viernes, 15 de abril de 2022

DESCONCIERTO

DESCONCIERTO

JOSU AIZPURUA

Desconcierto, perplejidad, confusión, desilusión, ira, indignación, cólera…para que seguir; los ancianos sentimos todo de eso y más. 2022 será un año funesto, que ya en el 21 apuntaba maneras.

Putin y Zelensky han irrumpido en nuestras vidas arrasando con el poco equilibrio que nuestra ancianidad contenía. Ya no nos consuela el que nuestros hijos vivirán mejor por nuestro esfuerzo, pues eso ya no será así. Vivirán peor y mal acostumbrados: un drama.

El Nuevo Orden Mundial, hecho por los oligarcas USA, que ni dan a los suyos sanidad, ni pensión, y observan sin sofoco a sus ancianos con mitones calentándose en bidones incendiados, ¿Qué nos iban a dar a nosotros? Les sobramos a ellos y lo que es peor a los nuestros. La izquierda se montó en el LGTBIXYZ y pasó de nosotros.

Pero apareció en la TV un viejecito que decía que no somos tontos y pedía a los bancos, y 600 mil le creyeron y se “encontró” en la cola del banco con la Calviño y hablaron. Todo era extraño hasta que nos enteramos de que el ancianito que iba de torpe había sido cirujano, por lo que pocas dificultades le daría un cajero automático. Y aquello pasó de página. ¿A ver si en vez de viejos vamos a ser tontos?

No nos dejan trabajar, y nos pensionan con miserias que no permiten sobrevivir.

¿Qué haremos; robar? Escrivá nos robó del IPC más de un 4% y en este año de 10% ¿Qué nos dará? Ya todo llega tarde pues los precios ejercen de asesinos de pensiones y para cuando nos den la revisión IPC, además de la retención que subirá hasta que no dispongamos de liquidez alguna, llegarán tarde para un colectivo enorme de ancianos normales, de los de sentarse en bancos, que están abrasados en 2022.

Nietos, hijos en paro, familiares, todos están perjudicados sin los apoyos del abuelo que ya no puede tener detalles con ellos.

La mínima sensibilidad, e inteligencia para notar que ellos serán como nosotros en breve, debiera hacer que la causa de los ancianos fuera una preferencia social, dirigida por nobles instintos, pero poner a Escrivá a su timón es como mandar al gato a por sardinas.

No hay esperanza en Ukrania con Borrell, ni en pensiones con Escrivá. USA mueve los hilos.

¿Vuelven a Canarias los tiempos del gofio? Pero no para todos, que el viejo patrón, con pensión máxima y ahorrillos, tiene para lubina con moho verde.

Angustia en el cajero, angustia en el Super, angustia ante los nietos, nunca esperamos esta cruel vejez. Esperaremos a Sánchez en la bajadita; con nuestro voto cargado.

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