SÍ SE PUEDE RECHAZA EL IMPACTO AMBIENTAL INSOSTENIBLE QUE SUPONDRÁ RETOMAR EL PROGRAMA DE TRENES INSULARES
La formación ecosocialista denuncia que en los últimos quince años el Cabildo se ha gastado ya más de 20 millones de euros solo en redactar proyectos y planos territoriales para esta infraestructura.
La coportavoz de Sí se puede Canarias, Vanesa Martín, ha mostrado nuevamente el rechazo de su formación a la implantación de los trenes como modelo de movilidad en un territorio frágil y colmatado como el nuestro, por “su impacto ambiental insostenible y su altísimo coste”.
Desde la formación ecosocialista aseguran que el gobierno liderado por Coalición Canaria quiere “continuar la senda de las obras faraónicas, que además suponen un enorme derroche económico”, recordando que solamente durante los últimos quince años ya se han perdido más de veinte millones de euros de los presupuestos insulares, solo para la redacción de proyectos y planes territoriales.
Señala que los trenes resultarán lesivos para el interés público, con un coste que según los cálculos realizados hace más de diez años suponían unos 2.447 millones de euros, aunque con la inflación actual podría ser muy superior. Vanesa Martín indica que, en el borrador del Plan Insular de Movilidad, sacado a exposición pública el año pasado, ya había una destacada apuesta por el tren, que se menciona en 109 ocasiones en las 293 páginas de la Memoria, mientras que el tranvía se menciona en 28 ocasiones, en 20 las opciones peatonales, en 15 la bicicleta, en 14 el taxi, mientras solo en dos ocasiones se hace referencia a los carriles bici. “No solo eso, los propios técnicos que elaboraron los informes para la Puesta en marcha de los sistemas de trenes de Tenerife, no recomendaron la Puesta en marcha de esta infraestructura”, asegura.
Indica que también en el propio Plan Insular resulta patente que la ciudadanía a nivel insular prefiere fórmulas de menor impacto, como los carriles bus-vao programados y no ejecutados, que tienen un costo de la décima parte que el sistema de trenes. No solo eso, “a pesar del empeño de Rosa Dávila y su gobierno, los datos de sus informes aseguran que este sistema de transporte no será eficaz en la disminución del tráfico privado, ya que por su ubicación en el territorio “servirá, según el estudio de alternativas de la memoria, para captar al 9,7% de los viajeros que se desplazan entre la zona metropolitana de Tenerife y el Sur, cifrados para 2027 en 67.539 desplazamientos/día de un total de 699.202, de los que el vehículo privado continuará sirviendo para el 70,6%, y la guagua por el carril normal para el 19,8% restante”.
La coportavoz recuerda que en ambas obras, la del Norte y la del Sur, habría numerosas viviendas afectadas, además de un gran número de expropiaciones, que suponen un coste extra y un grave perjuicio para numerosas familias. Rechaza el argumento de que “Canarias debe tener trenes ya que otras comunidades autónomas los usan, siendo una posición que no tiene en cuenta los límites insulares y lo limitado de este servicio en un territorio como el nuestro”.
Los ecosocialistas consideran que algunos de los análisis ambientales planteados sobre el tren están falseados, al atribuirle unos costes externos por contaminación atmosférica y cambio climático menores que la guagua, cuando en Tenerife la electricidad se produce en más de un 96% en las centrales térmicas de la multinacional ENDESA, y sólo una parte mínima proviene de energías alternativas. Si se cuentan las pérdidas en la generación y en el transporte de la electricidad, la contribución del tren (aunque sea eléctrico) al cambio climático y la contaminación es mayor que la de la guagua, sólo que las emisiones de CO2 y otros contaminantes estarían concentradas en el emplazamiento de las centrales térmicas.
Vanesa Martín opina que “nuevamente se vuelcan en una política más pensada en una obra millonaria, que una vez más dejarán grandes beneficios para el lobby económico de la construcción, sin pensar en el modelo de Isla y su sostenibilidad”. Además de eso, entienden que los trenes suponen un aumento del efecto barrera en numerosos barrios y pueblos atravesados por estas infraestructuras, en el Norte y en el Sur de la Isla, aumentando la dificultad de comunicación transversal de personas y mercancías, además de favorecer los crecimientos urbanísticos descontrolados en la zona más cercana a la costa.
Desde Sí se puede asegurar que sumarán sus fuerzas con las entidades sociales, ambientales y vecinas que plantean alternativas al modelo de movilidad sustentado en más cemento. La coportavoz asegura que “la movilidad sostenida sobre los intereses de los que compraron suelo rústico en los espacios previstos de las paradas de los futuros trenes y en el lobby constructor, es y será un modelo fallido”. En este sentido, tal como han realizado en otros momentos, promoverán acciones de rechazo institucional y social a este proyecto .
Saludos, Comunicación Sí se puede.
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