«LA LUCHA ARMADA DETERMINARÁ
LA CAUSA SAHARAUI´´
POR MAITÉ CAMPILLO
«El genocidio de
los nazis contra los judíos cosechó el odio de todos los pueblos de la tierra.
¿Por qué cree el gobierno de ese país que el mundo será insensible a este
macabro genocidio que hoy se está cometiendo contra el pueblo palestino? ¿Acaso
se espera que ignore cuánto hay de complicidad por parte del imperio
norteamericano en esta desvergonzada masacre?» (Palabras de Fidel Castro…
¿Podríamos decir esas mismas palabras sobre el pueblo saharaui, décadas de
muerte y exilio, sin ningún derecho sobre su tierra?)
“El Sáhara nunca ha sido marroquí, el reino de Marruecos no podrá justificar que el Sáhara haya formado parte del citado reino alauita. A lo largo de la historia, Marruecos nunca envió ningún gobernador marroquí al Sáhara, ni tampoco los saharauis han rendido pleitesía a ningún monarca marroquí” . (Mohamed Sidi Brahim Basir) declaración del guerrillero saharaui “desaparecido” asesinado por el Estado español.
NI OLVIDO NI PERDÓN
Se trata de la
necesidad activa con el Sáhara de agarrarme y agarrarte a la tierra al fin,
contra la alienación oculta que propagan los grandes medios y empresas de la
información para mantener y distorsionar el desierto informativo, de eso se trata
en definitiva, de que te veas en mi de que me vea en ti agitando contra el
imperialismo macabro de la muerte. De la descolonización del Sáhara estamos
hablando. La toma de las armas del pueblo saharaui no es un sueño vano, es
lucha de vida dispuesta a morir, para poder vivir. La oligarquía financiera
internacional es culpable de sostener el colonialismo sobre el Sahara, más
repudiable, especulador y ruin junto con el de Palestina, de los siglo XX y
XXI. Sádica avaricia ya que de justicia estoy hablando. De cómo sus tentáculos
ocupan todo hasta la mentalidad de Pedro Sánchez (presumible presidente del
gobierno de la “España invencible”) deformando la realidad, ocultando los
hechos reales, improvisando una cultura de terror, una ideología de ocupación,
un pensamiento fascista. Es la sombra imperialista de la CIA, del Pentágono y
también de la Unión Europea. Es la frivolidad especuladora sin escrúpulos
proyectando al mundo un falso poder y dueño apostando por él, el propio
gobierno del Estado español junto al fascismo internacional e imperio de las
guerras por el mundo aplastando revoluciones. Es la descomposición social
sembrada por las dinastías monárquicas hasta nuestros días, como la restaurada
en 1874. Son sus aventuras y proyectos propios ajenos a los pueblos apuñalados
por la espalda, su demencia, que lejos de paliar el hambre y la atroz miseria
(hoy en Marruecos seguido de “España”) genera ambición colonial entre sus
tropas, crímenes y ocupaciones que llegan a la desesperación social e
impotencia, reforzando entonces, el más desproporcionado cuadro de jefes y
oficiales militares repatriados de las últimas colonias del viejo imperio,
aprovechando las contradicciones históricas entre los dos grandes imperios
colonialistas de Inglaterra y Francia, favoreciendo sus propósitos lanzándose
descabelladamente a primeros del siglo XX a la ‘La aventura de África’.
Las campañas de
África fueron una escalofriante sangría en lo humano y económico. Dando todo
tipo de privilegios y oportunidades a jefes y oficiales vividores del ejército
que la monarquía sostenía en Marruecos, ascensos, medallas y medallones además
de enriquecerse con su parte del botín colonial institucionalizando la
corrupción entre sus incondicionales. Sacrificó decenas de miles de jóvenes de
los pueblos dependientes de su descompuesta y corrupta dinastía, y todo, por
una causa que solo servía a intereses colonialistas estrechamente ligados a la
corona de Alfonso XIII y a las ambiciones puro castrenses de generales, jefes y
oficiales del ejército colonial, reaccionarios leales, “los africanistas”:
Regulares del Tercio y de la Legión, ‘los gentiles hombres de su majestad’
formándose con todo lo más retrógrado, degradado y sanguinario de la sociedad.
Ellos, los preferidos del rey felón, los que ganaban sus galones asesinando por
doquier, los Franco, Millán Astray, Sanjurjo, Mola, Goded, Yagüe, Fanjul,
Valera, Aranda, Alonso Vega, García Valiño, Muñoz Grandes, Esteban Infantes y
otros. Piezas claves consolidando un ejército de casta que había hecho de la rapiña
su verdadera profesión, su razón de ser, constituyendo ya el brazo armado de la
reacción criminal del fascismo internacional.
Para reprimir la
Revolución de Octubre d` 1934, en Asturies, las castas reaccionarias en el
poder destacan a los generales africanistas en especial a uno de sus hombres
fuertes, Francisco Franco, el asesino, el que daría años después un golpe de
estado convirtiéndole en uno de los mayores genocidas del mundo junto con
Hitler y Mussolini. De lo que se deduce que la reacción oligárquica sí que supo
utilizar su brazo armado, no solo para proteger sus intereses en las colonias,
sino para reprimir al “propio” pueblo y llegado el momento para encabezar la
sublevación fascista, por el contrario, los dirigentes republicanos no alcanzaron
a depurar en lo más mínimo, ni siquiera, a revisar la política colonial. A raíz
de octubre de 1934, los generales Fanjul, Franco, Goded, Mola, jefes como
Aranda, Varela, Yagüe, Moscardó y otros, los fue colocando en puestos claves
del ejército el propio jefe fascista José María Gil Robles (al que el pueblo
cantaba repitiendo dos veces su nombre con la coletilla musical ¡vete a la
mierda!! ¡no pretendas engañar al pueblo trabajador!! así una y otra vez a
bombo y platillo en ritmo de desfile cuya canción pasó de abuelos a padres e
hijos). Podemos afirmar sin equívoco que el periodo republicano iniciado en
1931, no supuso ventaja ni avances alguno ni para las capas más pobres del
pueblo republicano ni para los pueblos de las colonias (Protectorado de Marruecos,
Sahara, Guinea Ecuatorial). Los gobiernos republicanos tanto los de coalición
republicano-socialista como los de ‘bienio negro’ prosiguieron la misma
política colonial de la monarquía, llevándose a cabo incluso nuevas operaciones
militares, como la ocupación de Ifni y parte del Sáhara en 1934. Todas las
demandas presentadas a las autoridades republicanas tendentes a mejorar la
situación de las poblaciones colonizadas incluso las más moderadas, fueron
rechazadas, ninguna de las libertades conquistadas a raíz del 14 de abril de
1931 llegaron más abajo de Tarifa.
Resulta
históricamente incomprensible que los gobiernos republicanos y los líderes
socialdemócratas (PSOE) no hicieran nada por resolver el problema colonial. Lo
que resultó un grave error político-ideológico de gran magnitud fue que al
constituirse el Frente Popular, una vez constituido, el conjunto de fuerzas que
lo integraron siguieran olvidando que a 17 km de la península, en el norte de
Marruecos, el gobierno republicano mantenía bajo su dominio un territorio
colonial de 20.000kms cuadrados con una población superior al millón de
habitantes. Y que dicho territorio, verdadero nido de buitres, de militares
africanistas verdugos del pueblo marroquí constituía la base de operaciones del
Tercio, la Legión, los Regulares y las tropas coloniales en general y, por
ende, las fuerzas que fueron el principal apoyo militar de la sublevación
fascista en gestación (El Frente Popular constituido para cortar el paso al
fascismo le dejó a este un campo de operaciones para complotar que resultaría
indiscutiblemente decisivo). Merced a esta política de naturaleza
social-colonialista dando la espalda a las reivindicaciones nacionalistas de lo
más avanzado del pueblo marroquí, una buena parte de este, pasó a ser de inmediato
reserva directa de la sublevación. Los militares fascistas se apoderaron de
todo el territorio del Protectorado en menos de veinticuatro horas sin apenas
resistencia. Así mientras en el Estado español se aplastaba la sublevación en
Madrid, Barcelona y la hacía fracasar prácticamente en toda la península, en el
Protectorado, los puertos y aeropuertos, las unidades de élite y el material
militar quedaban en manos de los sublevados. Se sabe que una delegación
nacionalista marroquí se personó en agosto de 1936, entrevistándose con algunos
dirigentes del Frente Popular, y con al menos del PSUC, Rafael Vidiella. La
delegación marroquí exigía que la República proclamase la independencia del
Protectorado, y apoyase con suministro de armas a las fuerzas nacionalistas que
estaban dispuestas, si esto se cumplía, a luchar contra el ejército franquista
en su propia base militar de partida: Marruecos.
Era evidente que en
aquellas circunstancias declarar la independencia de Marruecos significaba
oponerse directamente al colonialismo francés, chocar abiertamente con el
gobierno socialdemócrata de León Blum “pretendido aliado”, cosa que no iban
hacer por su propia voluntad ni los dirigentes socialdemócratas ni los
republicanos. ¿Pero y el Partido Comunista? Contaba ya no sólo con la
suficiente fuerza e influencia de masas, sino también, con dos ministros en el
gobierno del Frente Popular y con otras potentes palancas como para en nombre
de la causa común, que era ganar y aplastar el fascismo, haber exigido la
declaración de independencia de Marruecos y la renuncia a las colonias. De lo
que se deduce que el Frente Popular, especialmente el Partido Comunista como
fuerza independiente, por las razones que fueran dieron la espalda dejando el
campo libre a los fascistas, quienes hasta entonces y excepto las unidades
mercenarias de Regulares, sólo habían logrado reclutar contados jóvenes
marroquíes. La República, el Frente Popular, la clase obrera y los campesinos
pagaron pronto las consecuencias de ésta política. En 1937 al mando de los
facciosos ya había en la Península más de 150.000 mercenarios marroquíes. Hoy,
en siglo veintiuno, a las puertas de despedir el 2020 siniestro en pandemia,
con tantas o más muertes que en la I Guerra Mundial (nunca sabremos las cifras
reales de muertes ocasionadas por el mundo), el gobierno, y especialmente el
presidente Pedro Sánchez ni siquiera puede hablar del Sahara, aunque quisiera
posicionarse por una solución dialogada, que no lo quiere, Marruecos tomaría
todo tipo de represalias que complicaría los sucios negocios durante décadas de
las tiranías capitalistas, europea, marroquí, e imperio norteamericano. A
Europa no le interesa ni el pueblo saharaui ni el palestino ni ningún pueblo
del mundo.
NOTA (histórica)
Para poder entender
mejor la acción retrógrada de las democracias en el Estado español, hay que
ubicarse en noviembre de 1933, luego de haber sido promulgada la ley de
elecciones en la que por medio de diversos mecanismos bajo presión de la
burguesía, se violaba y deformaba el valor del voto directo. Se celebran
elecciones de diputados a Cortes, debido a lo anterior, y por supuesto, a la
división de las izquierdas, y en especial la de la clase obrera que dispersaron
así sus votos, obtuvo mayoría la concentración de grupos de derecha que con
3.255.000 votos aproximadamente logran 217 diputados; mientras los grupos de
izquierdas al dispersar sus votos con 3.550.000 obtienen sólo 99 diputados,
dando paso a lo que se conoce como ‘bienio negro’ (Periodo que va desde la
victoria unida de las derechas en las elecciones de noviembre de 1933, hasta
que vence el Frente Popular en febrero de 1936). Bienio negro fue el intento de
la reacción de tomar el poder “sin guerra”, dicha maniobra comenzó con estas
elecciones y la instauración de un gobierno presidido por el crápula encarnado
en alimaña y demagogo Alejandro Leroux. Los pasos posteriores a dichas
elecciones fue el ir implantando una dictadura de corte fascista por medios
“ilegales”, el siguiente fue el gobierno de centro-derecha en 1934, lo que
produjo la inmediata reacción de la clase obrera: La Huelga General en todo el
Estado, y la acción directa revolucionaria conocida como Revolución de octubre
de los mineros en Asturies (Resistieron quince heroicos días antes de ser
aplastados a sangre y fuego por los ataques de las tropas coloniales, enviadas
por un General, Franco). Tras la ofensiva instalan un periodo de gran represión
y agudizamiento de la dictadura fascista con miles de presos políticos y
asesinatos, disolución de partidos y sindicatos, etc. Anidando el terreno para
que entrase como ministro de Defensa, otro criminal, José María Gil Robles jefe
de las derechas. Así se daban los últimos toques a la maniobra de implantar el
fascismo en el poder por medios “constitucionales”… ¿No les suena al proceso de
«transición democrática´´de imponer la monarquía legada por Franco?
Las contradicciones
se agudizan, las derechas se dividen según intereses, entre los que quieren
implantar el fascismo en esta forma y los que propugnan por ir ya a la toma
violenta del poder. Lo que produjo una crisis política que culminó con un nuevo
gobierno centro-derecha disolviendo las Cortes el 4 de enero de 1936,
convocando a nuevas elecciones. En ellas las izquierdas a iniciativa del propio
Partido Comunista, José Díaz como presidente, acuerdan formar el Frente
Popular, y el 16 de febrero de 1936, obtienen la mayoría absoluta en las Cortes
con 257 diputados contra 57 del centro y 139 de las derechas poniendo fin al
‘bienio negro’. Las derechas ante la rotunda derrota acuerdan implantar el
fascismo cueste lo que cueste. Imponen la violencia. Preparan la sublevación,
con el apoyo del nazi-fascismo internacional y miles de mercenarios de las
colonias, llevada a cabo unos meses después, lo que vergonzosamente llamaron guerra
civil.
Maité Campillo
(actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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