.es en la que destapa que la pareja de Ayuso pagó 77.000 euros a directivos de la empresa que su jefe en Quirón creó en Panamá.

 

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