lunes, 3 de febrero de 2025

EL MOMENTO DE FRENAR A TRUMP

EL MOMENTO DE FRENAR A TRUMP

Donald Trump inició su guerra de aranceles en Norteamérica y envió al secretario de Estado, Marco Rubio, a Panamá ¿Cuánto más esperará el resto del mundo para ponerle un freno?

DIARIO RED

Donald Trump — CNN 

Una de las preguntas políticas fundamentales, cuando aparece un movimiento autoritario, violento y oscuro en el mundo, es si los demás países harán algo para frenarlo, y en qué momento. Europa debe recordarlo bien: Hace 90 años, muchos países tuvieron dudas respecto del nivel de contundencia que había que ejercer contra Adolf Hitler, hasta que ya fue demasiado tarde. ¿Cuántas cosas logrará destruir Donald Trump antes de que el mundo reaccione?

Ni siquiera se han cumplido dos semanas del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y todos los días el mundo espera noticias de alguna nueva medida que genere una crisis. La última fue este sábado, al iniciar una guerra arancelaria en Norteamérica con la imposición de aranceles a sus tres principales socios comerciales: México, China y Canadá. Lo hizo con prepotencia, desde su casa club en Florida, donde firmó las órdenes ejecutivas para establecer un aumento generalizado de 25 por ciento de aranceles a productos de México y Canadá a partir del 4 de febrero. A los productos canadienses relacionados con la energía se les aplicará un arancel de 10 por ciento. En el caso de China, el nuevo arancel será de 10 por ciento adicional sobre los que ya se cobran. La orden ejecutiva incluye un mecanismo para aumentar los aranceles a los países afectados si estos responden con aranceles. “Creo que podría haber alguna perturbación temporal, de corto plazo, y la gente lo entenderá”, dijo Trump. “Los aranceles nos harán muy ricos y muy fuertes”.

Pero no se quedó ahí. El comunicado emitido por la Casa Blanca, aseguró, sin pruebas, que "las organizaciones mexicanas de narcotráfico tienen una alianza intolerable con el gobierno de México (…) El gobierno de México ha proporcionado refugios seguros a los cárteles para que se dediquen a la fabricación y el transporte de narcóticos peligrosos, que en conjunto han provocado la muerte por sobredosis de cientos de miles de víctimas estadunidenses".

Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió: “Rechazamos categóricamente la calumnia que hace la Casa Blanca al Gobierno de México de tener alianzas con organizaciones criminales, así como cualquier intención injerencista en nuestro territorio. Si en algún lugar existe tal alianza es en las armerías de los Estados Unidos que venden armas de alto poder a estos grupos criminales”, escribió Sheinbaum en su cuenta de X.

México no quiere una confrontación y propone establecer una mesa de trabajo con los mejores equipos de seguridad y salud pública para que el fentanilo no llegue a Estados Unidos ni a ninguna parte

El mensaje de la mandataria aclara que México no quiere una confrontación y propone establecer una mesa de trabajo con los mejores equipos de seguridad y salud pública para que el fentanilo no llegue a Estados Unidos ni a ninguna parte. Pero aclara que la soberanía “no es negociable” y que “no es con la imposición de los aranceles como se resuelven los problemas”. En el último párrafo de su mensaje, Sheinbaum instruye al secretario de Economía para implementar el “Plan B”, que incluye “medidas arancelarias y no arancelarias en defensa de los intereses de México”. El gobierno mexicano no ha detallado cuáles serán esas medidas.

Cerca de las 20:30 horas, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau anunció en conferencia de prensa que su país impondrá aranceles del 25 por ciento a Estados Unidos como respuesta a las medidas ordenadas por Trump. También confirmó que tendrá una conversación con la presidenta de México para entablar acuerdos sobre el T-MEC, tratado de libre comercio al que los ambos países y Estados Unidos pertenecen y que Trump prácticamente está sepultando.

“Nosotros no queríamos esto, pero Canadá se encuentra preparado”, dijo Trudeau.

Trump está probando a sus vecinos. Está midiendo cuánto pueden responder, como ocurrió hace una semana con el gobierno colombiano. Pero es un error pensar que, como lo hizo en su primera administración, será un gobierno de bravuconadas.

“Donald Trump suena igual, pero su Casa Blanca no podría ser más distinta”, dice un artículo publicado por la agencia AP, que narra como con Trump regresaron las maratónicas sesiones de preguntas y respuestas, la alfombra ovalada de color crema de la Oficina Oval, el botón de Diet Coke en el escritorio Resolute, las publicaciones nocturnas en redes sociales y la avalancha de órdenes ejecutivas. Pero eso no solo eso dice el artículo. Trump también ha congelado el gasto y las contrataciones federales, ofreció indemnización por despido a más de dos millones de trabajadores gubernamentales; terminó con los esfuerzos federales por la diversidad; indultó a los manifestantes del asalto al Capitolio; advirtió que llevará a migrantes en Guantánamo y “deshecho años de acciones de sus predecesores con un trazo de su rotulador Sharpie”. “Trump 2.0 se ve y suena mucho como en su primera etapa. Pero esta vez, el presidente tiene mucha más experiencia y está rodeado de un equipo que ha pasado años planificando su regreso a la Casa Blanca, desatando una rápida sucesión de medidas que ponen a prueba los límites del poder presidencial, siembran confusión y atraen la furia de los demócratas, que no están de cómo detenerlo”.

El pasmo evidente de los demócratas se suma al de los gobiernos de Europa, incluido el de España, que no atinan siquiera a enunciar una condena, a pesar de que Trump ya advirtió que también tiene en la mira a la Unión Europea, para la imposición de aranceles e incluso para la intervención militar en Groelandia.

Las respuestas más fuertes a las medidas del mandatario estadunidense han llegado de los gobiernos progresistas de América Latina

Hasta ahora, las respuestas más fuertes a las medidas del mandatario estadunidense han llegado de los gobiernos progresistas de América Latina, que en una correlación de fuerzas muy desigual han intentado enfrentarlo. Pero cada día, Trump va midiendo hasta dónde lo dejan avanzar. Si los países no le ponen freno, irá escalando en su proyecto político expansionista.

La guerra arancelaria que ha iniciado es la punta de lanza de un proyecto político mucho mayor. Los cálculos meramente económicos resultan insuficientes, ante el avance de este nuevo tipo de fascismo adaptado al siglo XXI. Y las consecuencias de no detenerlo a tiempo pueden ser gravísimas para todos los pueblos del planeta.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario