BIDEN PREPARA EL ASALTO A
AMÉRICA LATINA
Este Nuevo Orden, Económico/Político, Mundial, contiene diversos componentes
ya
conocidos por los pueblos de la mal llamada “periferia”
POR OSCAR ROTUNDO
“No tenemos tiempo que perder en lo que se refiere a nuestra seguridad nacional y política exterior” … “Necesito un equipo preparado desde el primer día que me ayude a reclamar el asiento de Estados Unidos a la cabeza de la mesa, a reunir al mundo para hacer frente a los mayores desafíos que enfrentamos y a promover nuestra seguridad, prosperidad y valores. Este es el punto crucial de ese equipo” *[1]
Con estas palabras, Joseph Robinette Biden Jr, presidente electo de los Estados Unidos de Norteamérica, señalaba el camino que regirá la política exterior del autoproclamado “Amo del Norte”, a partir de enero de 2021.
Representante del
viejo establishment que implemento la globalización y las políticas
aperturistas y especulativas para favorecer la diplomacia de guerra y los
contratos del complejo militar/industrial; tanto como Senador y como
Vicepresidente, durante 45 años; Joe Biden, llega al poder imperial, auspiciado
por las élites de los magnates de “Sillicon Valley”, las firmas Vanguard, Black
Rock, State Street, Amazon, Facebook, Twitter, Microsoft, Apple, y de la mano
del New York Times, las cadenas CNN, NBC, ABC, CBS, la familia Rockefeller y
las ONGs impulsadas por Bill Gates y George Soros; para reformular el sistema
capitalista global post-pandemia.
Este Nuevo Orden,
Económico/Político, Mundial, contiene diversos componentes ya conocidos por los
pueblos de la mal llamada “periferia”; entre ellos, el impulso de la
reconversión tecnológica, el control de los recursos naturales y el combate a
los enemigos externos que atenten contra la estabilidad financiera y la
seguridad de los Estados Unidos de Norteamérica.
El electo
presidente Joe Biden, durante su trayectoria política, patrocinó las
estrategias conocidas como, “Plan Colombia” a comienzos del Siglo XXI, la
llamada “guerra contra el terrorismo” después de 2001; junto a sus financistas
de la más-media, propaló las fake news que sirvieron de excusas para la
invasión de Irak en el año 2003 y auspició la doctrina de la llamada “guerra
preventiva”, que fue el andamiaje teórico para desestabilizar a Siria y
hundirla en una guerra civil que dura hasta nuestros días.
También respaldó la
intervención militar británica en la guerra de Malvinas, presentando, como
senador ante el Congreso norteamericano, una resolución de apoyo al Reino
Unido; justificando ante la prensa “Mi resolución busca definir de qué lado
estamos y ése lado es el británico. Los argentinos tienen que desechar la idea
de que EEUU es neutral” *[2], desconociendo irresponsablemente el famoso
acuerdo del TIAR (Tratado Interamericano de Ayuda Reciproca).
Es conocida su
posición belicista en la intervención militar a Libia y en la guerra de los
“Balcanes”, como dijera el ministro de Relaciones Exteriores de Bosnia y
Herzegovina, Sven Alkalaj «El senador Biden siempre apoyó a Bosnia durante la
guerra y en su camino hacia la democratización; y su visita ahora es otra forma
de demostrar el compromiso de su gobierno». *[3]
En el ámbito
económico favoreció el rescate de las grandes corporaciones y bancos en la
crisis de las “hipotecas subprime”, que arrastro a la debacle al conjunto del
sistema capitalista, apoyando la Ley de Estabilización Económica de Urgencia de
2008 (llamado también Plan de rescate financiero de Estados Unidos). *[4]
Para realizar la
tarea encomendada por la plutocracia de Estados Unidos desde el Poder Ejecutivo
Imperial, Biden seleccionó un conjunto de colaboradores con destacada
trayectoria, para puestos claves, que darán forma a su nueva estrategia global.
Como Directora de
Inteligencia, para la coordinación de las todas las agencias de inteligencia
estadounidenses, nominó a Avril Haines; quien fuera la segunda al mando de la
Agencia Central de Inteligencia (CIA) (2013-2015) y del equipo de Seguridad
Nacional en la Casa Blanca (2015-2017) bajo la presidencia de Obama.
En el año 2018,
Haines, respaldó la designación de Gina Haspel como titular de la CIA, más allá
de las vinculaciones, de esta última, con casos de torturas a detenidos de Al
Qaeda
Otro cuadro
estratégico, que acompañará al presidente, es Linda Thomas-Greenfield, diplomática,
con 35 años de experiencia en el Servicio Exterior, quien ocupó el cargo de
embajadora de Estados Unidos en distintos lugares, como Liberia, Suiza,
Pakistán, Kenia, Gambia, Nigeria y Jamaica; además fue Secretaria de Estado
adjunta para asuntos africanos entre 2013 y 2017 y exdirectora general y
directora de recursos humanos del Servicio Exterior.
Antony J. Blinken,
fue su principal asesor en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado y en
la vicepresidencia, se desempeñó como asesor de Seguridad Nacional y luego como
principal asesor de Seguridad Nacional adjunto de Obama, y como subsecretario
de Estado de 2015 a 2017.
Jake Sullivan
ocupará el principal puesto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Sullivan,
tuvo un papel destacado en las negociaciones que condujeron al acuerdo nuclear
con Irán en 2015.
Alejandro Mayorkas
fue designado para dirigir el Departamento de Seguridad Nacional, nacido en
Cuba en una familia que huyó de la Revolución, se desempeñó como fiscal en
California, y durante el primer mandato de Obama, como director de Servicios de
Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos. Fue subsecretario de Seguridad
Nacional de 2013 a 2016.
Otro cuadro de la
globalización, heredado de la administración Obama, es John Kerry, ex-secretario
de Estado, quien será designado como “Enviado presidencial para el Clima”, para
aportar a la lucha contra el cambio climático; o sea, monitorear el desarrollo
y expansión de las tecnologías alternativas y la “protección del Medio
Ambiente”
En esta breve
introducción, sobre los personajes que en un futuro próximo marcarán con su
política el porvenir de millones de personas, podremos encontrar los rasgos
distintivos de una nueva escalada imperialista, agravada por las circunstancias
políticas y sociales que genera la pandemia del covid-19, que lejos de haberse
superado, prosigue causando muerte y desolación entre los sectores más
vulnerables de las sociedades.
La pandemia generó,
entre todos sus males, una brutal flexibilización laboral a nivel mundial, de
la cual difícilmente se salga; muchos empleos formales, con sus beneficios
sociales, se han perdido definitivamente, entre las pequeñas y mediana
empresas, que también difícilmente vuelvan a abrir sus puertas; lo mismo pasa
con los grandes y medianos negocios.
Toda esa masa
laboral desocupada y la infraestructura sanitaria maltratada por las políticas
neoliberales y mercantilizadas mediante las privatizaciones, caerá con su peso,
sobre los brazos del Estado, que tendrá que responder de manera heroica si no
quiere que su país se convierta en tierra arrasada.
Para esta próxima
etapa globalizadora que se avecina, los Estados tendrán que proteger sus
recursos naturales y el bienestar de sus pueblos, fundamentalmente con
políticas soberanas y con grandes cargas impositivas a los sectores
exportadores de mayor capital y a las grandes transnacionales que explotan las
actividades extractivitas.
Frenar la
especulación financiera de los bancos y controlar la fuga de capitales, y
subsidiar y recuperar las empresas de servicios esenciales para la población.
América Latina,
portadora de las mayores reservas naturales, estará nuevamente en la mira de
los globalizadores, los gobiernos populares como el de Bolivia y Venezuela, que
cuentan con importantes yacimientos de todo tipo de minerales e hidrocarburos
en manos del Estado, serán objeto de acciones desestabilizadoras de distintas
características que los obligaran concentrar recursos tecnológicos y humanos en
la defensa, pues el abanico de agresiones al cual echarán mano “los gendarmes
del mundo” se ha sofisticado, tanto por el avance tecnológico del complejo
militar/industrial, la concentración del poder mediático de manipulación
informativa, como por el deterioro de las relaciones económicas, sociales y
políticas en las diferentes regiones del planeta.
«Sin una gestión
eficaz de nuestros recursos hídricos, corremos el riesgo de intensificar las
disputas entre comunidades y sectores y aumentar las tensiones entre las
naciones», expresaba Antonio Guterres, Secretario General de la Organización de
Naciones Unidas (ONU) [6], anticipando lo que pudiera ocurrir en un futuro no
muy lejano.
Ya, el antecedente
de que el agua cotice en el mercado de futuros de materias primeras de Wall
Street, es una muestra de lo que será la lucha por su apropiación.
Ante esta nueva
circunstancia, las palabras claves son unidad, solidaridad, conciencia y lucha.
Unidad entre las fuerzas nacionalista, populares, de izquierda y progresistas,
contra las corrientes privatizadoras o neoliberales, que en su egoísmo no
dudaran en vender hasta el alma con tal de seguir manteniendo su tasa de
privilegios.
Solidaridad entre
los sectores populares y con los más vulnerables de la sociedad, con una fuerte
presencia del Estado, para acompañar esta transición traumática.
Conciencia, para
enriquecer la discusión política y la generación de cuadros intelectuales,
técnicos y gerenciales para nutrir el recambio generacional, ya que esta
situación tiene alcance estratégico e irá escalando de acuerdo a la resistencia
que los pueblos opongan a las pretensiones expropiatorias del imperialismo.
Lucha, política,
ideológica y cultural para la refundación de Nuestra América y su
transformación en un Abya Yala que refleje la gloria ancestral de nuestros
hermanos nativos, que pudieron construir sociedades con alto nivel tecnológico
con absoluto respeto por la naturaleza, en las que vivían millones de personas.
La crisis del
capitalismo en su fase terminal genera fuerzas retrogradas y reaccionarias
dispuestas a todo con tal de mantener la sobrevivencia de los “autodenominados
más aptos” o de los fanáticos de la doctrina del “Destino Manifiesto” que
invocan… “el cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo
el continente que nos ha sido asignado por la Providencia para el desarrollo
del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que
tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo
pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino” *[7]
Estos fanáticos que
se apoyan en un supuesto “sustento religioso”, por el cual están convencidos de
ser el pueblo elegido por Dios, para sobresalir por sobre los demás, por su
superioridad moral como pueblo; han sido los mayores criminales y saqueadores
de la historia.
En pleno siglo XXI
y con un camino recorrido, que nos ha hecho vivir y sobrevivir a dictaduras y
políticas de hambre y miseria para llegar hasta nuestros días, el desafío que
tenemos por delante, nos obliga a trascender las barreras del sectarismo, el
dogmatismo y el oportunismo, en aras de construir fuerzas poderosas que
resistan ante las pretensiones imperiales.
La globalización,
intentará avasallará la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, la
revolución tecnológica imperial, generará nuevos lazos de dependencia y
transculturización, el intervencionismo militar, retroalimentar su industria
tecnológico/armamentística y la apropiación de los recursos naturales. Sus
políticas financieras ahogar a los estados con créditos usurarios.
Hemos avanzado y
estamos preparados; Cuba, Nicaragua, México y Venezuela han resistido, Bolivia
se ha recuperado, rescatando de las garras golpistas el gobierno popular; en
Perú maduran las posibilidades para el triunfo de un proyecto de unidad popular,
que consagre a un gobierno que defienda la soberanía y enarbole la justicia
social.
Seguiremos dando
batalla en Argentina, Uruguay y Chile, rescataremos Ecuador, Brasil y Paraguay;
afianzaremos la paz con justicia social en Colombia y haremos del ALBA-TCP y de
UNASUR nuestro escudo protector, al cual integraremos a los hermanos del Caribe
y Centroamérica.
Nuestro “Destino
Manifiesto” emana de la voluntad de los pueblos oprimidos, de la solidaridad y
el respeto por la vida en su totalidad y su diversidad de cara al porvenir, sin
pretensiones hegemónicas, ni delirios místicos; porque venimos del hambre, de
la esclavitud, de la sinrazón y de la injusticia; con el corazón generoso y
agradecidos, porque somos conscientes de que la vida vale la pena ser vivida.
Daremos batalla,
seguros de la victoria.
Notas
*[1] Declaración
proporcionada por su oficina de transición.
https://www.nytimes.com/es/2020/11/23/espanol/estados-unidos/nominados-gabinete-biden.html
*[2] https://www.pagina12.com.ar/304393-elecciones-en-estados-unidos-el-gatopardismo-de-biden
*[3]https://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/05/090519_0458_biden_balcanes_gm
*[4]https://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_Estabilizaci%C3%B3n_Econ%C3%B3mica_de_Urgencia_de_2008
*[5]https://www.latimes.com/espanol/politica/articulo/2020-11-23/la-administracion-obama-cantera-del-equipo-de-gobierno-de-biden
*[6]https://www.eluniverso.com/noticias/2020/12/11/nota/8080591/que-significa-que-agua-comience-cotizar-wall-street-cuales-son
*[7]http://sepiensa.org.mx/contenidos/historia_mundo/siglo_xx/eua/destino_man/des_man1a.htm
* Analista Político
del equipo del portal Periodismo Internacional Alternativo (PIA Global)
http://www.noticiaspia.com/2020/12/17/biden-prepara-el-asalto-a-america-latina/
https://www.facebook.com/rotundo.rotundo.12
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