CONFLICTOS
JOSU AIZPURUA
Nuestros mayores,
miraban con recelo al horizonte por si Nelson y sus marinos aparecían en
lontananza, y ahora les confieso que cuando yo miro a la mar lejana, es la
figura del Sultán y sus armadas compradas en lo mejor del comercio mundial, las
que me preocupan, pues Antonino, el cabo de guardia de la zona, es del siglo
pasado.
Pero no es la
guerra ni el armamento lo que debemos valorar.
La Diplomacia,
el diálogo. Ese debe ser el camino de arreglo de conflictos.
Yo no puedo creer que los africanos marroquíes y los peninsulares, no puedan darse un Régimen que convenga a ambos, pero que respete la africanidad de Ceuta y Melilla. Su españolidad es absurda.
Los más “patriotas”
y vociferantes, son los peninsulares que nunca estuvieron allí.
Muy poco importan
las ciudades africanas, o Gibraltar, para el modo de vida peninsular; sólo los
implicados residentes tienen intereses y derechos a conciliar, y no es difícil.
La colonización, las pateras, y las porteadoras; ya no son de recibo frente a
los DDHH.
¿Y las islas
Canarias?
El método debe ser
el mismo, el del siglo XXI con DDHH.
¿Qué futuro puede
darse a los nuevos canarios?
¿Conflictos y
guerras? o acuerdos y encuentros.
Los Estados
marroquí y español, deben respetar el hecho diferencial “canario” y su derecho
a un estatus jurídico que les permita dirigir su futuro en
concurrencia con los demás Pueblos de la Tierra. Dirigirse a sí mismo es un
derecho elemental. Paternalismos y Colonialismos son ya del siglo pasado. El
derecho de conquista; prescribió en el siglo XXI.
Aquel que
identifique como “españolas” las necesidades canarias es un delincuente
intelectual. Necesita un camino propio, diferente a los Continentes, sólido e
isleño.
¿Qué puede ofrecerse
en el siglo XXI para una tierra que surgió del fondo de la Tierra, que se pobló
por africanos y que invadieron europeos que hasta hoy la colonizan?
Olvidando el
pasado, hoy puede ofrecerse JUSTICIA a los colonizados, y futuro.
No crean que no reparo
en su dificultad, mi tierra vasca natal, lleva dos siglos y varias guerras por
conseguirlo, sin resultado positivo, y la insularidad aporta a Canarias más
dificultad. Pero no intentarlo es morir como Pueblo en el desagüe de la
Historia.
La Monarquía castellana
tardó un siglo en sojuzgar a los canarios, y algunos se refugiaron “alzados”:
muy de acuerdo no parece que estuvieron. Pero ya hoy el horizonte es diferente
y buscar futuro es algo necesario sin relación al pasado.
La independencia
Canaria, es una solución, para preservarse del expansionismo del Gran Marruecos
al que se le arranca la baza de la descolonización. Descolonización, sí, pero a
favor del Pueblo isleño.
Libremente, desde
su independencia, Canarias concertará sus acuerdos euro-africanos, pero sin la
dependencia y la limitación de los proyectos españoles o marroquíes.
Estas cosas son
para diálogos internacionales discretos; no para salir a la calle tirando
piedras. Pero ahora es el momento; luego será tarde.
En mi banco; lo hablamos ya
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