domingo, 26 de enero de 2025

AYUSO Y SU PLAN MALVIVE

AYUSO Y SU PLAN MALVIVE

POR ANIBAL MALVAR

 

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a 24 de enero de 2025.Alberto Ortega / Europa Press

Daba el viernes este periódico noticia sobre los pisos que el Plan Vive de Isabel Díaz Ayuso ofrece a los ciudadanos madrileños como gran apuesta para solucionar el problema de la vivienda. La conclusión que uno saca es que los pobres, o sea, los posibles beneficiarios, son gente desagradecida. Dato mata a relato: 930 inmuebles se sacaron al mercado y se colocaron, pero 526 familias se han negado a aceptar las condiciones. Que se vayan p'alante a Cuba, que diría Miguel Ángel Rodríguez.

La presidenta madrileña está consternada, me dicen fuentes solventes. Ofreció a sus votantes libertad y ponerles un pisito. Más o menos lo mismo que le entrega a su mismísimo novio. ¿Qué mayor muestra de amor al pueblo que tratarlo cual si fuera tu churri, tu gordi, tu estafi, tu todo?

Hay una escena fabulosa en Million dollar baby, la gran película del paradójico Clint Eastwood, en la que Maggie Fitzgerald, una boxeadora que ha logrado dinero y fama después de cumplir los 30, le regala un chaletazo a su madre. Y la cabrona de la señora no se pone contenta. Más bien bufa. Le reprocha a su hija que cómo se le ha ocurrido ponerle mansión. A ver cómo limpio yo todo esto, tonta l'haba, le dice en perfecto inglés. Haberme dado el dinero, le grita.

Pues a Isabel Díaz Ayuso le pasa como a Maggie Fitzgerald, y yo siempre lloro viendo esa escena de la película. Así que cómo no voy a llorar mirando cuando se hace realidad en carnes de mi presidenta. Pobre Maggie y pobre Ida. Víctimas de su propia esplendidez. Bajo las balconadas de la Real Casa de Correos, deberían poner a dos coroneles con dos cubos recogiendo las lágrimas de Ayuso. Pues son lágrimas que la historia no olvidará.

Quizá un poco de culpa también la tiene Ayuso, pues ofreció a los madrileños libertad para tomarse cañitas y a lo peor acudieron a ver sus pisos en estado ebrio. Porque de otro modo no se entiende. O sea, el Plan Vive te alquila una vivienda en Tres Cantos por 888 euros al mes, concretamente un bajo de 40 metros, y lo desprecias. Es que no sé adónde vamos a llegar, con tantas ambiciones. Si apenas es el 78% del sueldo mínimo interprofesional por 40 metrazos. Luego el IBI, la comunidad, el agua, la luz, el transporte de los niños y el peyote que te los pague Txapote, que eso es lo que votó el pueblo madrileño y soberano.

40 metros cuadrados de sótano a 28 kilómetros del centro de Madrid por solo el 78% de tu sueldo es una ganga. Por mucho que los que rechazaron la oferta se quejen de que los materiales de construcción eran muy en plan playmobil. A caballo regalado no le mires el diente, que decía mi abuelo.

Resaltan desde la Comunidad de Madrid que estas magníficas ofertas inmobiliarias solo fueron posibles con la noble colaboración entre lo público y lo privado. Si es que lo que funciona una vez, funciona siempre. Los madrileños, con nuestros impuestos y nuestras cañitas con montaíto de calamares, regalamos suelo a las constructoras. Los florentinos, encantados con el regalo, mandan un propio adonde playmobil a comprar ladrillos y ventanas, subcontratan a varias empresas semiesclavistas para que erijan rápido y barato el presunto edificio y, finalmente, los mismos florentinos alquilan al ciudadano 40 metros de sótano por 888 euros. Es un modelo de gestión de lo público que no deja de asombrarme por su generosa eficiencia.

Isabel Díaz Ayuso es una incomprendida. A pesar de sus talentos y su edad, es una de esas madrileñas solteras que no puede permitirse el lujo de vivir en su propia casa sin compartir. Y ya sabes lo azaroso que es compartir casa. Te puede tocar de compañero cualquier delincuente.

 

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