CUMBRE DE LA OTAN EN
MADRID: EL ASESINO VUELVE AL LUGAR DEL CRIMEN
El domingo pasado en Madrid, la manifestación contra la OTAN partió de la estación de Atocha. Sin embargo muchos militantes seguían ignorando la implicación mas que probable de esta organización militar en los atentados que golpearon esta misma estación el 11 de marzo del 2004, en lo que fue nada menos que el mayor crimen de masas en Europa desde 1945. Siguen creyendo la versión oficial de 11-M ya que nunca han visto ni un solo fragmento de las grabaciones del juicio, durante el cual esta versión oficial se desmoronó audiencia tras audiencia. Sin embargo, para cerrar el caso, los jueces tuvieron que darla por buena en contra de toda lógica.
Muchos militantes anti-OTAN son conscientes de que esta organización mató a decenas o centenares de miles de inocentes en otros países (Yugoslavia, Irak, Libia, Afganistán, Yemen, etc). Pero no saben que a lo largo de su historia también mató centenares de inocentes en los países europeos miembros de esta supuesta “alianza”, como quedó probado en el caso Gladio (que abordaremos mas adelante). Pero aparte de esta ignorancia del historial de la OTAN, otros factores pueden explicar que pocos hayan contemplado la pista de su autoría en el 11-M:
– las cortinas de humo que echan sobre el tema unos cuantos medios de derecha al lanzar acusaciones en otras direcciones.
– el silencio absoluto de la mayoría de los medios mainstream y de muchos alternativos sobre el contenido concreto de las audiencias del juicio, y sobre las mentiras evidentes de la versión oficial del 11-M.
– otro factor explicativo se sitúa a un nivel mas emocional que racional. Se trata de la dificultad de superar el vértigo que uno siente cuando contempla la hipótesis de la autoría de una organización supuestamente responsable de nuestra seguridad, y luego de contemplar que tantos órganos políticos y mediáticos hayan mentido (al menos por omisión) sobre un asunto tan grave. Uno tiene que conseguir superar este vértigo para estudiar seriamente temas como el 11-M. Y una vez superado, es como caminar por la loma de una montaña, hay que tener cuidado de no caer en dos trampas opuestas: la de creer todas las versiones oficiales y la de creer todas las teorías alternativas.
“11-M”, el documental de Netflix
El documental sobre el 11-M que difundió Netflix en marzo ilustra perfectamente esta primera serie de factores. Los medios de comunicación hicieron mucha publicidad para este documental difundido por la plataforma de videos norteamericana, a pesar de que no aporta nada nuevo. Adopta el punto de vista bastante común de quienes se creen muy valientes y muy progresistas por el mero hecho de criticar a Aznar. Por supuesto Aznar es criticable, pero solo fue un lacayo del sistema, un pequeño tentáculo sacrificable del pulpo capitalista, cuyo verdadero brazo armado en Europa es la OTAN. Le viene de maravilla al sistema que se limiten a criticar la reacción de Aznar al atentado y que así tengan la atención desviada de las enormes incoherencias del atentado en sí.
Para disuadir de criticar la investigación judicial, este documental pone en escena los representantes mas caricaturescos: Federico Jimenez Losantos y Pedro J Ramirez, que probablemente nunca investigaron personalmente a fondo el 11-M, al contrario de los periodistas Fernando Mugica y Luis del Pino, cuyos nombres son completamente silenciados. La trayectoria de estos periodistas es muy interesante. Al cabo de cierto tiempo investigando y publicando artículos sobre la masacre, cambiaron de opinión en cuanto a sus autores, y curiosamente eso coincidió con el fin de sus artículos dedicados al tema (sin duda a raíz de presiones). En concreto empezaron creyendo que era un asunto interno del estado español y luego se pusieron a pensar que había sido ideado, o que contó con la participación de los servicios secretos estadounidenses [1].
En todo caso, es un muy buen ejercicio comparar este documental con el que realizó el autor de estas lineas, donde se pueden ver una veintena de audiencias, mientras que los espectadores de Netflix no escucharon ni una sola palabra pronunciada en el juicio. Ya se puede encontrar este documental en la red: https://www.tokyvideo.com/es/video/ver-online-documental-11m-terror-en-madrid . Al igual que el documental “Un nuevo Dreyfus, Jamal Zougam, ¿chivo expiatorio del 11M?”: https://vimeo.com/204151970
Gladio
Tampoco ayuda a cuestionar la sentencia del 11-M lo poco que la gente generalmente conoce sobre Gladio. Conocido también como Stay Behind, Gladio fue una organización clandestina creada por la OTAN, que cometió atentados durante la guerra fría, como el de la estación de Bolonia en 1980, con 85 muertos. La meta de esos atentados “bajo bandera falsa” era acusar a militantes de izquierda de haberlos cometido, y así obtener un rechazo de la opinión pública contra la izquierda en general. Muchos historiadores llegaron a esta conclusión, que es tan inatacable que fue objeto de varios documentales difundidos por canales de televisión mainstream, como “Los ejércitos secretos de la OTAN”: https://www.youtube.com/watch?v=-eK2tsta7Ig
11-M: un tiro que le salió por la culata a la OTAN
Para acabar esta lista de factores que dificultan contemplar la pista de la OTAN, falta abordar un punto importante: la dificultad de ver qué provecho sacó esta organización del 11-M. Aquí abordaremos esta cuestión de forma breve ya que se analizó detalladamente en un artículo anterior [2].
Lo mas probable es que la OTAN contara con que Aznar acusara a Al-Qaeda desde el primer momento, pero éste decidió salir de su papel de “mejor aliado” en la cruzada contra Al-Qaeda, y que le venía mejor acusar a ETA. Pudo ser que pensara que sus socios anglosajones lo habían engañado. El había cumplido su parte del acuerdo, apoyándolos en su cruzada contra el terrorismo en Irak y siempre cuando lo necesitaban. Pero a lo mejor ellos no cumplieron con su palabra de ofrecerle algo a cambio. Naturalmente es complicado conocer este tipo de trato en las altas esferas, pero una pista es el golpe de estado fallido que los anglosajones intentaron en Guinea Ecuatorial 4 días antes del 11-M, y del cual Aznar parecía esperar sacar mucho provecho.
Recapitulemos. El 11-M hubiera sido una especie de repetición de los atentados de Gladio. Es decir un atentado bajo bandera falsa cuya meta hubiera sido esta vez que las opiniones públicas europeas rechazaran el islam y sobre todo que por fin se pusieran a apoyar guerras como respuestas al terrorismo: Afganistán, Irak, y todos los regímenes que la OTAN acusara de complicidad con el terrorismo islamista.
En esta perspectiva, recordemos que el plan de “cruzada contra el terror” no se limitaba a invadir Irak, como lo desveló el General estadounidense Wesley Clark (antiguo jefe supremo de la OTAN), en declaraciones que por supuesto quedaron poco mediatizadas. Según le informaron desde el Pentágono en 2001, la guerra de Irak solo era la primera etapa de un plan de conquista de 7 países de Oriente Medio en un plazo de 5 años : Irak luego Siria, Líbano, Libia, Sudán, Somalia e Irán [3]. Con el paso de los años se puede comprobar que todos los países de esta lista han sido desestabilizados o directamente atacados. Pero este plan tardó mucho mas en concretarse a causa de un obstáculo grande: la falta de apoyo por parte de los aliados europeos de Estados Unidos. Francia y Alemania se negaron a enviar tropas en Irak, e Italia y España enviaron unos efectivos muy reducidos: unos 1000 soldados. En este contexto, un macro-atentado en suelo europeo pudiera haber servido para convencer a las opiniones públicas europeas y a sus gobiernos, para que se implicasen mucho más en esta cruzada.
Pero las acusaciones de Aznar a ETA fueron un grano de arena que echaron el plan abajo, ya que no lanzó acusaciones inmediatas y directas a Al Qaeda, Al Zarkawi (la nueva figura del gran villano de aquel año), ni a ningún régimen de la lista de Wesley Clark. Así que no se consiguió el objetivo de aumentar el consentimiento de las opiniones públicas europeas a los proyectos de nuevas guerras en Oriente Medio, o en medidas mucho menores a las que se esperaba. Es en este sentido que el periodista de El Mundo Fernando Múgica, que fue el pionero en la investigación del 11-M, decía que “el tiro había salido por la culata”.
Aunque no haya conseguido su meta, o en medidas menores a las que esperaba, la OTAN dejó rastro de su implicación en el caso: coincidencias temporales y espaciales, intervenciones claves en el campo mediático, presencia de la inteligencia norteamericana. Todas esas huellas se resumen en la imagen ilustrativa (para verla en alta resolución haz clic en este enlace: https://nuevodreyfus.files.wordpress.com/2022/03/las-huellas-1.jpg ).
A pesar de todos esos factores que dificultan que desde la izquierda se contemple la hipótesis de la autoría de la OTAN , recordemos que desde la izquierda radical siempre se ha mantenido abierta esta línea de investigación. Entre otros, el colectivo Dek Unu (en Kaosenlared) y la red Voltaire probaron que la investigación policial y el juicio fueron una farsa, y sacaron a la luz la pista de la OTAN. Esas investigaciones convencieron a Julio Anguita, quien declaró que no había sido ni islamistas ni ETA, sino que veía “implicaciones fuera de España, de alta política”. También se realizaron documentales, por Carlos C. y el autor del presente texto, llegando este último a ser difundido por la cadena internacional TeleSur.
Notas :
[1]https://www.lahaine.org/est_espanol.php/terrorismo-de-falsa-bandera-entrevista segunda pregunta.
[2] https://www.lahaine.org/est_espanol.php/ipor-que-aznar-acuso-a
[3] https://www.youtube.com/watch?v=GngpgCE5ubQ
Investigaciones mencionadas:
Dek Unu: http://eljanoandaluz.blogspot.com/2014/03/otan-perpetro-el-11-m-para-hacer_13.html
Red Voltaire: https://www.voltairenet.org/article163327.html
Carlos C. : https://vimeo.com/121677878
Cyrille Martin en LaHaine:
https://www.lahaine.org/?s=Cyrille+Martín&sentence=a_sentence&disp=search
https://www.lahaine.org/est_espanol.php/terrorismo-de-bandera-falsa-entrevista
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