martes, 26 de julio de 2022

CRÓNICA DEL PULPITO DE LOS VINOS.

 

CRÓNICA DEL PULPITO DE LOS VINOS.

QUICOPURRIÑOS

No han pasado ni 24 horas desde que habito en mi nuevo domicilio y todavía me estoy adaptando a la mudanza. Toca conocer la zona, la farmacia cercana, el supermercado, el chino de la esquina y a los vecinos . Me asomo entre la arboleda en la que provisionalmente me refugio y lo primero que veo es mucho humo, llamas a mi alrededor y siento mucho calor. Menos más que, de cuando en cuando, pasa el hidroavión que me condujo hasta aquí y me rocía con agua de las Teresitas, de esa playa de dónde no debí salir. Hasta ahora, pese a mi deseo, no ha caído del cielo ningún otro ocho patas como yo, pero sigo observando el paso del hidroavión con la esperanza de que en la próxima descarga llegue. Los vecinos, según me informa un cernícalo despistado han huido de la zona. Se han marchado a casa de

 familiares,de amigos o hacia algún pabellón deportivo habilitado al efecto. Pero no todos lo han logrado. A mi alrededor veo cadáveres de muchas especies de animales que ni siquiera sabía que vivieran por estas tierras. También han desaparecido árboles,matojos, flores hasta hace poco de multitud de colores y ahora mustias,quemadas, muertas . Y me paro a reflexionar lo del cambio climático, y la subida de las temperaturas, y la limpieza de los bosques y de la previsión o no previsión y de lo que cuesta un hidroavión y lo que cuesta un Eurofighter y cuando aviones hay fijos en Canarias de una u otra especie y no lo entiendo. Claro que yo solo soy un pulpo y hay cosas que no puedo razonar, porque no tengo sentido común . Pero como nada me juego por decir lo que pienso, pues un cefalópodo como yo no milita ni simpatiza con partido político alguno, me voy a permitir hablar de lo que me salga de mis tentáculos y es sensatez,previsión, invertir un poco en mantener la naturaleza como debe estar, quizá así yo seguiría bañándome en Las Teresitas y no viendo lo que  veo en este paraje, mientras oigo el chamusquido de las hojas ardiendo y el zumbido de los abnegados helicópteros e hidroaviones.

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