UN ASUNTO DE PADRES
MANUEL BLANCO CHIVITE
De Cayetana
Álvarez, diputada del neo franquista PP (los hay neo y los hay estrictos, VOX)
solo he llegado a conocer dos breves frases y una visión fugaz de apenas 30
segundos en un tuit. Para mi felicidad, no tengo televisión, ni frecuento la
prensa. Y tal conocimiento me llegó con retraso y por los inevitables wasasps
de las amistades siempre solícitas.
Vayamos a las
frases. En una de ellas, la más reciente y pronunciada en el Congreso de los
diputados/das lanza, un insulto que no por tópico (no vamos a pedir
originalidad a nadie a estas alturas tan bajas de nuestra política) deja de ser
ofensivo. Llamó "terrorista" al padre (eso de meterse con los padres
es taaaan francoargentinoespañol) de su rival político Pablo Iglesias, uno de
los vicepresidentes del gobierno. La base del insulto es que el buen señor, el
padre, Francisco Iglesias, luchó contra la dictadura de Franco y los suyos
(suficiente pecado) en las filas del FRAP, varios de cuyos militantes fueron
asesinados por los gobiernos del Generalísimo (¿sigue existiendo ese cargo o
grado en el escalafón militar?, ¿cuándo lo quitaron? ¿lo conserva todavía el
cadáver de Mingorrubio? Tengo una memoria fatal).
El FRAP, como
bastantes personas saben, fue una de las muchas organizaciones de la
resistencia antifascista en España, activa durante los últimos años de la
dictadura y hasta el referéndum constitucional, poco más o menos.
Como también saben
bastantes personas, no todas, ¡qué exageración!, la dictadura de Franco lo fue
gracias a la ayuda militar y económica del régimen nazi de Hitler y del
fascismo italiano de Mussolini. Y fue la única dictadura de corte nazifascista
que sobrevivió intacta a la Segunda Guerra Mundial, en función de los intereses
hegemónicos de EEUU en y hacia Europa cuando se decidió desencadenar la llamada
guerra fría contra la URSS.
Afortunadamente, la
dictadura franquista, cuyos consejos de guerra, asesinatos y represión no cejó
ni un solo día, fue combatida durante sus 40 años de existencia por diferentes
organizaciones atifascistas y por todos los medios de lucha.
A la mentada diputada,
la figura de un luchador más, uno de muchos, antifascista como fue el padre de
su rival político le merece el título de "terrorista".
La frase fue
pronunciada con aparente frialdad, cierta rigidez corporal y apoyando la mano
distraídamente pero como para darse fuerzas (se necesita cierta fuerza, no solo
hábito, para pronunciar mentiras ante auditorios múltiples) en el atril de la
tribuna, tenía voluntad de significar algo así como no digo nada que no se
sepa.
El señor Francisco
Iglesias, a quien no conozco personalmente, fue, no sé si mucho o poco tiempo,
militante del FRAP y, mientras pudo y como pudo, luchó contra la dictadura. Fue
detenido, tratado como dios quiera que nadie trate nunca a Cayetana Álvarez, y
encarcelado.
Un riesgo que
muchos no corrieron y hoy se llaman demócratas, y una honra, entonces y ahora.
Y voy por la
segunda frase que me facilitó otra amiga mejor informada que yo. En una típica
entrevista adulona y de buen rollito (¡qué maravillosas somos las dos,
entrevistadora y entrevistada, qué de guiños nos hacemos!), de esas que tanto
abundan en nuestra prensa, Cayetana Álvarez se refiere a otro señor y a otro
padre, al suyo precisamente, para informarnos de que habría pertenecido a la
resistencia francesa, El Mundo 8 de agosto 2015).
Quizás, pese a su
título de historiadora, que espero no sea como esos otros títulos de no pocos
de sus congéneres de partido e ideología, no sepa que la nombrada resistencia
francesa lo fue contra los ocupantes nazis de Francia (esos mismo nazis que
estuvieron en España apuntalando la dictadura de Franco, entrenando a sus
policías en medios de tortura, y que seguían sosteniéndola) y que la repetida
resistencia luchó con las armas en las manos contra los amigos y homólogos de
Franco y sus colaboradores. Y en esa lucha hubo muertos por ambas partes,
claro, ¿se podía combatir a los nazis de otra manera, quizás mediante el
psicoanálisis o la meditación trascendental? Si es así, alguien debería
habérselo dicho a Chuchill, a Roosvelt, a Truman, a De Gaulle, a Stalin y a los
judíos, entre otros, se habrían ahorrado millones de vidas.
También debería
saber que los nazis calificaron a los miembros de esa y cualquier otra
resistencia en los países que ocuparon o en los países con los que se aliaron,
como de terroristas y de bandas terroristas.
Así que su padre,
siguiendo los criterios de la hija, habría sido un miembro de las bandas
terroristas contra el nazismo.
Su insulto a
Francisco Iglesias ha sido el insulto que lanzaron a su padre los nazis. Creo
que en lugar de vomitar contra el progenitor de su rival político debería, en
nombre de su padre, haber abrazado al vicepresidente en plan compañeros, tu
padre y el mío Pablo, unidos contra el fascismo, qué hermosura, y nosotros
aquí, defendiendo la democracia codo a codo. ¿No habría sido estupendo?; pero
parece que nuestros neos (franquistas) no están para muchas aleluyas ni, aun
menos, para muchas democracias.
Si el padre de
Cayetana Álvarez, antiguo miembro de la resistencia contra los nazis, allá
donde esté, ha oído a su hija no habrá podido evitar ese atroz pensamiento tan
español y a veces como esta vez tan auténtico: Cría cuervos...
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