martes, 26 de mayo de 2020

SORTILEGIO DE FISURAS


SORTILEGIO DE FISURAS
EDUARDO SANGUINETTI,
FILÓSOFO Y POETA.

La metáfora se entiende usualmente como la transferencia de lo sensible a lo inteligible o de lo indecible a lo dicho. Quizás la historia universal no es más que una historia de algunas metáforas; más no se trata de la metáfora de la metáfora fundacional, del origen primal del logos sino de un sortilegio de fisuras.
Instalados en este tiempo fisurado, por el Covid-19, asistimos cual espectáculo insano al accionar depredador de la fisurada corpo-ultra-mediática, atentando contra la salud de la comunidad, lanzando sus angustias de desamor a la cuarentena, que sin dudas nos protege de la peste del coronavirus. Pero hay que pegar y no dejar de hacerlo, sin humor, sólo con ira inocultable, histérica, a un paso de la internación en psiquiátrico más cercano al domicilio del medio monopolizador, o convertirlo al mismo en un manicomio, ¿por qué no?, pues las patologías de estos sicarios del periodismo están expuestas, son claras e inocultables.


Como ejemplo en este 25 de mayo, fecha tan sentida para nosotros argentinos, instalo un pasaje en la historiola de la TV basura, acontecido días atrás, protagonizado por un tal Marcelo Longobardi, cuestionando desde TN al director de OMS: "No diga cualquier cosa" en tono destemplado, manifestó este personaje desde su microficción. Un fenómeno antinatura, en enfoque psico-pragmático, donde todo se remite a definirlo como un odiador serial bajo múltiples banderas como tantos otros/as.

El relato de la violencia diferida, se manifiesta en el veneno subyacente al discurso que desafía a la existencia, dando espacio a un cambio profundo que excede el contorno de nuestra región. En un aparente gran caos fundacional, se había establecido un nuevo orden mundial, fisurado, hoy por el Covid-19, que hará que la denominada normalidad mute. Una apertura a un mundo donde la igualdad y la solidaridad se antepongan a todo, proyectadas vidas y muertes en el mundo virtual de la web y publicitada por los obscenos medios planetarios, en el ciberespacio, con unos cuántos caracteres intentando explicar lo inexplicable. Vigilados desde Sillicon Valley, perdidos en el laberinto, cual reto de subsistencia, luchando contra la bestia, metaforizando a Dédalo.

El estado de resistencia a las mafias gobernantes, debería tener hoy su espacio de poder y manifestarse con una potencia de voluntad trascendente en hombres y mujeres de todo el planeta… seres que desde su estoicismo, informados, estudiosos deberían ser el baluarte y referente que enfrentara a la caterva de politicastros y funcionarios corruptos y fraudulentos, que dictan y rigen arcaicamente, blindando a los ricachones empresariuchos mafiosos que controlan empoderándose ante una humanidad esclavizada. La igualdad inexistente, la dignidad eliminada y la equidad en permanente retroceso, destino de pueblos, anestesiados, en estado de desamparo ético, entrampados, embaucados con la promesa de un futuro mejor, cuándo el futuro es hoy, un reto que obliga a un desenlace dramático, pues el enemigo acecha, silencia y mata.

La legitimidad está cuestionada por la legítima inteligencia, eliminada del acontecer socio-político-cultural del mundo, silenciado el discurso de estos seres, por los poderes facticos, en pleno auge de su accionar criminal. Queda claramente demostrado lo antedicho, por ejemplo, en Argentina con políticos con signos de un pasado perimido, que tienen a eternizarse acompañados por la denominada nueva generación, tan conservadora en sus actos de refundación de la estafa, simulando realidades obtusas, sindicatos leales a los ajustes atroces implementados en desmedro de los más débiles, todo blindado por monopólicos medios de publicidad y farándula escort, desde donde segundo a segundo avalan y justifican los desaciertos cotidianos de administraciones de todos los colores, a 210 años de la Revolución de Mayo.

Muy ocurrente el hijo del calabrés mafioso, Mauricio Macri, cuando acudió al FMI luego de haber negado sistemáticamente durante años que no lo haría, endeudándonos por décadas, sumado a la fuga de miles de millones a paraísos fiscales… nos instaló en el túnel del tiempo, desandando años hasta ubicarnos en el siglo XX, ¡qué previsible!… no se ha oído una voz disidente denunciando esta entrega en sumisión y desvergüenza y la farsa continúa. En “lavadero machirulo”, ¿no éramos libres e independientes?, ¿no éramos una nación, una República?

Pero ha llegado como un Robin Hood, el Covid-19, si no sabemos hacer uso de él, incluso pagando las dramáticas consecuencias de este extraño “bicho” para dar vuelta la página de la historia, saliendo de lo que denominaban “normalidad” -por cierto desechable y asquerosa- ¿qué vendrá? no lo sé, presiento que cierta paranoia se instalará en las prácticas de la humanidad toda, incluso en los depredadores turistas de la vida… pero cómo vamos a hacer para instalar una justicia que responda a la demanda social, tan al margen de la ley, denunciando los actos delictivos del aparato de espionaje desplegado en 4 años del gobierno PRO.

Las promesas redundantes de los políticos ignorantes y sus familias, empleados del poder de las corporaciones multinacionales, desvían la atención de los pueblos sometidos, en temas estructurales a resolver y que es norma aplazarlos en nombre de las ganancias bursátiles, que generan riquezas y fortunas, cimentadas en el hambre, la sanidad deplorable y la educación ausente, de comunidades temerosas, en estado de indigencia y debajo del nivel de pobreza absoluta… hoy, apoyados por un estado presente y solidario.

Un sistema, que a falta de poder remediar los problemas de los indigentes, por la existencia de pactos con el Gran Poder, hoy jaqueado por un virus letal, que los inhibe de cumplir las promesas lanzadas en campañas electorales, en las que precisaban el voto de estos millones de seres al borde de la ruta: traicionan, estafan y no ponen reparos en falsificar la realidad, en un orden subyacente, que origina una mutación legitimada, sin tiempo para el duelo de una civilización a punto de terminar.

Hasta las nuevas generaciones viven del recuerdo de comportamientos y criterios superados, la mayoría de los cuales se remontan a dos siglos atrás, hoy convertidos en símbolos de un presente abolido y un futuro incierto.

Pero es una verdad que cada uno hoy se siente convencido de una opinión etérea y sin destino, en la soledad de la economía de sus propias convicciones, sin recursos y soportando un malentendido demasiado evidente, que da marco a una propaganda colosal y simulada, que deja al desnudo la fragilidad atroz del individuo que se niega a ser engañado, se revela a la impostura y rechaza la complicidad con las prácticas y artimañas del sistema ultraliberal, que anestesia para mejor convencer, cubre con paciencia y persistencia el espacio mental de la comunidad, con una propaganda permanente, desenfrenada, cual prácticas seculares, jamás alcanzadas, en ningún régimen totalitario de la historia de la humanidad.

(*) Filósofo y poeta

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