EL FIN DE LA CORONA PERPETUA
El
secreto de la monarquía, tal y como quedó formulada en el 78, era dejarla en lo
implícito. Su fracaso, logrado a pulso, es llegar a lo explícito
GUILLEM MARTÍNEZ
Los nuevos bandoleros ofrecrecían giras subvencionadas.
1- El Spanish 2022 tour de Juan Carlos ha sido un choque explícito con la realidad. De pronto, un amplio margen de lo consensuado en el pack monarquía ha alcanzado, zas, su mínima depuración. Lo explícito. Y no ha resultado ni hermoso ni edificante.
2- Quien viva en pareja o en Estado sabrá que lo explícito es el grado sumo de la barbarie. Entre chusto o muette, esto es, lo explícito, siempre es mejor la c), lo implícito. Lo explícito es, por lo contrario, el marrón. Lo peor. Cuando te para la GC de tráfico y te dicen que soples, cuando alguien llama a tu puerta a las 7 am y no es ni el lechero ni Amazon, o cuando alguien te dice en la cocina tenemos-que-hablar, se produce lo explícito. No te digo más.
3- Lo explícito, en
el caso JC, son dos cosas. Graves. Y graves en modo explícito.
Sin reconocimiento
jurídico, sin condena, no hay problema ético en Esp
4- La primera, o
cosa a) no es que se haya asumido como animal de compañía el enriquecimiento
ilícito en la Jefatura del Estado, algo que, de manera implícita, era ya algo
asumido desde hacía dos siglos –no se pierdan el punto 5–. Lo grave / implícito
es que se haya fijado que el escándalo, la condena, el límite, lo aberrante, no
sea eso, sino únicamente el reconocimiento jurídico de ello. Sin reconocimiento
jurídico, sin condena, no hay problema ético en Esp. Por lo que en Esp basta,
para solucionar un problema ético en la política, evitar la vía judicial. Esto
es un hecho fundamental de la cultura local de lo público: la responsabilidad
política en democracia queda fuera de la ética –se dice rápido–, de manera que
solo existe, y no siempre, cuando así se establece en sentencia. Gracias a este
fenómeno –explícito, no implícito; esto es, salvaje– por aquí abajo un alcalde
puede participar en la adquisición de mascarillas a precio desorbitado, sin
dimitir. Una presi, o dos, de autonomía puede participar en una matanza de
pensionistas en residencias, negando la atención médica a los residentes, sin
dimitir. O uno o varios partidos puede/n tener como principal eje de su ideario
el cobro de sobresueldos. Todo ello no solo no es motivo de escándalo, sino que
tiene rey. El rey de España. Esto es, el rey de la Federación Española de
Fútbol, el rey de todo aquella institución o empresa que tenga como límite de
lo posible no la ética, sino el trullo.
5- La segunda
región de lo explícito de la sanxenxoada está apuntada en el punto 4. Consiste
en el hecho –explícito, glups–, de que el saqueo, la incomprensión de las
diferencias entre lo público y lo privado, es un hecho sostenido en la
monarquía desde el momento fundacional de la separación entre lo público y lo
privado en el Estado, a principios del XIX. Desde Fernando VII, así, todos los
reyes de España han sido explícitamente corruptos. Con la salvedad, siempre y
en cada momento histórico, del rey reinante, que oficialmente siempre adquiría
su condición explícita de corrupto tras la muerte. O –caso de Isabel II y de
Alfonso XIII–, instantes antes del exilio. El caso de JC es, por tanto,
extraño, es el primer rey de España no muerto ni exiliado –lo suyo no es
exilio, a menos que consideremos que lo de Julio Iglesias en Miami lo sea–, que
adquiere la categoría explícita de corrupto.
JC es el primer rey
de España no muerto ni exiliado que adquiere la categoría explícita de corrupto
6- JC es, por
tanto, un caso único. Es lo contrario a Tutankamón –aquel rey muerto, pero no
corrupto gracias a la momificación–, un rey vivo, pero corrupto. Canta.
Explícitamente. Lo que convierte a JC en un zombie. La pregunta es: ¿solo a él?
¿La monarquía española es un zombie? ¿JC tuvo ocasión de morder, ñaca, a su
hijo, de manera implícita, antes de ser diagnosticado, explícitamente, como
zombie?
7- En general, los
hijos –salvo que sus progenitores sean unos titanes, y luchen a arañazos por la
libertad de sus hijos; esa libertad no transcurre en Gales, sino en tu casa–
son mordidos por sus padres desde el momento de su nacimiento. A eso tan
explícito le llamamos implícitamente, cultura, transmisión del aprendizaje. Que
en la familia del rey –que desde Fernando VII se ha consagrado a la cultura del
rififí con cierta brillantez– ha sido un legado nítido, efectivo, explícito. La
cultura, en ese sentido, suele ser una fatalidad matemática. Es poco probable
que de la familia del Dalai Lama salga algún heredero que lo deje todo por el
reguetón, como lo es que de la familia de JC salga algún descendiente que rompa
con la fusión, explícita, de lo público y lo privado, depurada por Fernando VII
en su laboratorio, y transmitida de padres y madres a hijos e hijas.
8- ¿Está el rey
actual libre del muerdo? Hay indicios, culturales, de que no.
9- Y aquí, un breve
inciso. Sabíamos que el conservadurismo, el reaccionarismo, incluso la extrema
derecha española, era un poso anterior, incluso al Franquismo. No se pierdan en
ese sentido, el Franco Desenterrado, de Sebastiaan Faber, un libro en el que diversos
entrevistados apuntan a Franco como el origen del yuyu en España, mientras
otros apuntan a Franco como un mero reactualizador, violento, determinante, de
un yuyu anterior, formulado en el XIX.
10- Germán
Labrador, hispanista –iberista les llaman allá– en Princeton, formula –esperen,
que en breve aparecerá libraco– que ese punto inquietante no es más que la
cultura de la Restauración. La Restauración es, así, el punto de congelación de
la democracia española. El ideal reaccionario. La forma natural de España,
sellada en la CE1876, pero más aún es una idea de cultura española.
Desempolvado e impuesto todo ello por Franco, cuando todo ello cantaba a
muerto, goza, reformulado en el pack cultural y político del 78, de cierto
vigor, para hablar de algo, explícitamente, podrido. Y reformulado, pero ya en
términos brutales, explícitos, en el paréntesis de crisis de régimen iniciado
en 2011, e intensificado, sin que nadie se diera cuenta, vía Sanxenxo system.
Fin del inciso. La pregunta es, dos puntos, ¿qué diablos es esa cultura, ahora
explícita? No se pierdan el punto 11.
11- Esa cultura,
implícita desde el 78, explícita esta mañana a primera hora, es la monarquía.
Es decir, dos cosas. Es a) la confusión de lo público y lo privado, simbolizada
en el rey, pero que vive ampliamente en varias regiones de la vida, como la
política, o la empresa. Es b) la defensa, más allá de la lógica, del deber, o
de la amenaza real, de la Unidad Nacional, entendida como la defensa de un
Estado-nación unitario, sagrado, sin posibilidad de diálogo con objetos que ya
existían en el XIX –como la descentralización, la democracia, la federación–, y
con otros nuevos –otras naciones peninsulares, lo no católico, lo extranjero,
la inmigración–. Y es también, c) el terror ante lo que en la Restauración 0.0
fue la incipiente AIT. Esto es, la formulación social del conflicto. Las
izquierdas, entendidas como extranjerismos anticatólicos.
12- El actual rey
apostó por b). Explíctamente. El 3-O de 2017, cuando eso no era necesario, y
cuando eso emponzoñaba un problema político canalizable por el diálogo. Un
diálogo imposible con la Restauración, por otra parte.
13- Es imposible
demostrar si apostó, explícitamente, por a). Pero, por fin, hay modo de
demostrarlo. En el tiempo. FVI anunció que renunciaba a la herencia de su
padre. Algo que no se puede verificar hasta el deceso del progenitor. Pero, de
alguna manera, dificultosa, complicada, sí después. También ha hecho público
recientemente su patrimonio. Es una cantidad –más de 2M€– abultada. Pero, en
todo caso, es incompleta, pues la transparencia que Moncloa ha conseguido
pactar con Casa Real impide publicitar el patrimonio del cónyuge del rey, así
como el de su familia directa. Algo básico en una familia / cultura con
tendencia sólida a la confusión de lo público y lo privado. Algo sin lo que
será imposible demostrar si FVI acepta la herencia de su padre, o se la da,
como todo el mundo, a Ucrania. Es muy posible que no se puedan conocer esos
datos fiscales fundamentales, visto lo visto, sin una nueva ola –en este caso,
insoportable, fatal para la institución– de explicitud.
14- El secreto de
la monarquía, tal y como quedó formulada en el 78, era dejarla en lo implícito.
Su fracaso, logrado a pulso, es llegar a lo explícito. FVI ha accedido muy pronto
a lo explícito, y JC demasiado tarde. Lo que ilustra, únicamente, que JC
disponía de una protección de la que hoy no dispone FVI. Lo implícito, toda una
cultura –la Cultura de la Transición–, era absolutamente funcional.
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