CONSEJOS LEGALES
CONTRA LAS EMPRESAS DE DESOKUPACIÓN
No pueden entrar en tu casa, no tienes obligación de dar información ni de
firmar ningún documento, es recomendable grabar las conversaciones…
Empresas de desocupación. / J. R. Mora
El
negocio de la desokupación está en auge, cuenta con mucha visibilidad en medios
de comunicación y redes sociales y proliferan anuncios publicitarios de este
tipo de empresas en todos los barrios obreros del país, desde cartelería hasta
folletos en los parabrisas de los coches. El servicio que ofertan es el
desalojo de personas que habitan una vivienda sin título más rápido que un
juzgado y sin papeleo legal. Ofrecen una mediación con quienes habitan los
inmuebles y un servicio de control de acceso para evitar que las personas vuelvan
a entrar en la vivienda cuando la abandonan. La visibilidad de estas empresas
corre paralela a los alarmistas discursos sobre la ocupación de vivienda, que
hace que la opinión pública crea que hay casi 1.000 veces más ocupaciones de las que existen.
En la práctica, vemos que este servicio actúa numerosas veces al margen de la legalidad y sólo viendo la estética que presentan sus promotores es fácil concluir que están más cerca de un grupo parapolicial que de un servicio de mediación extrajudicial. Los relatos y denuncias recopilados durante estos años narran que actúan en diferentes fases: la de vigilancia, la de negociación –con coacciones, amenazas y mentiras– y hasta la de intimidación física. Las actuaciones de estas empresas no diferencian entre tipos de habitantes; pueden actuar frente a personas que han ocupado una vivienda abandonada, inquilinos morosos, inquilinas que están al corriente de sus pagos pero la propiedad no quiere esperar al fin del contrato, o vecinas de rentas antiguas protegidas por la antigua ley de alquileres.
Ante
esta situación cada vez es más urgente acabar con la impunidad con la que
actúan estas empresas y frenar los discursos de criminalización y odio contra
los grupos más vulnerables, como la inmigración y las personas con menos
recursos, sobre los que sustentan sus negocios.
Con
este ánimo hacemos esta recopilación de consejos legales sobre tus derechos
frente a las empresas de desokupación.
1.
No pueden entrar en tu casa. El derecho
fundamental a la inviolabilidad del domicilio protege a las personas de las
intromisiones ilegítimas en sus viviendas. En tu casa no entra quien tú no
quieres. Este derecho fundamental solo puede ser suspendido si la autoridad (la
policía o los funcionarios del juzgado) cuentan con una orden judicial que
autorice la entrada en tu domicilio. Ni siquiera la policía puede entrar en un
domicilio sin una orden judicial, mucho menos trabajadores de una empresa de
desokupación. Si entran en contra de tu voluntad están cometiendo un delito de
allanamiento de morada, que es mucho más grave que ocupar una vivienda abandonada
y por supuesto más grave que atrasarse con los pagos de las rentas de alquiler,
que ni siquiera es delito. Estos delitos de allanamiento de morada pueden
denunciarse y más abajo contaremos cómo.
2.
No tienes obligación de dar información
ni de firmar ningún documento. Una de las prácticas que denuncian las personas
víctimas de este tipo de empresas es que en algunas ocasiones ofrecen un dinero
a cambio de firmar alguna documentación y facilitar datos personales. Es
importante saber que no existe ninguna obligación legal de ceder a estas
peticiones, sea cual sea la situación de titularidad de la vivienda. Si existe
un procedimiento judicial abierto por el título de la vivienda, será el juzgado
quien requiera esta información y ninguna otra autoridad.
3.
Es recomendable grabar las
conversaciones que se tengan con las personas que se identifiquen como
trabajadores de la empresa de desokupación. Si existen amenazas, coacciones o
algún tipo de intimidación, las grabaciones servirán para probar los delitos si
se deciden a denunciar. El Tribunal Supremo permite aportar como prueba válida
en un juicio estas grabaciones siempre que la persona que las aporte participe
en la conversación.
4.
Pide a la policía que identifique a las
personas de la empresa de desokupación si hay ocasión. Es muy probable que si
en tu puerta se presenta gente de este tipo de empresas, algún vecino o vecina
llame a la policía alarmados por la estética o las formas. También es posible
que seas tú quien llames a la policía. Si la policía acude, insiste en que tome
los datos de estas personas si están amenazándote o coaccionándote con
intimidación. Estos datos serán muy válidos para las futuras denuncias.
5.
Para hacer un control de acceso
necesitan el permiso de la comunidad de vecinos. Dentro de los servicios que
ofertan estas empresas a los propietarios de la vivienda está poner un control
de acceso, es decir, disponer a sus trabajadores a modo de vigilantes de
seguridad para impedir que la personas vuelva a entrar en la vivienda cuando
salgan. Si pretenden establecer este tipo de vigilancia en zonas comunes del
edificio, debes contactar con la comunidad de vecinos y explicar la situación.
Sin su autorización no pueden llevar a cabo este control de acceso dentro del
edificio.
6.
Si te han amenazado, lesionado, han
entrado en tu casa sin permiso, te han roto puertas, ventanas o mobiliario es
importante que denuncies y vayas al médico. a) Si tienes lesiones físicas o
sufres algún daño psicológico como episodios de ansiedad tras un encuentro con
una empresa de desokupación, es importante ir a un centro de salud para que te
atiendan y documenten en un parte médico las lesiones. b)Para denunciar
recomendamos acudir al Juzgado de Guardia que corresponda a tu localidad.
Puedes interponer la denuncia en tu nombre o puede acudir otra persona por ti
siempre que tenga un poder de representación especial. No es obligatoria la
intervención de abogado/a o procurador/a para interponer la denuncia, aunque si
se quiere puedes llevarlos. La interposición de la denuncia es gratuita. La
denuncia puedes realizarla por escrito o de forma verbal. Es importante que
relates de forma detallada los hechos y que aportes la documentación que pueda
probar lo que cuentas, como fotos, facturas de daños y partes médicos de
lesiones.
7.
Y sobre todo, organízate. Contacta con
colectivos o asociaciones que defiendan el derecho a la vivienda si sufres
amenazas o intimidación para que abandones tu casa. Los sindicatos de
inquilinas, las plataformas de defensa de la vivienda, o las asociaciones vecinales
son espacios donde puedes contar tu situación y encontrar asesoramiento y apoyo
para defender tus derechos.
La
privatización de la justicia que supone la proliferación de estos grupos
parapoliciales amenaza a las sociedades democráticas. Acabar con el negocio de
la desokupación no es solamente responsabilidad de quienes sufren el acoso en
su vivienda sino de todas aquellas personas que queremos seguir viviendo en
sociedades democráticas donde se respeten los derechos fundamentales.
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