EL CASO DE LOS ERE:
LA HORA DE LA VERDAD
JAVIER PÉREZ ROYO
Tres autos que archivan la causa contra
10 investigados, y los que están por venir, son resultado de la aplicación del
fallo del TC que transmutó "el mayor caso de corrupción de la
historia" en el mayor caso de 'lawfare' desde la entrada en vigor de la
Constitución
Este jueves la Audiencia de Sevilla ha
archivado la causa contra diez investigados en tres procesos en los que se
sometían a juicio las ayudas concedidas a Egmasa, Novo Comlink y Siemens. Son
tres autos de las decenas que se irán conociendo en los próximos meses a medida
que se vaya aplicando la sentencia dictada por el Tribunal Constitucional, que
transmutó “el mayor caso de corrupción de la democracia” en el mayor caso
de lawfare desde la entrada en vigor de la
Constitución.
En la partida presupuestaria con base en la cual se financiaron los ERE no hay delito alguno, ya que el Parlamento, por definición, no delinque. En consecuencia, únicamente en aquellos casos en que se hubiera hecho un uso desviado o fraudulento de la partida presupuestaria se habría cometido un delito.
El canon para determinar la cantidad
defraudada no es la cantidad presupuestada, que es el canon seguido por los
jueces y magistrados de la Audiencia Provincial de Sevilla y del Tribunal
Supremo, sino aquella parte de la cantidad presupuestada de la que se ha hecho
uso indebidamente.
Todavía quedan muchos casos por
resolver, pero se puede anticipar de manera fundada que las decisiones
judiciales van a dar por buenas la inmensa mayoría de las medidas de aplicación
de la partida presupuestaria, reduciendo el fraude a una cantidad que se moverá
entre el tres y el cinco por ciento de la cantidad presupuestada. Fraude
injustificable y merecedor del castigo que corresponda. Pero un fraude que está
a años luz del que pregonan los dirigentes del PP y que no permite calificar de
corruptos a los Gobiernos presididos por Manuel Chaves y José Antonio
Griñán.
Porque lo que no se puede dejar de subrayar es que se trata de
un fraude que no ha sido perpetrado ni por los presidentes de la Junta de
Andalucía ni por la casi totalidad de los miembros del Consejo de Gobierno. En
Andalucía no ha habido los Rato, Zaplana, Mata, González, etcétera, del
PP. Los Autos o Sentencias mediante los cuales se vaya dando respuesta a
los centenares de casos que quedan por resolver lo dejarán meridianamente
claro.
Ello no impedirá que Juanma Moreno Bonilla, Elías Bendodo
y Alberto Núñez Feijóo o Miguel Tellado continúen proclamando urbi et orbe la
tesis del mayor caso de corrupción de la democracia. Pero frente a cada una de
esas mentiras habrá que recordar “la verdad judicial” que los autos y
sentencias pondrán ante los ojos de los ciudadanos y ciudadanas.
El caso de los ERE ha sido una cacería judicial, que
afortunadamente ha podido ser corregida dentro de nuestro Estado de Derecho. El
dolor producido ha sido inmenso. Eso no es reparable. Queda, por lo menos, la
satisfacción de que la dignidad de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio
Griñán y la de los miembros de sus Consejos de Gobierno ha quedado
intacta.
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