domingo, 13 de diciembre de 2020

QUE ALGUIEN ME LO EXPLIQUE

 

QUE ALGUIEN ME LO EXPLIQUE

QUICOPURRIÑOS

Sentadito estoy en mi silla de la Rambla Pulido y, como observador que soy, los veo pasar. Y hoy toca los negros, los que seguro llegaron en patera. Negros, y no ofendo a nadie, porque blanquito yo soy, y los de las tiendas de la esquina, los que gobiernan media calle, chinitos y amarillos. Qué tontería es esa de que el otro es un ciudadano de color. ¿Cómo de color?, ¡Cóño! Es negro, pues negro él y blanquito yo, y el otro, del color que sea. Que son personas y ya está. Colores hay hasta para pintar.

         Pero es que, viéndolos pasar, a los negritos, resulta que siempre caminan en grupos impares. Y eso me da que pensar y no le encuentro explicación. Y trabado estoy.

         Pregunté a mi amigo Najib el moro, que en una ocasión me explicó cómo habían de comerse los dátiles. Él que me dijo una vez que tenías que comerlos en números impares para que no te hicieran daño. Anonadado me quedé, y me explicó que eso venía del Corán, que Mahoma así lo dispuso pues según los dátiles que comieras, siempre en números impares, podrían o calmar tu hambre o, si te pasabas, hacerte vomitar y así evitar que llamaras a una ambulancia. ¡Moro, le dije!, no creo que Mahoma, con todos los respetos, tuviera ya diseñado un Servicio de Salud Pública,y que cuando dijo eso, pensara y entre otros servicios tuviera disponibles ambulancias, cuando aún entonces el Sr. Ford no habría diseñado aún su TT, ese de la producción en cadena que revolucionara el mundo de la automoción. Explícame, amigo Najib, que si como cinco dátiles es sano y con eso cumplo los mandatos de tu Mahoma, pero si son cuatro, no. No me entra en la cabeza. Pues si cinco comí es porque llevo cuatro comidos y solo doy un paso más, un dátil más adelante, al estómago. Y no me supo contestar el fiel de babuchas con lógica, sino que se quedó aferrándose a su Corán. Aún así le quiero, porque es una persona excelente. Es al que conocí por culpa de un mechero. Ese que cuando un día le pedí fuego dos veces seguidas, él en una mesa y yo en la de al lado, me dijo, quédatelo. Y desde entonces hasta hoy.

         Siguiendo y pensando en las enseñanzas de Mahoma, me atreví a preguntar a Najib si él creía que había alguna semejanza (por aquello de los dátiles), si es que había alguna conexión lógica o religiosa del porqué, estos negritos llegados de África, caminan por  las calles de Santa Cruz en grupos impares. Y es que solo los veo pasar en uno, tres, o cinco, pero, a pares no. Y no le encuentro explicación lógica ninguna.

          Y es por eso que pido ayuda. Salgan todos a la calle y observen. Confirmen si es verdad lo que les digo, que caminan en grupos impares. Y luego piensen porqué lo hacen. Descúbranlo. Y si lo descubren luego me lo cuentan, que intrigado, muy intrigado que  estoy por esos andares de los negritos llegados de África.

         Por cierto, que a nadie se le olvide que Canarias está en África.

 

                                                          quicopurriños, diciembre 2020


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