EL CGPJ SE VUELVE COMUNISTA
DAVID BOLLERO
Viviendas
en venta y en alquiler en Madrid. E.P.
Mientras los medios de comunicación alimentan la insesantez e inspiran bufonadas como las de Emiliano García Page, inflando artificialmente la polémica de las macrogranjas, suceden otras cosas que impactan mucho más en nuestras vidas que un bulo. Es el caso del aval del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) al Anteproyecto de Ley por el Derecho a la Vivienda que esta semana va al Consejo de Ministros. La judicatura es clara: limitar el precio de la vivienda no vulnera el derecho a la propiedad privada. ¿Dirá ahora el PP que el CGPJ que impide renovar se ha vuelto comunista?
Que la clase
política se aferre a las macrogranjas, con la intolerable complicidad de los
medios, para llenar de contenido una semana no resolverá, por ejemplo, que José
Manuel y María, de 79 y 82 años, tengan un techo bajo el que vivir. La Ley por
el Derecho a la Vivienda, en cambio sí, y el aval del CGPJ, también.
Precisamente por eso, es importante continuar este ejercicio de poner el acento
en lo que importa, no en lo que más ruido hace.
Los topes al precio
de la vivienda levantaron muchas ampollas entre quienes se enriquecen con la
especulación. Hablamos de la derecha, siempre amiga del lucro a costa del
resto, y del sector inmobiliario que retuerce argumentos con tal de justificar
que se cobren precios disparatados por auténticos zulos. En un momento en el
que se equipara comunismo y fascismo con la misma ligereza que quienes comparan
el feminismo con el machismo, lanzar la proclama de que se atentaba contra la
propiedad privada no tardó en aparecer.
Sin embargo, en sus
primeras valoraciones, el CGPJ ha determinado que limitar el precio del
alquileres es absolutamente compatible con el artículo 33 de la Constitución
que recoge el derecho a la propiedad privada. De hecho, el órgano judicial
determina que se trata de "un instrumento normativo adecuado para
consagrar y dotar de contenido el derecho a la vivienda".
El órgano cuya
renovación tiene bloqueada el PP en un intento por extender su mayoría
conservadora deja a los populares sin uno de sus principales argumentos para
cargar contra la Ley de la Vivienda. Inexplicablemente, poco o nada trasciende
la noticia, cuya agenda informativa cada día desinforma más.
Tras ese movimiento
de los rojeras del CGPJ, la Ley de la Vivienda va sentando su camino y
dibujando un futuro en el que quedará a discreción de los ayuntamientos
declarar las zonas tensionadas en las que limitar el precio del alquiler. Tal y
como ha venido advirtiendo la derecha, allá donde ella gobierne no tocará los
precios, dejándolos desbocados como hasta ahora. La diferencia es que contarán
con un argumento menos y la presión social con un argumento más. Será entonces
cuando sólo a través del castigo en las urnas se podrá revertir la situación,
penalizando a aquellos gobiernos que continúen primando el enriquecimiento de
unos pocos sobre el derecho a un techo digno de la mayoría. No es comunismo -y
aunque lo fuera, ¿qué?-, sólo es cumplir con la ley y la Constitución.
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