JUECES DE LA HORCA
JUAN CARLOS MONEDERO
Paul
Newman en la película 'El juez de la horca'
Evitar el mal es imposible. Intentar que exista la justicia es una ley humana. Una constante de los seres humanos sin la cual no habríamos llegado hasta aquí. Esa sensación compartida por todas las personas de lo que es justo y lo que no lo es y esa voluntad compartida de castigar al tramposo. La justicia ha sido tan importante que tenía que emanar de Dios. Luego, de la soberanía popular. Cosas más grandes que uno mismo. A la civilización no le gustan los jueces de la horca. Abusar de la justicia es de los mayores pecados en una sociedad. Luego está mentir. Si los juntas, las costuras de la convivencia revientan.
Desde que éramos
nómadas hasta la actualidad hemos ido perfilando el mecanismo. El Estado de
derecho, sobre todo su teoría, es el legado más preciado del liberalismo a la
democracia. Demasiado bueno incluso. Cuando hubo que incorporar a la clase
obrera durante el siglo XX como ciudadanos, la burguesía, que había pensado la
división de poderes para llevar a buen puerto su lucha contra la monarquía
absoluta, flojeó. Y la mismo pasó cuando las mujeres reclamaron la igualdad. A
veces la justicia pensamos que es solo para nosotros. La civilización es tratar
a cualquier ser vivo como sujeto de derechos. Lo que implica que otros pierden
privilegios.
Si uno suma todos
los ataques que ha sufrido la gente de Podemos por el hecho de crear un
partido, tener éxito (sacar millones de votos) y entrar en el Gobierno de España
no se va a encontrar ningún ejemplo parecido en la historia de España: falsas
acusaciones construidas por medios de comunicación (progresistas y no
progresistas); creación de pruebas falsas por parte de la policía: acoso
durante meses en los domicilios familiares; imputaciones por parte de jueces
sin pruebas de ningún tipo: credibilidad dada a rumores o a declaraciones sin
pruebas por parte de criminales; conspiración de ministros del gobierno para
organizar los ataques; financiación de medios dedicados casi exclusivamente a
atacar a Podemos; uso del aparato del Estado para intentar incriminar a sus
líderes; ridiculización mediática de su trabajo...
Los ataques contra
Podemos en realidad son ataques contra la democracia. Porque todo lo que hoy se
aplica a Podemos se terminará aplicando a los adversarios de mañana. ¿O por qué
puede entrar Griñán en la cárcel y Esperanza Aguirre no? Lo que España toleró
en la Transición o en la lucha antiterrorista terminaron aplicándolo después
jueces y medios contra los que se alejaban de su "idea de España".
Todas las
profesiones tienen comisiones de deontología. Los miembros de un cuerpo
profesional tienen que compartir una serie de buenas prácticas y principios que
se exigen a todos los que portan ese título. ¿No tienen los jueces honrados en
España y los policías honrados en España interés en que no se les mezcle con
los que ensucian la misma toga y la misma placa?
Los superiores del
juez García Castellón le cerraron su investigación contra la financiación de
Podemos por "prospectiva", es decir, por investigar a ver qué
encontraba al margen de pruebas sólidas que justificasen la investigación. En
otras palabras, que en España no es legal que un juez tenga su culpable y ponga
el aparato del Estado a ver de qué puede acusarle. En esa investigación el juez
usó a criminales venezolanos, algunos narcotraficantes, reclamados en su país y
en Estados Unidos. La promesa de hablar de lo que le gustara al juez les
alejaba de la extradición. Mientras tanto, Asuntos Internos descubrió una red
de policías, abogados y criminales venezolanos ligados a su vez a la policía
"patriótica" del PP. Un abogado de estos patibularios se reunió en la
cárcel con Villarejo. Inventaban acusaciones contra Podemos y pagaban a los
policías a cambio de dinero y de recibir favores (chivatazos, documentos).
Al juez García
Castellón no le ha gustado que sus superiores en la Audiencia Nacional le
cerraran la investigación. Y ha abierto otra. Esta vez contra mí. Contra quién
si no. Por blanqueo de capitales. ¡Más madera! La UDEF al parecer ha redactado
un documento que llega a conclusiones de novela. Es hora de preguntarnos:
¿quién trabaja en la UDEF? ¿Cuánta gente hay ahí vinculada a Villarejo y a la
policía política del PP? ¿No tiene que limpiar la policía esas unidades que han
formado de manera evidente parte de las cloacas del Estado con el PP? La UDEF
no ha sido capaz en dos años de constatar la fecha de cuatro correos que
demuestran que han mentido en el procedimiento que tiene abierto contra mi el
juez Escalonilla. Aún peor: en uno de los audios del Ferrerasgate se oye a José
Luis Olivera, ex Comisario Jefe de la UDEF, afirmar: "que tampoco es muy
costoso el meterle una cuenta a Pablo Iglesias de hace cinco años y luego que
explique". A lo que repica Villarejo:
"Eso te lo hacemos con el rabo igualmente". ¿Marca España?
Según la UDEF, dice
el auto del juez García Castellón, tengo 92 cuentas. 86 de ellas en Triodos
Bank. Ochenta y seis cuentas. Qué mareo. La verdad es que tengo dos. No ochenta
y seis. Dos. Una cuenta de ahorro y otra de crédito. Pero el auto (que ha
llegado antes a los tabloides de extrema derecha que a mi mismo) brinda el
titular a OK Diario: La UDEF revela a la Audiencia Nacional que el
anticapitalista Monedero tiene ¡92 cuentas bancarias!. Ya está otra vez el
circo montado. ¿No podía haberlo
comprobado el juez García Castellón antes de imputarme? ¿O de lo que se trataba
precisamente era de imputarme? Que Vox esté incluido en el procedimiento del
juez García Castellón da más pistas. ¿Qué espera que hagamos la gente de
Podemos mientras intenta cazarnos como animales acorralados?
Nunca me he
presentado a ningún cargo de elección popular. Sin embargo, creo que soy el
único español que ha pasado por la política al que le han publicado todas sus
cuentas. En todos los medios. Cortesía del Estado de derecho en España. ¿No le
basta eso al juez García Castellón para ver si hay algo o no? ¿Hay cuentas en
España más escrutadas? ¡Ay si hubiera algo!
La acusación del
juez no escatima en ampulosidad: ni más ni menos que blanqueo de capitales. ¿De
dónde sale? Resucita el juez algo de lo que se jactaba Ferreras de haber
convertido en un caso digno de matarme: un estudio (que venía acompañado de una
asesoría de varios años sobre la implantación de una moneda única
latinoamericana) que hice cuando aún no existía Podemos, en 2013, y que hice
para conseguir dinero y poder financiar La Tuerka. Algunos hacemos estas cosas,
aunque haya gente que no lo entienda. Se llama compromiso. Por supuesto, cuando
fundamos Podemos me denunciaron. Muchas denuncias. Lo del estudio fue resuelto
judicialmente con su archivo, igual que la Agencia Tributaria reconoció que el
trabajo lo hice. La denuncia vino de Manos Limpias y su impulsor terminó en la
cárcel por extorsionador. Amigo del PP, por supuesto.
El juez de la horca
es el título en español de una película de John Huston, donde un ladrón de
bancos se libra de la muerte y termina de juez en un pueblo de Texas. El río
Pecos, como pasaba con los Pirineos, marcaba la diferencia entre la
civilización y la barbarie. Igual vuelve a pasar. El juez de la horca se hizo
acompañar de cinco comisarios de dudosa honorabilidad, a los que él mismo
nombra, para hacer su peculiar justicia. "Nadie se acordará de sus
sentencias", zanja Huston. Lo que pasó en el film no se estudia en las
facultades de Derecho. Lo que hace el juez García Castellón tampoco. A no ser
que se quiera aleccionar sobre lo que no
deben hacer los servidores públicos. Si quiere hacer política ¿por qué no se
presenta a las elecciones?
No hay comentarios:
Publicar un comentario