domingo, 5 de enero de 2025

EL PROBLEMA NO ES EL AHORA, ES EL DESPUÉS

EL PROBLEMA NO ES EL AHORA, ES EL DESPUÉS

DOMINGO CENTENERO

Su activación necesita de un proyecto que conecte conciencias y futuro para una Región que parece tener cansera y prefiere siempre la misma receta

Las primarias del PSOE comenzaron con el temprano anuncio de Pepe Vélez como candidato, lo que desencadenó movimientos estratégicos dentro del partido. Txema Almela, con escasas posibilidades, fue el primero en reaccionar, presentando su candidatura y lanzando un desafío directo a Diego Conesa, quien respondió poco después con su propia postulación. Inma Sánchez también se sumó a la contienda, aunque se retiró tras la presentación de Francisco Lucas, quien oficializó su candidatura después de la retirada de Pepe Vélez.

Además, en un entorno donde las redes sociales son la principal fuente de información y donde los algoritmos marcan la comunicación, el éxito dependerá en gran medida de saber adaptarse al marco existente para colocar un mensaje que resuene eficazmente entre los votantes en un momento en el que el empuje del cambio es el que es. Su activación necesita de un proyecto que conecte conciencias y futuro para una Región que parece tener cansera y prefiere siempre la misma receta.

 Entretanto, en el PP y en Vox, tras haber incendiado medio país con el tema de la amnistía, el tono y la intensidad de sus discursos han disminuido ante la posibilidad de una moción de censura. Puigdemont está lejos de ser un operador político racional y su pugna con Junqueras nos remite a tiempos pretéritos que podrían repetirse, aunque esta vez en una dirección diferente, ya lo decía Marx. Ante esta situación, desde tribunas como la del ABC ahora se hace un llamado a la calma, con la intención de influir en las negociaciones que están en juego.

El tan mencionado “delincuente” de los discursos previos, tras la amnistía, comienza a perfilarse como alguien con quien se puede dialogar. Y no se engañen, Puigdemont podría incluso convertirse en un aliado natural de todas las derechas y sus consejos de administración, que, de la mano de exlendakaris, publican cartas para indicar qué estrategia seguir, recordándonos que, para algunos, la prioridad parece ser exclusivamente el ejercicio del poder.

Todo ello se ve respaldado, como ha señalado el PNV, por un Podemos que parece estar buscando la caída del gobierno para ocupar el espacio de IU, frente a la incapacidad de los actuales dirigentes de Sumar de consolidarse como un partido verdaderamente transformador.

Esto deja en el aire los sabidos presupuestos generales del Estado, y mientras estos estén en el aire Vox venderá cara su negociación. Entre tanto Madrid, endeudada en los sistemas financieros niega que las comunidades puedan eliminar su deuda en el FLA, tensando al resto de comunidades gobernadas por el PP que carecen, por el control de medios madrileño, de una capacidad de introducir un discurso crítico ante los dictados de Ayuso. La opinión es de Madrid o Barcelona y desde aquí solo queda verlas venir.

Ante esta situación, Salvador Illa advierte que la eliminación de la deuda del FLA no debe convertirse en una carrera por bajar impuestos autonómicos, destinada a evitar el dumping fiscal de un Madrid que no podría reducirlos más al no tener su deuda dentro del FLA. Si esta es la previsión para Murcia, como parece ser el caso, estaríamos ante un grave problema. Esto implicaría hipotecar las cuentas públicas y desaprovechar la oportunidad de utilizar esta mejora para financiar infraestructuras necesarias, largamente deseadas y tristemente postergadas.

Un claro ejemplo de esta situación es el caso del tranvía o la creación de una entidad de transporte regional, proyectos que no avanzan debido a la calculada pasividad de la comunidad autónoma. Actualmente, esta se encuentra con presupuestos prorrogados, sin capacidad para pagar subvenciones, apenas logrando cumplir con los pagos a proveedores y sin sacar adelante ningún proyecto relevante para la Región. Esta parálisis se debe a los megalómanos proyectos del pasado, que han hipotecado unas cuentas públicas que ahora solo alcanzan para cubrir deudas.

Ante esta situación, no nos queda más que solicitar a Madrid que impulse los proyectos que deben salir adelante. El tranvía ya está listo, a falta del compromiso de la comunidad autónoma que lo esquiva mientras esperan que el ayuntamiento ponga en marcha el tranvibus; la conexión de alta velocidad (LAV) con Almería avanza, aunque con retraso. Lo que sigue pendiente es establecer los hitos necesarios para la conexión Murcia–Albacete–Cartagena. En el primer tramo, es imprescindible llevar a cabo el correspondiente estudio informativo y tomar la decisión necesaria para sacarlo adelante, ya sea mediante la modernización de la infraestructura existente o la construcción de una línea completamente nueva. En cualquier caso, el tiempo sigue pasando, y alguien tendrá que abordar esta cuestión de manera decidida.

 

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