NO MIRES ARRIBA, NO MIRES AL CERDO
"Es
posible conectar a Alberto Garzón con Froilán a través de las heces y el orín
de los cerdos. El poder y la influencia de la industria cárnica en España es de
tal dimensiones que alcanza hasta la Casa Real".
ANTONIO MAESTRE
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, en el Congreso | EFE
Es posible conectar a Alberto Garzón con Froilán a través de las heces y el orín de los cerdos. España antes era un país que se podía recorrer por las copas de los arboles de norte a sur, pero que ahora podría recorrerse uniendo en fila a los cerdos engordados en macrogranjas de la potencial familia política del sobrino de Felipe VI. Este girito republicano no lo vieron venir, lo sé. La novia de Froilán, o la amiga especial, que en las cosas de la corona se lleva mucho esa denominación, se llama Mar Torres-Fontes Fuertes, un nombre que puede que no les diga nada, pero es la nieta de Tomás Fuertes Fernández, fundador de embutidos El Pozo y uno de los hombres más ricos de España. Su corporación, que ahora dirige el tío de la novia del sobrino del rey, tiene una filial que se llama CEFUSA y posee en España 651.000 cerdos en macrogranjas. El poder y la influencia de la industria cárnica en España es de tal dimensiones que alcanza hasta la Casa Real y ayuda a comprender la última polémica inventada.
La historia de un
bulo puede tener muchas ramificaciones, la de Alberto Garzón atacando la
ganadería española se conecta con las elecciones en Castilla y León. La falta
de comprensión lectora del inglés en España y el nefasto trabajo periodístico
realizado, que en navidades necesita polémicas para no saturar con las
cabalgatas y la pandemia, han hecho el resto. Las declaraciones del ministro de
Consumo son impecables porque dicen la verdad, y quien no quiera asumirla se
sitúa en el negacionismo científico que quiere obviar la influencia de las
macrogranjas en la contaminación ambiental, la crisis climática y la
posibilidad de ser factor de nuevas pandemias, sin contar, además, con que la
calidad de su carne es inferior. Son hechos y negarlos y promover información
falsa es lo contrario a lo que debe aspirar el periodismo.
La pandemia es una
broma con lo que ya se está produciendo de manera silenciosa en los hospitales
cada día y nos devolverá a una edad oscura ya olvidada gracias a la
hipermedicación de los animales en las grandes explotaciones cárnicas. En
muchos países del mundo se medica a los animales con antibióticos cuando ni
siquiera están enfermos promoviendo la resistencia de las bacterias. En el año
2016 el 80% de los antibióticos usados en EEUU se usaron para la alimentación
animal, lo que supone 300mg de antibióticos por cada kilo de carne. Las
bacterias resistentes de esos animales contaminan el ambiente y las aguas en
sus purines y a los consumidores en la carne. La resistencia bacteriana
devolverá a la medicina al siglo XIX y hará que no pueda ser tratada una simple
infección infantil por un raspón en la rodilla. Del parque al cementerio. A eso
nos enfrentamos y dos de los principales causantes son la existencia de las
macrogranjas y el engorde sin control de los animales.
Los ridículos han
sido de difícil calificación. El diputado extremeño del PP Víctor Píriz se
quejaba de que Garzón hubiera atacado a la ganadería extremeña cuando en Extremadura
la predominante es la agricultura extensiva, que es precisamente la que
defendió el ministro en 'The Guardian'. La Unión de Pequeños Agricultores
tendría que estar contenta y de acuerdo con las declaraciones del ministro,
porque ellos llevan pidiendo de manera sistemática el fin de la agricultura
intensiva, de hecho el paso mes de abril se congratulaban del que el gobierno
tuviera como prioridad el final de las macrogranjas. Pero contra todo
pronóstico aparecieron pidiendo la dimisión de Alberto Garzón por ser sensible
a lo que piden y exigen. El nivel de cazurrismo alcanzó al PSOE, que con Lambán
a la cabeza pidió la dimisión por promover lo mismo que su gobierno en una ley
del pasado julio. Aragón es una de las regiones más contaminadas por las
macrogranjas, se estima que el 30% del territorio está contaminado por purines.
Si alguien manipula
una entrevista en una semana para sacar rédito político en precampaña electoral
la labor de los periodistas tendría que ser poner frente al espejo al que intenta
manipular a la opinión pública y no engrandecerla para acabar enredando un
ovillo acusando a un ministro de haber dicho lo contrario a lo que dijo. Hace
unos días las redes buscaban interpretar a quién parodiaba la película No mires
arriba, no hace falta buscar demasiado, tienen sobrados ejemplos con el affaire
Garzón de negacionistas de todo cuño mirando a otro lado cuando la ciencia
habla.
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