JM AIZPURUA
Ya vengo avisando
desde el inicio que estamos siendo sometidos a una gran alucinación para
ocultar problemas sistémicos aprovechando el Coronavirus.
Llegamos a la luna
tenemos a tiro de piedra Marte; ¿y no somos capaces de saber de dónde viene
este bicho? Y lo que es peor ¿no hay un tratamiento que te evite estar un mes
asfixiándote y aislado en un camastro sanitario? No puedo creérmelo, me niego a
creérmelo.
Los muertos que
ocultan Sánchez-Iglesias (¡quién iba a imaginarlo!) no tienen entidad
suficiente para crear una “catástrofe económica”, que ya existían antes de
asomar el virus y que tras un electroshock domiciliario de dos meses todos
salimos con encefalograma plano: ¡que buenas son las monjas del colegio, que
buenas son que nos llevan de excursión!
Los caritativos de
Madrid dicen que daban de comer a 40.000 y ahora lo hacen a 70.000. pero en cuanto abran la puerta, bajarán los
“nuevos usuarios” y ¿Dónde está la catástrofe? Ya estaba en el PIB dilapidado,
en la precariedad, en el paro resignado y el oficial. Los muertos incluso han
aliviado las pensiones pues casi todos eran de mi quinta. ¿Dónde está la
catástrofe? Yo la noto en el supermercado que me subió la compra un montón.
Pero eso no es por el virus. Hay algo podrido en el Sistema que esconden tras
el virus.
La nueva normalidad
es la clave de esta pandemia, no para no contagiarnos, si no para ajustarnos el
capitalismo que ya no da para tanto capitalista, y que necesita una pasada por
la ultraderecha, para someternos a más trabajo precario y peor pagado, para que
los beneficios del rico no decaigan.
¿Hay alguien que
entienda que se llega a mi tierra en aviones como sardinas en lata y luego se
sale a la calle con “distancia social” (las marquesas ya la practicaban) y con
pobres camareros midiendo todo el día las mesas? Si; el poder del dinero.
No veo otra
explicación.
Un Gobierno
social-comunista no entra en el guion de la casta, los Poderes Fácticos, que
con el rollo de la concentración se pasan por la boina la Democracia y la
Constitución, ellos, tan “constitucionalistas” quieren un Gobierno de
ultraderecha con PSOE.
Ya olvidaron el
Espíritu de la Transición, el eurocomunismo de Carrillo que les permitió
mantenerse en sus poderes, del 15M como ¡basta ya! de la juventud, y sobre todo
de los resultados electorales que por 3 veces dieron a Sánchez como líder. ¿Qué
pretenden?
Son peligrosos pues
siempre llevaron el paso cambiado en Europa, y su finca española la defienden
de los aires del progreso europeo. Sus nuevas generaciones son más torpes y
chapuceras, se les ve todo. Ya ni la cabra les responde. Por ello son cada vez
más peligrosos.
Sus patrimonios los
tienen a buen recaudo en paraísos, pero su orgullo les obliga a seguir al mando
de su finca de 500 años, apellido en ristre. El reconocer que su historia
estuvo blasonada de esclavitud y rapiña, hoy se les atraganta: y no lo harán.
Los demócratas,
sentados en la mesa de negociación, vemos vacías las sillas de la derecha, una
y trina como el espíritu santo (no el de la Transición), y nos quedamos
perplejos ¿Qué hacer?
No hay comentarios:
Publicar un comentario