NO; PRESIDENTE.
JOSU AIZPURUA
Ser dirigente de
algo; obliga. Y obliga sobre todo a proteger a los ciudadanos-as que se
encuentran bajo su representación, y usted Presidente Canario, calla demasiado
ante el Gobierno Central debido al sucursalismo que le afecta por ser
del mismo partido.
Y calla frente al
reparto de Fondos Europeos, o frente a las ayudas a La Palma. Y debe alzar su
voz clara y firme para que el Estado español cese en el sometimiento
canario a fórmulas peninsulares que, en el archipiélago, las 8 islitas,
resultan extrañas, ajenas e inadecuadas.
Los Fondos empleados en una Comunidad peninsular, benefician de algún modo a sus vecinas Comunidades, en empleo o en uso; hay una permeabilidad vecinal.
Pero en Canarias,
nada de lo que se haga en la Península le beneficia. Ningún canario se bañará
en la piscina olímpica que se haga en cualquier lugar peninsular. Sólo en la
piscina canaria podrá bañarse el canario; y usted lo sabe. Estamos frente a
África y nos podríamos bañar en la piscina marroquí pero no en la española. Y
esto; es una verdad cósmica.
Debe alzar su voz y
exigir que a Canarias le deben dar un plus de colonizada en la lejanía.
Si usted que es
buena gente y canario contrastado no hace lo que debe, deberemos entender que
es esa militancia, el sucursalismo, lo que le ata a mantener la injusta
situación de siglos de explotación y ninguneo. No queremos acabar como Sahara,
y es ahora cuando a usted le corresponde actuar en defensa de su Tierra, sus
gentes, y sus derechos internacionales.
No soy ingenuo y
entiendo sus amarras y limitaciones, pero no por ello debo callar y no callo.
La juventud canaria nos está mirando, su futuro es mezquino y discriminatorio
con los peninsulares, sus infraestructuras son nefastas, su empleo es de bajo
nivel de hostelería, sus anhelos son en otras tierras de mejor condición; no
hay lugar a la canariedad juvenil.
Desde el
independentismo lo tenemos claro, pero donde no lo tienen es desde su partido
que hace causa común con la Casta Colonizadora, y no son capaces de crear una
política de compensación canaria para llevar a su Pueblo al disfrute de
lo que, por europeos que no lo son, les correspondería. No más que en tierras
europeas, pero tampoco menos.
La chapucería
hispana, terca y feroz, no asume la Colonización, los 100 años a sangre y fuego
con los que se apropió de Canarias que son su único titulo de
españolidad, hoy prescrito por el devenir de los tiempos y de los
conocimientos. En puro DDHH, Canarias está dañada por una ocupación ajena que
le impide un desarrollo y le roba una personalidad jurídica internacional,
para defenderse del anexionismo marroquí y del ninguneo español.
Nación Canaria; ya
se lo dijo Anghel. Póngase a ello.
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