RE-TRANSICIÓN
JOSU AIZPURUA
Necesaria, urgente
en la política del Estado, donde ya nadie ve victorias, pero menos acuerdos, me
refiero a nuestra Tierra Canaria, donde lo social quedó anclado en el modelo
fascista de Franco, el mismo que él aplicó como militar en el Rif y que mantuvo
en sus dominios africanos hasta su muerte.
Viendo en 2022 el
acto de Candelaria, se patentiza que algo es ya anacrónico.
Los que viven del
pesebre oficial, lo mantienen con ímpetu chupóptero, pero ¿y el resto
poblacional, mayoritario y silencioso, donde deberá reflejarse?
No es sano socialmente que el pasado fascista marque el destino de lo festivo y popular.
El cura (magnífico
aquel que nos dedicó una peineta) debe renunciar ya al prepotente lugar que el
nacional catolicismo franquista le otorgó y debe volver a su reducto religioso,
protagonizando sólo ante los suyos. Hoy día la representación se obtiene con
votos y esos son civiles, no religiosos.
Aquí hago un
llamamiento-denuncia para que los párrocos hagan una limpieza de vírgenes
“patronales” de ceremonias absurdas y falsas, de devolución civil de unos
signos que no tienen cabida en la religión que es universal y no mezquina y
pueblerina en claro enfrentamiento con la vecina.
Entre todos, pero
no los párrocos, debemos crear la “sociedad” del siglo XXI y celebrar lo celebrable,
pero de moros y cristianos, y sobre esos hechos notables partir para el futuro
sobre bases sólidas.
Lo que hoy se
“celebra” es puro talibanismo.
La juventud canaria
debe enfrentarse a su realidad. ¿Qué tiene?
La bulla, el
bebedero, la noche loca debe dejar paso a reflexiones profundas. No tenemos
suelo sólido y la Colonización ha sido pobre en sus contenidos sociales. Hay
que crear las bases de esa sociedad de futuro que debe arrancar de los DDHH y
la Democracia.
Los valores
Canarios, los reales no los impuestos, deben realzarse y los falsos profetas
arrojados a sus avernos, godos, residentes y nativos de cualquier isla deben
estar cómodos en ese futuro social al que debemos tender, desprendiéndonos de
las lacras que hoy día nos agobian.
La falsa historia
impuesta a las islas y a la Península donde nos creen trogloditas redimidos por
sus actos es una lacra repudiable pero debe ser substituida por relatos
certeros que desde otras latitudes podrían ser resueltos sin ataduras. Personas
notables se ofrecerían al empeño.
La basura
pesebrista debe ya desaparecer ante el carro de la Historia. Papa Francisco ha
pedido el perdón por lo mismo que los castellanos nos hicieron en Canarias. ¿O
es que ustedes conocen apellidos wanches?
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