FARSALANDIA

FARSALANDIA

JOSU AIZPURUA

Los que me leen habrán ya deducido a que “Gran Nación Mariana” me refiero, pero si no es así; sigan leyendo que Farsalandia quedará muy reflejada.

En estos momentos están sometiendo a sus infantes a la más cruel lección de engaño y mentira, lo que les servirá de entrenamiento para enfrentarse al futuro con pocas expectativas, cuando la credibilidad de sus padres caiga por los suelos ante la farsa de los Reyes Magos que ya todos ustedes saben quiénes son.

Ni eran reyes ni eran magos, y de existir serían unos simples alquimistas orientales, pero Farsalandia se basa en su “realeza” para arrimar la ascua a su sardina Habudabieña.

El 6 entregan sus presentes, pero, el 10, casi sin despaquetar los juguetes y ponerles pilas, ¡Al Cole, al Cole! que ya es de sí frustrante, pero en el sopor de la clase el recuerdo del juguete se hace insufrible, y más cuando el vecinito, protestante, ya desde el 24 tuvo por la amabilidad de Santa la recepción del patinete que exhibió con saña por al parque, ante la pelusa de los nenes farsalandianos que debían vacacionar sin juguetes. Cuando el 6 se los dieron; al cole.

Y lo peor es cuando papi les cuenta la verdad ¿Cómo pudo ser tan cínico y cruel?

Pero en Farsalandia, necesitan de estas cosas para irles soltando las demás esencias patrias.

Luego viene la Unidad, los hermanos hispanoamericanos, que eran esclavos, pero eso es un pequeño detalle, el genocidio que hoy L. Obrador protesta, y las estatuas por las calles de héroes sin fundamento, impulsores de la farsa, y genocidas de esos pueblos.

¡Vaya panorama, mi niño! De haberlo sabido más te valiera hacerte protestante y gozar de las vacaciones de navidad al calor de Santa Claus.

Son obvios los errores sociales, pero el farsalandiano es duro de mollera y cruel: si yo me jodí que se jodan los que vienen.

Vengativo y sin propósito de la enmienda, el dirigente farsalandiano hace malabares para justificar pasado y presente y se distancia de la evolución social cada vez más, pero su orgullo lo compensa, es como el loco de la autopista circulando en sentido contrario: se equivocan ellos. 

Ya no defienden sus Difuntos que se convirtió en Halloween, horrible transmutación, pero los Reyes Magos es una pieza fundamental para obispos y funcionarios, que no la ceden, y los padres necios y divinos correctos siguen en la farsa sin pensar en el bien de su prole.

Ánimo niños que el futuro es vuestro y limpiareis Farsalandia.