OROPELES
JOSU
AIZPURUA
Recordamos la
Olimpiada 92, donde Barcelona supero a Madrid y hoy Ayuso se lo quiere hacer
pagar, herida por sus sucesivos fracasos de ser Sede Olímpica y deben
conformarse con ser sede cafetera en Plaza Mayor (pongan un acento inglés
paleto).
Pero esa efeméride,
pone de manifiesto el valor que la “ciudadanía” tiene para nuestros dirigentes:
ninguno.
En sus propias
narices ciudadanas, apareció un arquero cómplice y lanzó al pebetero una flecha
ardiente que no acertó mientras otro cómplice daba a un artilugio de encendido
y EL PEBETERO SE ENCENDIÓ.
El nacionalismo
hispano lloró de gloria y en las cloacas se vivió alborozado el momento.
Y ante esa farsa, Mandela y Fidel, sentados en tribuna asistían tranquilos al evento seguros que la flecha no les alcanzaba. ¿Cómo?
Una organización
terrorista, que hizo volar a Carrero y tuvo en el punto de mira de su arma al
Rey ¿no les preocupaba? Es hora ya que alguien explique si hubo pacto secreto
para encender el pebetero.
Los ciudadanos del
Estado español son material necesario para una comedia social en la que
aparentar cuantas cosas mejor, pero para nunca informarles, formarles, y
responsabilizarles.
Ahora mismo estamos
en blanco ante lo que Marruecos y el Estado español han negociado por Canarias.
Dos ladrones de territorios se arrogan la propiedad en plenas narices del
isleño. Siempre es lo mismo; la ocultación y la mentira dirigida por La Casta.
Negar, siempre
negar lo que “cuatro locos dicen”.
Pero la verdad es
terca y la mentira tiene las patas cortas.
El Papa y Bélgica
lo saben bien que han tenido que reconocer sus genocidios canadienses y
congoleños. ¿Es ya el declive del poder del hombre blanco y su relato?
En Canarias está
pendiente de que, el Estado español, en nombre de la Monarquía Castellana
devenida española, reconozca el genocidio wanche. O lo puede también hacer el
Papa que cruz en mano asistió a esa vileza que hoy llaman “conquista y
colonización”.
Con ese preámbulo
se puede pasar ya a la DESCOLONIZACIÓN de las islas, el desmontaje de los
falsos REF, RUP, BLUFF, y la apertura de un proceso de recuperación moral y
económica de la ciudadanía Canaria.
Esta es una
decisión de ESTADO, es decir de La Casta.
En Canarias; nos
han puesto otro pebetero, pero desde Madrid no llegan las flechas y las vemos
venir.
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