LAS
CUENTAS Y LOS CUENTOS DEL PP
DAVID BOLLERO
18/01/2022Iglesias y Mañueco no son capaces de arrojar luz sobre
los libros de financiación del PP. - Diputación de Salamanca
Si usted fuera honrado y su padre o su madre le acusaran de haber vacíado las cuentas bancarias de la familia sin previo consentimiento, seguramente, se revolvería, se defendería con uñas y dientes negando los hechos y aportando pruebas de su inocencia. Lo haría, además, cara a cara, sin rehuir un enfrentamiento que consideraría injusto y con la seguridad que da tener la razón de su lado. No es el caso de los dirigentes del PP que, como tienen por costumbre, se niegan a declarar en cuestiones que, de haberse procedido correctamente, resultaría cuestión de minutos zanjar. Algo se cuece en Salamanca, en el círculo estrecho del presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP), y el aroma que desprenden los fogones no barrunta nada bueno.
Los
dirigentes del PP tienen alergia a los juzgados. Si hace unos meses veíamos al presidente
de la Diputación Provincial de Málaga, Francisco Salado, recibir un trato de
favor para no entrar por la puerta principal de los juzgados para comparecer
acusado de un presunto delito medioambiental, ayer veíamos al presidente de la Diputación de
Salamanca y número uno del PP provincial, Javier Iglesias, eludir poner un pie
en el tribunal recurriendo a la
videoconferencia. Ambos tienen un buen maestro, Mariano Rajoy,
aunque poner tierra de por medio con el juzgado no le ahorró el rapapolvo
judicial dudando de su veracidad y la posterior condena al PP,
acreditando la existencia de la caja B.
Thank you for watching
Iglesias
no sólo evitó ayer acudir a los juzgados sino que, incomprensiblemente, se negó a declarar en la causa que investiga
la presunta financiación ilegal detrás de las elecciones
primarias que llevaron a Mañueco a ser candidato y posterior presidente de la
Junta de Castilla y León. En realidad, de no haber gato encerrado, todo debería resultar muy sencillo.
Más
allá de lo inmoral que resulta que se 'obligara' a altos cargos del PP a pagar
las deudas de los militantes morosos para que éstos pudieran votar a Mañueco,
la clave de la acusación está sobre todo en el pago que podrían haber realizado
diversos empresarios con este mismo propósito. Si las
cosas se hubiera realizado de una manera limpia, los más de 24.000 euros que no
tienen justificación alguna estarían perfectamente acreditados. No
sólo eso, sino que ayer Iglesias habría acudido a los juzgados personalmente,
callando bocas con los libros de cuentas perfectamente llevados y detallando la
procedencia hasta del último euro. No fue el caso.
Y
cuando uno se esconde, como de hecho hizo ayer Iglesias, cuando algo de
sencilla justificación no se justifica y, por el contrario, uno calla ante las acusaciones de corrupción en lugar de
reivindicar con contundencia su inocencia y desmontar las acusaciones
infundadas es, sencillamente, porque lo que no puede ser no
puede ser y, además, es imposible, que dice el dicho popular.
Los
precedentes del PP en materia de corrupción, financiación ilegal y sucios
vínculos con empresarios desde luego que no juegan a favor de Iglesias, Mañueco
y el resto de secuaces castellanoleoneses. Con el foco puesto en la
ganadería, en las filas del PP parecen entender a la ciudadanía como un puñado
aborregado que se mueve a su son, desviando la mirada hacia temas
menores para escapar del escrutinio de la corrupción... y con varias sentencias
que la acreditan en su seno, lo llevan crudo. Sus cuentas se transforman en
cuentos con una moraleja sin moral.
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