LENGUA DE SERPIENTE ES LA LEY, MOSQUITO TIGRE LA INTRUSIÓN EN VENA
POR MAITÉ CAMPILLO
Jose Luis Sampedro fue un escritor catalá que los mismos medios poderosos de la contrainformación a la vez que desvirtuando su contenido, divulgaron y tildaron de humanista a forma de `escudo contra el contagio´ al que radicalmente firme defendió asentando en su obra: El sistema capitalista ha organizado un casino para que ganen siempre los mismos. Poner el dinero como bien supremo nos conduce a la catástrofe. Si mandara el pueblo habrían metido en cintura a los financieros hace tiempo. Gobernar a base de miedo es muy eficaz. Nos educan para ser productores y consumidores, para ser súbditos, no para tener pensamiento propio. Sin libertad de pensamiento la libertad de expresión no sirve de nada. Sin libertad lo que vivo no es mi vida, sino la vida que me imponen. Hay que vivir, para vivir hay que ser libre, para ser libre hay que tener el pensamiento libre y para tener el pensamiento libre hay que educarse. Hazte quien eres. Sin doblegarte, sin hundirte, sin ceder:
Lo que domina a la gente es el miedo, y se trata de que el miedo cambie de bando
Mosquito tigre es
un parásito del chupa-chupa a la sopa boba del biberón mediático, antena y
trompa adicta a los litros de alcohol que roba en vena ajena, camufla su
abstracción en línea blanca línea negra como murciélago de día y noche
irrumpiendo sobre el siglo, a las órdenes de quien por ahora tiene el mayor poder
destructor, juega a el invisible, de una tropa servil a los vampiros de la
cúpula banquera, de un mundo dividido entre un puñado de los más ricos y
millones de pobres, de desposeídos. Mide menos que un cangrejo recién parido no
más de 6 a 9 milímetros pero domina el fuerte del vasallaje con destreza, toma
vacaciones en invierno presto a librarse de las temperaturas más frías del
desagüe de riadas y tupidas nieves del mes de enero, y de los meses que siguen
en cucurucho de castañas asadas abrazadas en manos con guantes de lana, hasta
salir de su aparente letargo vacacional, acosando la tierna primavera ansiosos
de un chute gota a gota como biberón de sangre inocente acorralada, como si se
tratara de las fuerzas de la OTAN: contraataca, expande y arrasa con lo poco
que en pié quedó de Iraq, volviendo sobre Siria y Libia reforzando al mosquito
sionista en Palestina y al sátrapa rey de Marruecos en El Sáhara, provocando a
Corea, Cuba, China, Rusia, India, Venezuela y una vez más hostigando Nicaragua
entre otros países, hasta llegar al punto de mira en Ucrania de máxima
actualidad para los medios a forma de entretenernos. Arremete con todo, el
belicoso, provocando erupciones extorsiones virus y pandemias en cóctel a lo
tigre asentando dictámenes. Desafía como tropa adicta con mayor pureza antes
del desayuno y última hora del día, saboteando el sueño nocturno al reviente
irritante de piernas y tobillos, alejarse de las aguas residuales estancadas
pueden ser transmisoras derivando su chupa-chupa en 22 virus al margen del
covid-19. Su agresividad es de corte demoledora del individualismo servil,
castra paneles de miel en aroma de flores, raja y revienta hasta la inflamación
sometiendo a los desposeídos de antídoto su chupa, rechupa y usurpa a ración
doble tus derechos en vena asaltando el corazón e inflamando tu piel penetrando
a galope. Poderes que pocos tienen permisibles contra lxs insumisas que
reniegan del vasallaje, del principal promotor del dengue, electrocutando como
jinetero descompuesto de todo control a sueldo del imperio, ojo con la
retención de orina, afirma que pueda oírte el ajá esculpido en (El otoño del
patriarca d’ García Márquez) date por enterada de la clarividencia de los
hechos no los niegues, al loro con la gastroenteritis no te hagas el sonso pues
prevenido andas de toda putrefacta química que trastorna el medio ambiente,
hasta dejar tu naturaleza pal arrastre, y al delirio en fiebre amarilla, entre
otras preferencias liquidacionistas a favor de las petroleras ajá, es la
contraseña: ojo con los desagües sobre los mares, ríos y vertidos sobre la caña
de azúcar intoxica y encañona a lo gallo y lo gallina, a la vaca al perro a la
cabra y hasta el macho cabrío son ganado de tropa en general a dos, cuatro y
más patas, instrucción militarizada en lenguas de fuego a 40º de calor en
verano, carga perfecta donde la cerilla es la detonadora ideal, puede más que
una bomba, aunque jamás llegue a la criminalidad aparente de las lanzadas en su
tiempo sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945.
Mosquito tigre es
como Lengua de serpiente, el amo hace al servil, temidos a nivel internacional
tanto como la OTAN, pasan de Argentina al Uruguay y sur de Estados Unidos,
desde cuya base central salta a Europa del este, curtido para el atropello
brota de sus sumideros frío, como el mármol, frío, como una cárcel, frío, como
la muerte, es jodedor no le subestimen el que advierte no es traidor, no se
olviden de la contraseña y aléjense de su oleaje lo más que puedan. Servil del
eterno carnaval mediático presume de marcas blancas a lo largo del tórax,
recuerden que aunque es diminuto porta casco de guerra a lo guapito diplomático
y democrático, espero entiendan este galimatías. Ante el abordaje, a forma de
frente de urgencia, que no te engañe asegúrense de estar informados y recuerda
que solo eres libre mientras dure el maratón, remarco el marco del tigre
aspirante que solo tiene una línea blanca, y el de la fiebre amarilla, tiene
cuatro filas a forma de medallas de guerra por lo que fulmina varias veces a
sus víctimas. Existen de entre ellos varios miles de especies nada gratas, y
cuatro de ellas, más que problemáticas causando cientos de muertes por año y
millones de ellas por el mundo. No te confíes de la garrapata aliada de sus
antenas a forma de jeringuilla marcando primaveras por abundantes lluvias y
temperaturas de lo más que cálidas, pues suponen la combinación perfecta para
la rápida proliferación de la amenaza de guerra lo dijo Quevedo <<donde
hay poca justicia es un peligro tener razón>>. Una lengua de fuego atraviesa
la existencia de todo un planeta exprimido hasta la barbarie, se multiplica
como los panes y peces de la biblia, dicen de que si es la respuesta ecológica
de la naturaleza agreste contra el capitalismo y sus variantes por arriba por
abajo y entre vísceras. Pero la situación no se detiene ni sus efectos ni sus
consecuencias evoluciona como una ola de odio: no es que estemos ciegos, es que
lo vemos, quieren nuestra mano, nos meten veneno. Arrastran odio, generan
impotencia, al
propio ser inocente carente de toda cobertura del agravio de la destrucción en
manos del poder: su mundo, convertido como un látigo a mil grados contra la
dignidad de los pobres, soportando incendios al reviente de su existencia
inestable laboral y ni siquiera el derecho de vivir en paz, alejándolo de su
entorno, arrinconando, y hacinando hacia la esclavitud todo referente de
identidad. Son los latidos de una sociedad alterada frente a las bolas de fuego
no es que estemos ciegos, es que lo vemos, son las lenguas de serpiente rodando
por el mundo partiéndolo en lenguas de fuego ríos de fuego mares de fuego
persiguiendo sus talones arrasando su respirar aboliendo la respuesta: los
tengo cala’o’, cala’o’, cala’o’. Son los latidos de un corazón que se ahoga,
las llamas incendiarias de la inquisición de otros tiempos que las democracias
modernizan: bautizan la destrucción de culturas el mundo en un pañuelo la
globalización demoledora del derecho a ser y pensar de amar cuando de amar se
trata y luchar cuando la situación lo exige de morir cuando la hora llegue sin
que una bola, ola o lengua de fuego de bomba o cerilla la provoque taponando
lapidando inducida por la especulación a favor del calentamiento global contra
la humanidad.
El especulador
puede con todo su ley es el poder absoluto, te priva de tu casa, transforma tu
barrio, los pueblos son devorados por sus ciudades monstruos, destruye bosques
y fomenta culebras de alquitrán, arrasa árboles acelerando la quema, año tras
año persiste tórrido y apabullante la cerilla jugando a las escondidas concentrando
potentes rayos de sol sobre nuestras cabezas y cuerpos indefensos a punto de
arder cual sardina a la parrilla. Es en verano cuando florece el vasallaje del
cangrejo y salta como rana borracha de balcón a balcón y de ahí (intenta) al
agua descompuesta de la piscina donde se desparrama, en verano sus majestades
descansan su identidad real a la sombra esclava de un ciprés saltan a otro
ciprés tras un año agotador de descarga de manos entre éticos y eléctricos
chutes corporales, en verano la sanidad pública cierra por inventario de
jeringuillas y por falta de doctor, contrario a Dios trino que hay un montón,
siempre prestos al rosario a la boda al bautizo y comunión, son de verano más
que del invierno las cucas tan negras tan marrones tan rubias tan pelirrojas
tan inquietas siempre jugando y asaltando con la puesta de sol, también es más
verano cuando las tiendas y centros comerciales hacen el agosto con el timo del
tocomocho aprovechando el subidón de la caña de cerveza y kalimotxo, en verano
van cobrando el impuesto libre capitalista previo consentimiento otorgado por
el Estado, tan contrario, tan siniestro tan ajeno en tiempos de lucha al
impuesto revolucionario, el verano es el preferido de las lenguas de fuego que
devoran parques nacionales que dicen ‘protegidos’, montes, bosques y casas en
llamas, el verano dispara los precios y el abuso, devorando los bolsillos, e
impidiendo saborear su gusto en boca de las familias más pobres el derecho a su
paella en una terraza los domingos, hoy hechas por chinos con sabor a curry
entre otras inapelables sustancias como ingleses y alemanes cargan sobre ella
salchichas y hasta papas pues todo europeo es una única cultura especialista en
taponar de guisantes, arroz pasado de hora y extraña materia de adorno sigilosa
a la sombra de la víctima, en verano estamos sobrados de todo, mucho
macroconcierto en esta época de algo que llaman música al son del calor y mucho
fuego de telediarios que son el parte meteorológico del mundo las 24h, en
verano una especie de macho nuevo en riendas añejas se desfasa en manada de
fiesta en fiesta, entre concierto tras concierto y discoteca visualizan la
presa, escudriñan y atacan como tigre protegido por Lengua de serpiente, como
si tuvieran la rabia lanzan la zarpa y la jeringa junto con su propio vómito de
odio, amaestran la fuerza sarnosos de ira acorralan pinchan atacan y revientan:
será por ello que decir dicen `somos cultura europea´, posiblemente signifique
que ya no nos temen y nos traten como agua de borrajas sin sustancia sin nombre
ni apellido, porque no somos nada, y mientras, el yuma guiri tambaleante tras
ponerse en pié hasta el culo de terraza en terraza grita agradecido como
cabritillo a lo banderillero sobre una plaza de toros: ¡que viva España!
Es peligroso el
tigre con su lengua de serpiente al mando que creyéndose poderoso sube al podio
ninguneando, ramificados unos, disfrazados otros, bien serviles todos
acomodados como en época del dictador del lado del abuso sin límite legitimando
el engaño, con todo su poderío, desde el escenario que todo lo transforma y
destruye como por encanto. Pereciera que hay jueces y también juezas que no se
hayan vacunado, contra los 22 virus del tigre de las manadas de la `europa
civilizada´, vamos, que les importa un carajo y menos que un comino, el que
haya energúmenos, dando rienda suelta a sustancias poderosas en potencia
destructiva y derechos de pernada, con más derecho que nunca con sotana sea
cura, obispo, jefe, cacique, bancario, camorrista, malandro mal criado y hasta
con uniforme de policía como Juan Carlos Galván (Ken) y Vicente Peña (Trilero),
agentes ambos del cuerpo que no se cubrieron con pasamontañas ni siquiera con
gafas de sol, en Estepona, no lo necesitaban para acudir al domicilio de una
joven de 18 años que sabían que estaba sola, así abusar a pierna y manos
sueltas de todos sus derechos, y la violaron, como manda la ley de la manada,
por lo que La justicia lejos de enviarlos a la cárcel dictamina una multa y un
curso de «reeducación sexual», no se sabe si en pase de toreros a la ley del
tigre, de en vez con pistola, con espada por antena asaltando la dignidad de la
que ellos carecen. Otro hombre con responsabilidad empresarial, de los que
presumen ser muy machos del solo tienen solo gastan y adaptan la ley a la
entrepierna, interpreta a su manera que violar violó a una jornalera, y por
ley, se libra como tigre por su aguijón y trompa como todos los protegidos de
la ley y su justicia, de la cárcel, y como simulacro calmaprotesta y tapabocas
le piden 6.000€, posiblemente para las arcas del Estado como representante de
la ley de las costas y cursillos de «reeducación sexual», que devolverá a la
sociedad un nuevo «campeón: ¡Somos cultura europea por la gracia de dios!» Por
lo que acorde a dicha “cultura” el acuerdo entre la Fiscalía (la víctima) y la
defensa, permite que un ser despreciable, y admitiendo finalmente haber
agredido sexualmente amenazado y golpeado a una trabajadora a su cargo siga
libre cumpliendo «cinco años de libertad “vigilada”»:
Lengua de serpiente
es la ley, mosquito tigre la intrusión en vena. Y es que en la historia, como
en la naturaleza (dijo Carlos Marx), la podredumbre es el laboratorio de la
vida.
Maité Campillo
(actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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