martes, 16 de agosto de 2022

LENGUA DE SERPIENTE ES LA LEY, MOSQUITO TIGRE LA INTRUSIÓN EN VENA

LENGUA DE SERPIENTE ES LA LEY, MOSQUITO TIGRE LA INTRUSIÓN EN VENA

POR MAITÉ CAMPILLO

Jose Luis Sampedro fue un escritor catalá que los mismos medios poderosos de la contrainformación a la vez que desvirtuando su contenido, divulgaron y tildaron de humanista a forma de `escudo contra el contagio´ al que radicalmente firme defendió asentando en su obra: El sistema capitalista ha organizado un casino para que ganen siempre los mismos. Poner el dinero como bien supremo nos conduce a la catástrofe. Si mandara el pueblo habrían metido en cintura a los financieros hace tiempo. Gobernar a base de miedo es muy eficaz. Nos educan para ser productores y consumidores, para ser súbditos, no para tener pensamiento propio. Sin libertad de pensamiento la libertad de expresión no sirve de nada. Sin libertad lo que vivo no es mi vida, sino la vida que me imponen. Hay que vivir, para vivir hay que ser libre, para ser libre hay que tener el pensamiento libre y para tener el pensamiento libre hay que educarse. Hazte quien eres. Sin doblegarte, sin hundirte, sin ceder:

Lo que domina a la gente es el miedo, y se trata de que el miedo cambie de bando

 

Mosquito tigre es un parásito del chupa-chupa a la sopa boba del biberón mediático, antena y trompa adicta a los litros de alcohol que roba en vena ajena, camufla su abstracción en línea blanca línea negra como murciélago de día y noche irrumpiendo sobre el siglo, a las órdenes de quien por ahora tiene el mayor poder destructor, juega a el invisible, de una tropa servil a los vampiros de la cúpula banquera, de un mundo dividido entre un puñado de los más ricos y millones de pobres, de desposeídos. Mide menos que un cangrejo recién parido no más de 6 a 9 milímetros pero domina el fuerte del vasallaje con destreza, toma vacaciones en invierno presto a librarse de las temperaturas más frías del desagüe de riadas y tupidas nieves del mes de enero, y de los meses que siguen en cucurucho de castañas asadas abrazadas en manos con guantes de lana, hasta salir de su aparente letargo vacacional, acosando la tierna primavera ansiosos de un chute gota a gota como biberón de sangre inocente acorralada, como si se tratara de las fuerzas de la OTAN: contraataca, expande y arrasa con lo poco que en pié quedó de Iraq, volviendo sobre Siria y Libia reforzando al mosquito sionista en Palestina y al sátrapa rey de Marruecos en El Sáhara, provocando a Corea, Cuba, China, Rusia, India, Venezuela y una vez más hostigando Nicaragua entre otros países, hasta llegar al punto de mira en Ucrania de máxima actualidad para los medios a forma de entretenernos. Arremete con todo, el belicoso, provocando erupciones extorsiones virus y pandemias en cóctel a lo tigre asentando dictámenes. Desafía como tropa adicta con mayor pureza antes del desayuno y última hora del día, saboteando el sueño nocturno al reviente irritante de piernas y tobillos, alejarse de las aguas residuales estancadas pueden ser transmisoras derivando su chupa-chupa en 22 virus al margen del covid-19. Su agresividad es de corte demoledora del individualismo servil, castra paneles de miel en aroma de flores, raja y revienta hasta la inflamación sometiendo a los desposeídos de antídoto su chupa, rechupa y usurpa a ración doble tus derechos en vena asaltando el corazón e inflamando tu piel penetrando a galope. Poderes que pocos tienen permisibles contra lxs insumisas que reniegan del vasallaje, del principal promotor del dengue, electrocutando como jinetero descompuesto de todo control a sueldo del imperio, ojo con la retención de orina, afirma que pueda oírte el ajá esculpido en (El otoño del patriarca d’ García Márquez) date por enterada de la clarividencia de los hechos no los niegues, al loro con la gastroenteritis no te hagas el sonso pues prevenido andas de toda putrefacta química que trastorna el medio ambiente, hasta dejar tu naturaleza pal arrastre, y al delirio en fiebre amarilla, entre otras preferencias liquidacionistas a favor de las petroleras ajá, es la contraseña: ojo con los desagües sobre los mares, ríos y vertidos sobre la caña de azúcar intoxica y encañona a lo gallo y lo gallina, a la vaca al perro a la cabra y hasta el macho cabrío son ganado de tropa en general a dos, cuatro y más patas, instrucción militarizada en lenguas de fuego a 40º de calor en verano, carga perfecta donde la cerilla es la detonadora ideal, puede más que una bomba, aunque jamás llegue a la criminalidad aparente de las lanzadas en su tiempo sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945.

 

Mosquito tigre es como Lengua de serpiente, el amo hace al servil, temidos a nivel internacional tanto como la OTAN, pasan de Argentina al Uruguay y sur de Estados Unidos, desde cuya base central salta a Europa del este, curtido para el atropello brota de sus sumideros frío, como el mármol, frío, como una cárcel, frío, como la muerte, es jodedor no le subestimen el que advierte no es traidor, no se olviden de la contraseña y aléjense de su oleaje lo más que puedan. Servil del eterno carnaval mediático presume de marcas blancas a lo largo del tórax, recuerden que aunque es diminuto porta casco de guerra a lo guapito diplomático y democrático, espero entiendan este galimatías. Ante el abordaje, a forma de frente de urgencia, que no te engañe asegúrense de estar informados y recuerda que solo eres libre mientras dure el maratón, remarco el marco del tigre aspirante que solo tiene una línea blanca, y el de la fiebre amarilla, tiene cuatro filas a forma de medallas de guerra por lo que fulmina varias veces a sus víctimas. Existen de entre ellos varios miles de especies nada gratas, y cuatro de ellas, más que problemáticas causando cientos de muertes por año y millones de ellas por el mundo. No te confíes de la garrapata aliada de sus antenas a forma de jeringuilla marcando primaveras por abundantes lluvias y temperaturas de lo más que cálidas, pues suponen la combinación perfecta para la rápida proliferación de la amenaza de guerra lo dijo Quevedo <<donde hay poca justicia es un peligro tener razón>>. Una lengua de fuego atraviesa la existencia de todo un planeta exprimido hasta la barbarie, se multiplica como los panes y peces de la biblia, dicen de que si es la respuesta ecológica de la naturaleza agreste contra el capitalismo y sus variantes por arriba por abajo y entre vísceras. Pero la situación no se detiene ni sus efectos ni sus consecuencias evoluciona como una ola de odio: no es que estemos ciegos, es que lo vemos, quieren nuestra mano, nos meten veneno. Arrastran odio, generan

 

impotencia, al propio ser inocente carente de toda cobertura del agravio de la destrucción en manos del poder: su mundo, convertido como un látigo a mil grados contra la dignidad de los pobres, soportando incendios al reviente de su existencia inestable laboral y ni siquiera el derecho de vivir en paz, alejándolo de su entorno, arrinconando, y hacinando hacia la esclavitud todo referente de identidad. Son los latidos de una sociedad alterada frente a las bolas de fuego no es que estemos ciegos, es que lo vemos, son las lenguas de serpiente rodando por el mundo partiéndolo en lenguas de fuego ríos de fuego mares de fuego persiguiendo sus talones arrasando su respirar aboliendo la respuesta: los tengo cala’o’, cala’o’, cala’o’. Son los latidos de un corazón que se ahoga, las llamas incendiarias de la inquisición de otros tiempos que las democracias modernizan: bautizan la destrucción de culturas el mundo en un pañuelo la globalización demoledora del derecho a ser y pensar de amar cuando de amar se trata y luchar cuando la situación lo exige de morir cuando la hora llegue sin que una bola, ola o lengua de fuego de bomba o cerilla la provoque taponando lapidando inducida por la especulación a favor del calentamiento global contra la humanidad.

 

El especulador puede con todo su ley es el poder absoluto, te priva de tu casa, transforma tu barrio, los pueblos son devorados por sus ciudades monstruos, destruye bosques y fomenta culebras de alquitrán, arrasa árboles acelerando la quema, año tras año persiste tórrido y apabullante la cerilla jugando a las escondidas concentrando potentes rayos de sol sobre nuestras cabezas y cuerpos indefensos a punto de arder cual sardina a la parrilla. Es en verano cuando florece el vasallaje del cangrejo y salta como rana borracha de balcón a balcón y de ahí (intenta) al agua descompuesta de la piscina donde se desparrama, en verano sus majestades descansan su identidad real a la sombra esclava de un ciprés saltan a otro ciprés tras un año agotador de descarga de manos entre éticos y eléctricos chutes corporales, en verano la sanidad pública cierra por inventario de jeringuillas y por falta de doctor, contrario a Dios trino que hay un montón, siempre prestos al rosario a la boda al bautizo y comunión, son de verano más que del invierno las cucas tan negras tan marrones tan rubias tan pelirrojas tan inquietas siempre jugando y asaltando con la puesta de sol, también es más verano cuando las tiendas y centros comerciales hacen el agosto con el timo del tocomocho aprovechando el subidón de la caña de cerveza y kalimotxo, en verano van cobrando el impuesto libre capitalista previo consentimiento otorgado por el Estado, tan contrario, tan siniestro tan ajeno en tiempos de lucha al impuesto revolucionario, el verano es el preferido de las lenguas de fuego que devoran parques nacionales que dicen ‘protegidos’, montes, bosques y casas en llamas, el verano dispara los precios y el abuso, devorando los bolsillos, e impidiendo saborear su gusto en boca de las familias más pobres el derecho a su paella en una terraza los domingos, hoy hechas por chinos con sabor a curry entre otras inapelables sustancias como ingleses y alemanes cargan sobre ella salchichas y hasta papas pues todo europeo es una única cultura especialista en taponar de guisantes, arroz pasado de hora y extraña materia de adorno sigilosa a la sombra de la víctima, en verano estamos sobrados de todo, mucho macroconcierto en esta época de algo que llaman música al son del calor y mucho fuego de telediarios que son el parte meteorológico del mundo las 24h, en verano una especie de macho nuevo en riendas añejas se desfasa en manada de fiesta en fiesta, entre concierto tras concierto y discoteca visualizan la presa, escudriñan y atacan como tigre protegido por Lengua de serpiente, como si tuvieran la rabia lanzan la zarpa y la jeringa junto con su propio vómito de odio, amaestran la fuerza sarnosos de ira acorralan pinchan atacan y revientan: será por ello que decir dicen `somos cultura europea´, posiblemente signifique que ya no nos temen y nos traten como agua de borrajas sin sustancia sin nombre ni apellido, porque no somos nada, y mientras, el yuma guiri tambaleante tras ponerse en pié hasta el culo de terraza en terraza grita agradecido como cabritillo a lo banderillero sobre una plaza de toros: ¡que viva España!

 

Es peligroso el tigre con su lengua de serpiente al mando que creyéndose poderoso sube al podio ninguneando, ramificados unos, disfrazados otros, bien serviles todos acomodados como en época del dictador del lado del abuso sin límite legitimando el engaño, con todo su poderío, desde el escenario que todo lo transforma y destruye como por encanto. Pereciera que hay jueces y también juezas que no se hayan vacunado, contra los 22 virus del tigre de las manadas de la `europa civilizada´, vamos, que les importa un carajo y menos que un comino, el que haya energúmenos, dando rienda suelta a sustancias poderosas en potencia destructiva y derechos de pernada, con más derecho que nunca con sotana sea cura, obispo, jefe, cacique, bancario, camorrista, malandro mal criado y hasta con uniforme de policía como Juan Carlos Galván (Ken) y Vicente Peña (Trilero), agentes ambos del cuerpo que no se cubrieron con pasamontañas ni siquiera con gafas de sol, en Estepona, no lo necesitaban para acudir al domicilio de una joven de 18 años que sabían que estaba sola, así abusar a pierna y manos sueltas de todos sus derechos, y la violaron, como manda la ley de la manada, por lo que La justicia lejos de enviarlos a la cárcel dictamina una multa y un curso de «reeducación sexual», no se sabe si en pase de toreros a la ley del tigre, de en vez con pistola, con espada por antena asaltando la dignidad de la que ellos carecen. Otro hombre con responsabilidad empresarial, de los que presumen ser muy machos del solo tienen solo gastan y adaptan la ley a la entrepierna, interpreta a su manera que violar violó a una jornalera, y por ley, se libra como tigre por su aguijón y trompa como todos los protegidos de la ley y su justicia, de la cárcel, y como simulacro calmaprotesta y tapabocas le piden 6.000€, posiblemente para las arcas del Estado como representante de la ley de las costas y cursillos de «reeducación sexual», que devolverá a la sociedad un nuevo «campeón: ¡Somos cultura europea por la gracia de dios!» Por lo que acorde a dicha “cultura” el acuerdo entre la Fiscalía (la víctima) y la defensa, permite que un ser despreciable, y admitiendo finalmente haber agredido sexualmente amenazado y golpeado a una trabajadora a su cargo siga libre cumpliendo «cinco años de libertad “vigilada”»:

 

Lengua de serpiente es la ley, mosquito tigre la intrusión en vena. Y es que en la historia, como en la naturaleza (dijo Carlos Marx), la podredumbre es el laboratorio de la vida.

 

Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)

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