PITOS Y FLAUTAS ESPECULADORAS DE CURITAS
ANÍBAL MALVAR
No me lo creo mucho, pero parece ser que por fin un gobierno español se plantea romper los acuerdos firmados entre Estado e Iglesia en 1979 para evitar que los curitas nos mandaran otra vez a los generales a nuestras casas y escuelas, como en el 36. Los sucesivos gobiernos democráticos nos fueron privatizando servicios básicos como la energía, el teléfono, el agua, el cole, la sanidad y hasta el sol, y sin embargo nunca apartaron de la esfera de lo público a ese ejército de voz aflautada que ha luchado desde tiempos inmemoriales contra todo tipo de progreso científico, cultural, social, político, económico, anti-racista, feminista y LGTBI, por poner solamente algunos azarosos ejemplos. O sea que felizmente, quizá dentro de dos o tres siglos, nos privaticen también la Iglesia, que según varios informes muy documentados y laboriosos --la opacidad de los datos convierte la cantidad en un misterio inescrutable como el de la santísima trinidad-- cuesta a las arcas púbicas, entre pitos de curitas y flautas como las exenciones fiscales, alrededor de 11.000 millones al año.