LA LÁMPARA
MARAVILLOSA DEL CAPITALISMO
POR MAITÉ CAMPILLO
Ubicación,
tiempo y conciencia: La lámpara maravillosa de Valle Inclán es un libro iluminado,
continuador de las ideas de las grandes místicas, cuyo recorrido nos exige no
solo contemplar, hay que aprender a escuchar, ubicarse en el tiempo y tomar
conciencia relevante y pertinente en tiempos veloces como los nuestros en los
que el tiempo y las palabras son moneda de cambio.
El Invento llamado accidente laboral o muerte por causa natural
Interviniendo
el silencio siglo tras siglo de inventos en repetición de horrores y una
revolución aún pendiente de hacer justicia. Siglos de desarraigo de clase
condensan la tela de araña acampando a sus anchas en años de soledad y olvido,
taponando la historia objetiva que palpita de evocación sobre el enigma del
tiempo, a coro de los que se resisten ninguneados, que persisten en principios
acercando caminos trazados abriendo y cerrando murallas, como espejo que
identifica lo que fueron y representaron, lo que abrazaron en su día y
combatieron con mayor destreza en conducta y compromiso. Un siglo de partidos y
sindicatos proletarios detonando sus bases como vanguardia incrustada en los
arcos poblados de resonancia, hoy lo que en descendencia queda de aquella
avanzada, desarraigada de lo mediático se revuelve contra lo que impera
enterrando el pasado, luchando contra una especulación ética mediática sobre la
historia firme de cabalgadura, que abrazada al sistema demoledor gubernamental
persiste convertir en normas estéticas la degradación de la burguesía. Una
ética mediática repulsiva contra los caminos del proletariado y sus vías,
semillas de futuro no perecedero contra la angustia y sufrimiento como forma de
vida, que impone una patética supervivencia insostenible de normas, de leyes e
inventos fraguados por los grandes magnates oligarcas en décadas de
extravagancia y degradación absoluta. Inventos en un contexto cultural local,
sea industrial sea feudal, en pos de un capitalismo aplastante de todo ecológico
sostenible de vida entroncada en pos de una industria descabellada en
decremento de toda identidad favoreciendo mafias y buitres decrépitos de
ambición. La Invención de las intervenciones de Paz internacionalizando cuerpos
y extracuerpos a escalada permanente de dominio, fuente que emana una
decadencia agresiva en poder de degradación, sobre una supuesta regeneración de
continuidad y guerras en metástasis que como toda tiranía, ni con cambios de
sangre salva su casta azul ni roja en cresta ni negra en bota ni amarilla en
banca. Su reverdecer quiebra, no les sostiene sino sus armas, nada les apuntala
sino sus ejércitos mercenarios del sable y pluma, ni lava su corrupción sino la
impunidad que los pueblos sostienen sometidos por sus leyes. La Invención de la
democracia donde a los pueblos no se les permite a disfrutar de sus privilegios
no es una invención, es la espada de Damocles. La Invención de la diplomacia
donde los pueblos son subyugados, donde sólo el capitalismo y sus acólitos
participan disfrutando como nuevos pudientes sus beneficios, no es una
invención, es una imposición. La Invención de como transformar la ley en
Renacimiento y la Evangelización en evolución historiográfica de esclavitud y
colonialismo, no es una invención, es despotismo ilustrado. La Invención de L`
Autoridad y el Respeto (donde la palabra y lealtad se esfuma), no es invención
ni evolución ninguna sino dominio por decreto a la sumisión de los pueblos
obligados a convivir con la amenaza como parte de la familia. La Invención del
Político Correcto donde los pueblos han de doblegarse, aplaudir los azotes,
desagravios políticos y económicos que reciben, no es un invento, es desprecio
basado en la sonrisa benigna de la hipocresía política donde todo se
relativiza. La Invención del unipartidismo e interclasismo no une al
proletariado ni lo asume ni respeta, no es un invento ni foco de luz ni de
vida, sino de muerte anunciada, impidiendo el brote de la verdad de opinión y
pensamiento contra la intimidación y abuso de poder y utilización del autor y
su cuadro El Gernika (de Picasso), acercándolo a los verdugos y pichones a
favor e hijxs de los genocidas. La Invención periodística de sonreír al que
miente, explota y diezma haciendo ver lo negro blanco y lo rojo azul, no es
invención, es ejercer la tiranía que tiene relación directa con los
cuestionamientos a las normas básicas y el respeto a las leyes que imperan en
la sociedad donde anida la corrupción en veneración al emérito y demás
corruptos impunes, brindándoles el aplauso y hasta el abrazo institucionalizado
al ‘indiscutible e intocable’, incorporando la supeditación de los pueblos y
culturas a explotadores, parásitos vividores, y verdugos.
En
realidad el título de este artículo sería ‘asesinato de un barrendero’ porque
asesinatos son los que cometen los empresarios sin escrúpulos, que envían a sus
trabajadores, a una muerte casi segura. Urbaser, así se llama la empresa
subcontratada por el Ayuntamiento de Madrid, para la que trabajaba José Antonio
González, fallecido el pasado viernes por un golpe de calor y que cobraba menos
de mil euros; la empresa, ya cuenta con cuatro trabajadores fallecidos cuyo
jefe-pistolero es Abril Martorell. El alcalde de Madrid (Almeida) le entregó un
premio por su compromiso con la integración laboral, tal es su democracia,
entre corruptos anda el juego del crimen. Es vomitivo que las empresas a las
que instituciones municipales entregan los servicios de limpieza, sean las de
siempre, o sea, las de ellos, las que apoyan y financian al PP y a VOX, o sea:
ACS, OHL, Ferrovial o Florentino Pérez entre otros. Bajo su lógica del rancio
franquismo es mejor contratar a empresas de “pistoleros” que resuelven los
problemas laborales con bajos sueldos, despidos y amenazas, a que pertenezcan a
la plantilla pública municipal. Otro trabajador, esta vez de un taller mecánico
de Móstoles (de la Comunidad de Madrid),también ha fallecido por las altas
temperaturas en el local-taller donde trabajaba a más de 42º. Otros
trabajadores de brigadas de incendios, contratados para la ocasión también han
fallecido, los que nunca morirán por golpes de calor serán los empresarios ni
políticos canallas ni a ninguno de estos trabajadores les darán medallas ni
homenajes póstumos, como a los militares y policías que mueren en lo que ellos
llaman “acto de servicio”, es cuestión de estar pegado al sistema como ventosa
o ser simplemente un obrero más en la cadena de explotación. Cada día uno tras
otro y así durante todo el año, dos personas mínimo, que van al trabajo en el
Estado español se dejan la vida, no regresan vivas a sus casas. El año pasado,
aunque su número se supone mayor, según las últimas cifras publicadas por el
Ministerio de Trabajo, 705 personas, fallecieron en accidentes laborales. Un
obrero de 45 años que se cayó del tejado en una nave industrial en Zumaia, de
57 años, falleció tras quedar atrapado debajo de un toro mecánico, o la
trabajadora en enero del 2021 que resultó electrocutada cuando manipulaba un
cuadro eléctrico, y así, hasta la cifra señalada (705 personas con nombres y apellidos).
En 2021 el número de accidentes con baja laboral fue de 572. 448, un 18% más,
que el año anterior con incrementos tanto en los accidentes durante la jornada
laboral o ‘in itinere’, es decir, al ir o volver del trabajo. El sector más
mortal es la construcción con 9,2 muertes por cada cien mil trabajadores
seguido de la agricultura, con 7,15; después se sitúa la industria con 4,8
muertes y, por último, el sector servicios con 2,1. La
siniestralidad social y laboral ha aumentado según recoge uno de los informes
de la CAV (Comunidad Autónoma Vasca). Cada día del año pasado, la cadena de al
menos 205 personas, sufrió un accidente de trabajo mientras que en Nafarroa
sufrieron 30.
En Hego
Euskal Herria los accidentes laborales que dan como “mortales” y las enfermedades
profesionales han aumentado un 10,2 %, a los que habría que sumar pues debería
formar parte de la misma comunidad, el 16,7 % durante el pasado año ocurridos
en Nafarroa (o Navarra como prefieran). Es decir que durante el 2021, ha habido
48 muertes al menos en la CAV a las que habría que unir los 20 de Nafarroa. Son
cientos los trabajadores que mueren al año, miles de miles los que sufren y
padecen la inseguridad laboral, millones los sometidos a la cadena de
explotación así como a la negligencia empresarial, y estos casos, no son
consideraros como crímenes ni por los políticos ni jueces ni constitución
alguna porque ser, ¡solo son obreros! Más allá del Covid 19 y de la propia
cuarentena, más allá de los despidos, del teletrabajo y todo trabajo no
presencial con todas sus variantes y todas sus reconversiones en descomposición
laboral a aumentado el número de muertos por todo el mundo, hace más, muchos
más de dos años, los que se viene sufriendo todo tipo de investidas. Más de
6.500 trabajadores inmigrantes de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri
Lanka han muerto en Qatar, desde que el país del Golfo fue nombrado organizador
del Mundial de Fútbol. Según una investigación de The Guardian en diciembre de
2010, las calles de la capital Doha, se llenaron de multitud humana celebrando
entusiasta el anuncio de que el país iba a hospedar la XXII edición de la Copa
Mundial de Fútbol masculino organizada por la FIFA. Con los datos recabados a
partir de fuentes gubernamentales, desde esa noche han muerto cada semana por
encima de todo dato anterior y lógica una media de 12 trabajadores de estos
cinco países: <<Según cifras de India, Bangladesh, Nepal y Sri Lanka
5.927 trabajadores han muerto en el país entre 2011 y 2020>>. Datos de la
embajada de Pakistán, en Qatar, permiten confirmar 824 muertes más de
trabajadores pakistaníes entre 2010 y 2020 pero la cifra total de fallecidos es
significativamente mucho mayor (Estas cifras no incluyen a los que proceden de
otros países como mano de obra, trabajadores de Filipinas y Kenia ni las
muertes de los últimos meses de 2020). Ghal Singh Rai, de Nepal, pagó en libras
esterlinas (unos 1.155 euros) en concepto de gastos de contratación para poder
trabajar como empleado de limpieza en un campamento para los trabajadores de la
construcción del estadio del Mundial de la Ciudad de la Educación (a la semana
de llegar se suicidó). Mohammad Shahid Miah, otro trabajador de Bangladesh, se
electrocutó en el alojamiento que residía para trabajadores después de que el
agua entrara en contacto con unos cables eléctricos que estaban a la vista. La
familia de Madhu Bollapally, otro trabajador de India, nunca entendió cómo un
hombre sano de 43 años pudo morir por “causas naturales” (Encontraron el cuerpo
sin vida en el suelo de su dormitorio). En 2019 el mismo medio informa que el
intenso calor del verano en Qatar es probablemente un factor importante en la
muerte de muchos trabajadores; las conclusiones de The Guardian, se basan en
una investigación encargada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
de las Naciones Unidas, que revelaba que durante al menos cuatro meses del año
los trabajadores se enfrentaban a un importante estrés térmico cuando trabajan
al aire libre. Sería para toda persona mínimamente humana y coherente una
noticia importante a tener en cuenta, ¿y por qué pues, poco o nada importa a
empresarios y gobernantes, ni siquiera tener en cuenta para los sindicatos
amarillos que son todos o casi todos los que en este mundo anidan a espaldas de
la clase obrera? Johann Most (uno de los representantes de la era
anarquista) fue arrestado repetidamente por sus ataques al patriotismo, la
religión y la ética convencionales, y por su evangelio del terrorismo,
predicado en prosa en su Cancionero Proletario. Algunas de sus experiencias en
prisión se relataron en la obra de 1876 (La Bastilla en Plötzensee: páginas de
mi diario de la prisión) donde declara: ”Desde que leí en una prisión sajona
los libros de Max, he tomado la espada contra los vampiros humanos”.
Maité
Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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