EL MISERABLE
JUAN
CARLOS ESCUDIER
Marcos de Quinto,
el burbujeante millonario de Ciudadanos, anuncia que nos deja e ignoramos si el
vacío que provoca podrá ser llenado fácilmente con el humo que expelen las
cerillas cuando se apagan. Quizás hagan falta dos cerillas en vez de una.
Seguro que echaremos de menos algo de este chispeante triunfador que hizo bueno
aquello de que el dinero es un estupendo abono y de ahí que algunos no sean
capaces de salir del estercolero mental en el que habitan. Tanta paz lleve el
caballero como descanso deja.
Se nos presentó De
Quinto como el self made man –estas cosas hay que decirlas en el idioma del
éxito y del tío Gilito- que, tras amasar un patrimonio de los de cortar el
hipo, accedía a poner a disposición de la comunidad su know-how, su receta del
éxito, para que todos probáramos unas gotas de esa poción mágica de Astérix y
no hubiera legión romana que se nos resistiera a la hora de enfrentarnos con la
vida. Lo único que hemos sacado en claro, sin embargo, es que el modelo que
Rivera puso a pasear en su pasarela de alta costura no pasaba de ser un tenor
de los amaneceres, un cantamañanas integral bastante desalmado por lo demás.
Siguiendo la lógica
que se aplican a sí mismos los altos ejecutivos, es menester preguntar qué ha
aportado este sujeto a la política española, cuál ha sido su balance de
gestión, qué ideas luminosas ha puesto sobre la mesa, qué nos enseñó además de
las bondades fiscales que el vecino Portugal ofrece a los ricos como él, cuál
ha sido su contribución más allá de los insultos, a cuántos ha captado desde su
pomposa secretaría de Talento y Capital Humano, por qué le recordaremos, en
definitiva, después de que hoy, por
disciplina de partido como dice, vote por última vez antes de dar un sonoro portazo.
No es obligatorio sentirse mal si la respuesta a estas cuestiones nos lleva
algunos eones porque será un tiempo bien aprovechado.
En realidad, sería
injusto afirmar que De Quintos no nos ha instruido en nada. Gracias a él hemos
aprendido lo que es el clasismo más repugnante y la inclemencia ante los que
sufren, como los inmigrantes rescatados por el Open Arms a los que definió como
"bien comidos pasajeros" o esos trabajadores de Coca-Cola que le
fueron a cantar las verdades del barquero el día de su boda y para los que pide
cuatro años de cárcel. El ricachón que bebía a morro de las botellas de vino de
Quinta do Vale de Meao para celebrar que no se parecía a gentuza como nosotros
puede, finalmente, emborracharse a gusto. Salud, don Marcos, y buena resaca.
Es pronto para
saber si el retorno de este Jedi de las stocks options a sus negocios de miel y
vino, a sus fincas y chalets, a la optimización fiscal de sus haciendas y
haberes y a la dedicación en exclusiva a la siempre ingrata tarea de sacar
brillo a las harleys, permitirá a Ciudadanos otro regreso a ese extremo centro
tan mono y liberal, pero parece un buen punto de partida. Librarse de un
cretino engominado que, si por algo había destacado, es por sus sonrojantes
opiniones, tal que calificar de sueldo Nescafé para toda la vida el ingreso
mínimo vital para los que no tienen qué dar de comer a sus hijos, es, dicho sea
en términos empresariales, una amortización anticipada de bienes de escaso
valor, o nulo como es el caso.
Lloraremos la
ausencia de este indiano de empavonados bucles como lo haríamos ante la pérdida
de un grano en el culo. Para nuestro consuelo, no siempre se van los mejores.
Las pústulas también desaparecen aunque dejen un olor muy desagradable.
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