MANIPULACIÓN PODEMITA EN TVE
ANÍBAL MALVAR
Tertulia del miércoles noche en el programa de TVE 'La noche en 24
horas'
Que hay división en la izquierda es algo obvio. Solo hay que ver los informativos de la cadena pública, la Televisión Española, presuntamente manipulada por los comunistas judeo masónicos, para comprobarlo. Ayer mismo en La Noche 24 horas, el debate que presenta mi paisano Xabier Fortes, se dedicó mucho más tiempo a debatir el bulo de las declaraciones porcinas de Alberto Garzón (antinoticia ya caduca) que a profundizar sobre la enésima investigación judicial archivada acerca de la financiación ilegal de Podemos (noticia de actualidad). Os pongo al día, ya que cada vez resulta más difícil informarse a través de los informativos.
Ocurre que la
Audiencia de Madrid acaba de archivar definitivamente la investigación sobre la
caja de solidaridad de Podemos. "No consta distracción de fondos",
señala el auto. Los fondos investigados "fueron utilizados por sus
miembros para los fines propios de la asociación".
Mientras todos los
tertulianos de Fortes se llenaban los bótox de los labios advirtiéndonos contra
el peligro del bulo, esta pequeña decisión judicial no merecía más que unos
segundos de debate. Vamos a cambiar de tema y volvamos a lo de las
macrogranjas, insistía el presentador. Pero el bulo es también este silencio.
Este vamos a cambiar de tema.
Me hacía mucha
gracia, ya en su momento, el vociferío de la derecha política y mediática
española cuando se formó este Gobierno. Aseguraban aterrorizados que la tele y
la radio públicas iban a ser dirigidas por Pablo Iglesias. Nuestros niños iban
a abandonar el Instagram y el donut para pasarse todo el día viendo en la tele
programas hagiográficos de Stalin y de Bakunin. Temblaban los cuñaos de toda
España.
Fijaos que llevo
270 palabras y hasta ahora solo he hablado de mentiras. La mediatizada de
Garzón y la judicializada y archivada contra Podemos. Mientras debatimos
mentiras, la realidad de siempre fluye con libertad e impunidad poco
analizadas. Los de siempre se están haciendo una pasta mientras nosotros, cada
vez más pobres, nos conformamos con cocer más bulos que fideos en nuestro plato
de sopa. Y, cuando nos suben el salario mínimo, nos quejamos diciendo que el
dinero viene de Venezuela y que no lo queremos.
Yo anhelo una TVE
tan manipulada que al menos diga la verdad. Que anteponga ese golpe al lawfare
que significa el enésimo archivo judicial contra Podemos a la tontería de las
granjas intensivas, que todo el mundo sabe que son chungas, anti rentables,
contraecológicas y antipatrióticas. Mi patria son las vacas y los cerdos, y los
paisajes, con los que quiero convivir. No sus estúpidas banderas y sus
pulseritas. Y sus patrióticos dineros suizos, por supuesto.
TVE demuestra que
sí hay división en nuestra izquierda. Y, para analizar este asunto, conviene
recordar que tenemos un gobierno progresista, al menos presuntamente. Un
Gobierno de izquierdas no debería permitir que sus medios públicos dedicaran
tanto tiempo a echarle levadura a las harinas mentirosas de nuestra ultra
derecha.
Mientras el
indefinible Pablo Casado, la definibilísima Isabel Díaz Ayuso, el escupidor
aceitunero Teodoro García Egea, y el pitufero investigado Fernández Mañueco se
arrancan a mordiscos las yugulares, se nos habla de divisiones en el Gobierno y
de dimisiones obligadas, como la que se le exige a Alberto Garzón.
Yo, si fuera tan
socialista como Pedro Sánchez, empezaría por reclamar la dimisión de Javier
Lambán y de Emiliano García Page, que han salido a defender los bulos granjeros
de la ultraderecha contra su socio de gobierno. Estos señores tan antiguos y
tan desinformados han exigido la decapitación de su colega Garzón por decir la
verdad. De eso tampoco se habló en el programa ese que usted me dice y del que
estoy escribiendo ahora.
La acción de
gobierno nos confirma que no hay tanta división de la izquierda. La oposición
diestro-fascista, sin embargo, parece el capítulo final de Walking Dead. Y
nuestros medios, incluso los públicos, siguen fomentando la idea de que la
derecha está dabuti y Podemos es el rabo del demonio.
El enfrentamiento
feroz en el seno del PP, con Pablo Casado viendo sus yugulares devoradas por
Isabel Díaz Ayuso y el escasamente presunto delincuente electoral Mañueco,
queda solapado informativamente por los leves desórdenes menstruales del
gobierno de coalición. Que Podemos haya sido exonerado de una nueva falsa
acusación ya no es noticia ni siquiera en la tele del gobierno del que forman
parte. Preferimos debatir bulos pendientes que su resolución judicial. O bulos
baratos, como este de las granjas, a las verdades sobre nuestra alimentación y
nuestra supervivencia ecológica. Nos están llevando donde quieren. Y nos
dejamos. Algún día volveremos a informar sobre los hechos. Os lo prometo. Pero
ahora tengo que salir a buscar setas y bulos para comer. Por hambre y por
nostalgia. Una vez fui periodista.
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