domingo, 8 de diciembre de 2024

LA TURBA CONTRA JUANA RIVAS

 

LA TURBA CONTRA JUANA RIVAS

IRENE ZUGASTI 

Lito Lizana / Zuma Press / ContactoPhoto

Mentirosa. Secuestradora. “Peón propagandístico”. Loca. Delincuente. Manipuladora. Un peligro para sus hijos. Monstruo

Esta semana supimos que la fiscalía italiana procesa a Francesco Arcuri, ex pareja de Juana Rivas, por presunto maltrato a sus hijos. Arcuri, que ya fue condenado en 2009 por lesiones contra su entonces pareja Juana, sometía a ambos niños “habitualmente a violencia física, vejaciones, insultos y amenazas” según el informe fiscal. El hijo menor continúa viviendo bajo el mismo techo que este maltratador forzado por la justicia italiana pese al proceso penal abierto. El otro hijo de Juana, ya mayor de edad y que habita junto a su madre, ha pedido públicamente en un vídeo que la justicia ampare y proteja a su hermano de la ira de su padre.

¿Quién repara tanto dolor? ¿Qué justicia te devuelve los años perdidos? Podríamos decir que la situación de Juana es consecuencia de un sistema judicial patriarcal y del machismo mediático que le dio cobertura. Esa violencia institucional es la explicación estructural y la única que logra justificar la cadena de infamias que castigó durante más de una década a esta mujer y a dos menores de edad, como bien relata Marisa Kohan. Pero todas las estructuras se componen de elementos, y todas las cadenas se mueven rueda a rueda dentada. Con nombres. Con responsables. Y yo quisiera hoy pasarles la factura.

A Juana la lincharon periodistas como Andros Lozano en el Español, con el reportaje que la bautizó como “la gran manipuladora”

Lo de Juana fue un arrancamiento. Le arrebataron a sus hijos en una extirpación, pretendidamente quirúrgica, (ya saben, ley y orden) pero cargada de inquina. Aprendí lo que era el arrancamiento de boca, por cierto, de Pamela Palenciano, otra de las valientes que tiene las espaldas curtidas de odio. A Juana le arrancaron a sus hijos varias veces: cuando la justicia española les desprotegió al no considerar a esos niños víctimas de la violencia que, como se sabía, sufría su madre. Cuando ambos países no cooperaron, sino que consintieron llevar a esos niños a convivir con su padre. Cuando un juzgado de Violencia de género (y una jueza) guardó en un cajón la denuncia de malos tratos durante más de un año, como recordaba Vicky Rossell. Y por supuesto, claro, cuando apareció en escena él, el Juez Manuel Piñar, que con su misógina sentencia acusándola de sustracción de menores abrió la puerta a la turba que linchó a Juana. Piñar, ultraderecha con toga, plasmaba en sus sentencias los ejemplares castigos que él daría a toda mujer desobediente. No tuvo en cuenta ni el parte de lesiones ni la condena contra Arcuri de 2009, y dijo que Juana “explotaba el argumento del maltrato”. Y si le quedaba algo de odio (y negligencia) en el tintero, lo vomitaba en su muro de las frustraciones que era Facebook, insultando a esas feminazis que retaban su autoridad. Piñár, hoy jubilado, está siendo investigado por un posible delito de odio por unas publicaciones en sus redes sociales, porque tampoco le gustan demasiado los “gitanos, negros, moros y chinos”. También ha sido sancionado por la Comisión Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial por un comunicado sobre el caso Juana Rivas en el que revelaba datos personales y privados de los menores con una bajeza indescriptible. La justicia, amigas, no es una dama ciega que sostiene en equilibrio una báscula de bronce; es un fascista pitopáusico con la balanza trucada.

Después del arrancamiento vino linchamiento. Uno de verdad, de los que hacían a las brujas y a los esclavos, de los de antorcha, insultos y patadas, y no las memeces que he leído últimamente a propósito de linchar. A Juana la lincharon periodistas como Andros Lozano en el Español, con el reportaje que la bautizó como “la gran manipuladora”. O El Mundo, nido ideológico de la reacción contra las madres protectoras, donde hubo titulares infames, de hecho, obra de Quico Alsedo y Silvia Moreno, que todavía hoy mismo se afanan en ello. También Ana Rosa Quintana o Susana Grisso, que llevaron a Arcuri a plató saltándose todas la deontología y buenas prácticas en materia de informar sobre violencia machista. O Elisa Beni, que decía que “el conflicto era que las razones de Juana y las de Francesco sobre sus hijos comunes divergían”, impostando esa peligrosa y falsa neutralidad que ya le enmendaron en su día Isa Serra y Bea Gimeno. O Jiménez Losantos, brotado y enajenado, que la llamó zumbada,peligrosa, secuestradora y monstruo.  Y podría seguir leyendo titulares.

 

18 comentarios:

  1. raquel méndez dafonte = mitómana marlaskona

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  2. el bulo del culo version judia en paris

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  3. el bulo del culo y la humillacion del periodismo

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  4. el ultimo bulo en paris

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  5. ¿el bulo del culo version gallega?

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  6. "jorge luis gomez yañez"

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  7. ¿tan mitomana como judy munro- leighton?

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  8. la denuncia falsa que le puso anna paez

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  9. raquel mendez dafonte la espinosa sumision quimica de tecnocasa, raquel mendez dafonte el bulo del culo, raquel mendez dafonte juana rivas

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  10. "david leo garcia es inocente"

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  11. raquel mendez dafonte alienando a la niña mencía contra don antonio salgado

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  12. raquel mendez dafonte aun mas mentirosa que maria carmen angel lopez, caso conrado guasch gargallo

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  13. sandra maria fagil fraga no esta imputada, al tratarse de una fiscal aforada

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  14. montse minguez...¿presentará denuncia por acoso contra bertrand ndongo?

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  15. montse minguez blogspot

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  16. "operacion sargento moreiras"

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