LA LECCIÓN DE SINN FÉIN A
LA DERECHA ESPAÑOLA
DAVID BOLLERO
La derecha en
España tiene mucho que aprender: la democracia continúa siendo su asignatura
pendiente. Mirar a Europa bien podría servirle para abrazar de una vez por
todas la soberanía popular, pero únicamente la mira de soslayo y, por lo
general, para poner el cazo. El modo en que Angela Merkel ha puesto orden para
no aceptar el apoyo de la extrema-derecha en el estado oriental de Turingia o,
más recientemente, la normalidad con la que se asume el triunfo del Sinn Féin
(SF) en las elecciones de Irlanda, hacen que nuestra derecha en España parezca
a nivel internacional lo que internamente hace mucho tiempo que identificamos:
el reducto ultra de todo lo que debiera haber desaparecido ya.
El Sinn Féin, el
que fuera brazo político del IRA, se ha alzado como el vencendor en las
elecciones irlandesas. Se trata de una victoria histórica liderada, además, por
una mujer: Mary Lou McDonald. Será necesario un gobierno de coalición-con los
Verdes y los partidos de izquierda- con una aritmética parlamentaria muy complicada,
pero el varapalo al bipartidismo de Fine Gael y Fianna Fáil es de órdago… Estos
partidos siguen sin entender al pueblo, cuyo voto no les ha sido confiado a
ellos, continuan recelosos del Sinn Féin y destacan razones éticas y políticas
para no pactar con el partido de McDonald.
El voto joven ha
tenido mucho peso en estas elecciones. Por un lado, porque la juventud se
siente abandonada por la clase política, con problemas como la Sanidad o la
vivienda como símbolos de la traición del bipartidismo al pueblo. Por otro,
porque esa juventud se traduce en capacidad de sacudirse de encima prejuicios y
ansias de revanchismo, mirando al Sinn Féin como lo que es en la actualidad: un
partido democrático que pide una oportunidad para gobernar. Eso ha llevado a su
victoria, incluso, en circunscripciones en las que nunca había tenido peso.
Ha sido una carrera
de fondo la del Sinn Féin, consiguiendo su mejor resultado cuando se ha metido
de lleno en los problemas que preocupan al pueblo irlandés, a su día a día. La
unificación con Irlanda del Norte, que es lo que se encuentra en la génesis del
Sinn Féin, prácticamente ni ha aparecido en campaña. De hecho, ni siquiera se
ha hablado demasiado del Brexit.
El paralelismo
entre el Sinn Féin y EH-Bildu es innegable. Cuentan con muchos elementos
parecidos, incluido el intento de marginalización que sufren pese a ser
partidos tan legales como el resto. Sin embargo, al otro lado del Canal de la
Mancha siguen dando lecciones a la derecha española. Allí, durante los años que
viví en Londres tuve oportunidad de asistir al hecho histórico de cómo la reina
Isabel II estrechaba la mano al ex comandante de IRA Martin McGuinness. ¿Se
imaginan algo así entre Felipe VI y Arnaldo Otegi? ¿Se imaginan las reacciones
de la derecha? ¿Implosionarían las cabezas de Arrimadas, Casado y Abascal por
su revanchismo en colisión con su perfil de fan incondicional del Borbón? No
ver una escena así en España es una anomalía democrática y evidencia el camino
que resta por recorrer. Mientras, miren los últimos resultados electorales,
EH-Bildu cuenta con más apoyo popular… por mucho que la derecha continúa
desacreditando al partido.
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