ARGENTINA. TRAPOS SUCIOS EN PFIZER Y MODERNA
POR ATILIO A. BORON
Las usinas de fake-news y la oposición macrista al gobierno de Alberto Fernández insinúan que las relaciones entre Pfizer y el gobierno argentino no son transparentes, que hay sospechas de corrupción. No hay pruebas pero no importa, igual el tema queda instalado. Que hay un tironeo entre gobierno y empresa es evidente, y que ésta quiere dictar sus condiciones por encima de las leyes nacionales también. Pero de lo que para nada habla el sicariato mediático, y mucho menos editorializa, es acerca del extraño comportamiento de esa empresa que es presentada ante su audiencia como la re-encarnación corporativa de la Madre Teresa.
Por ejemplo, nunca
informaron que el lunes 9 de noviembre su CEO, Albert Bourla, se deshizo de
132.508 acciones de Pfizer a un precio de U$S 41.94 cada una (apenas cinco
centavos por debajo de su récord histórico) desprendiéndose del 62 por ciento
de las acciones que tenía en esa compañía y embolsando en pocas horas 5.600.000
millones de dólares de ganancia. [1] Si bien la venta estaba programada con
anticipación (desde el 19 de agosto, cumpliendo con la normativa vigente en
EEUU que impide que los CEOs realicen ventas sorpresivas), la fecha exacta de
la operación no deja de suscitar sorpresas porque se produjo al día siguiente
de que la empresa anunciara los positivos resultados de sus tests de la tercera
fase y que el precio de sus acciones subieran extraordinariamente. La gran
pregunta era: ¿por qué vender sus acciones si las perspectivas de negocios de
Pfizer eran inmejorables? ¿Sabrá algo que nosotros no sabemos, acerca de la efectividad
y/o practicidad de una vacuna que necesita circular por el mundo en una cadena
de frío inalterable de entre 70 y 80 grados bajo cero? ¿O tal vez la empresa
descubrió negativos efectos colaterales, cuya génesis no está del todo
esclarecida? Si los pronósticos eran tan favorables como la prensa lo anuncia a
tambor batiente, ¿por qué vender sus acciones, qué capitalista actúa de esa
manera?
Pero Bourla no fue
el único; Sally Susman, Vicepresidenta Ejecutiva y Directora de asuntos
corporativos de Pfizer, también se desprendió de 1.8 millones de dólares en
acciones de la compañía.[2] La cosa no termina allí. La misma fuente informa
que “altos ejecutivos de otras farmacéuticas que buscan vacunas Covid-19, como
en las empresas de Moderna y Novavax han vendido grandes cantidades de acciones
después de prometedoras noticias sobre sus propias vacunas.” Según informa el
Financial Times Stéphane Bancel, el billonario CEO de Moderna, otra de las
compañías de la “big pharma” que está en la competencia para la producción de
la vacuna, fue mucho más audaz que su par de Prizer y vendió sus acciones de la
compañía por valor de U$S 49.8 millones de dólares, reportándole una ganancia
inmediata de 400 millones de dólares en un solo día. ¿Curiosidad, sorpresa,
meras casualidades?
Comportamientos
extraños, sin duda pero que revelan que esas empresas, que supuestamente están
trabajando para garantizar la supervivencia de miles de millones de personas
amenazadas por el Covid-19, están en manos de nefastos personajes, una verdadera
“mafia de cuello blanco” cuyo único interés es ganar dinero, muchísimo dinero,
sin que les importe nada más. Mientras tanto, un millón setecientas mil
personas en todo el mundo han muerto a causa del virus. Conclusión: dejar la
salud de la población y la producción de medicamentos en manos de las grandes
corporaciones es lo mismo que pedirle al lobo que cuide a las ovejas. En el
imprevisible mundo de la post-pandemia lo más probable es que ambas cosas, la
atención médica y la industria farmacéutica, pasen a ser actividades casi
exclusivamente manejadas por empresas estatales. El fracaso de la “magia de los
mercados” en estos terrenos ha sido monumental, y la conducta de esos grandes
empresarios es inmoral y, muy posiblemente, según la legislación de distintos
países, criminal.
Y no es menos
censurable la forma en que los medios hegemónicos de la Argentina, en su
tiránica obsesión por desgastar y de ser posible derribar al gobierno, ocultan
esta información que revela la naturaleza delictiva de esos gigantescos
oligopolios farmacéuticos y coloca bajo luces más potentes las tensiones con la
Pfizer.
Atilio A. Boron
[1] Ver la noticia
difundida por la CNBC en:
https://www.cnbc.com/2020/11/11/coronavirus-vaccine-pfizer-ceo-sold-5point6-million-of-stock-as-company-announced-positive-data.html
[2] Ver
https://www.elblogsalmon.com/sectores/que-grandes-ejecutivos-farmaceuticas-que-investigan-vacuna-covid-19-estan-vendiendo-sus-acciones
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