YO TAMBIÉN QUIERO UNA SUBVENCIÓN
Enrique
Arias Vega
Resulta que en España hay un número indeterminado y oneroso de
subvenciones, es decir, de “disposición de fondos púbicos a título gratuito”.
Hasta ahí, muy bien, porque las instituciones públicas deben
atender a otros organismos, colectivos y personas que cumplen determinadas
funciones sociales o, simplemente, necesitan esos fondos para acciones
concretas e inexcusables.
Hasta ahí, pues, correcto, Pasa lo mismo en todos los países
desarrollados y nadie se rasga las vestiduras por ello. Pero, claro, la ley no
fija un concepto preciso de en qué consiste una subvención, aunque, eso sí, es
a fondo perdido y no existe una evaluación posterior de resultados, con lo que
los recipiendarios de la subvención puede haberla destinado a otros fines, a gastársela en el bingo o en ir de
putas y hasta a cometer un crimen organizado.
No es que tal cosa tenga por qué suceder necesariamente, pero no
existe suficiente transparencia de qué ocurre con esos fondos. Transparencia.
¿Les suena la palabra tan de moda y tan equívocamente utilizada por los
políticos?
Pues según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal
existen en España más de 14.000 millones de subvenciones qué no se sabe a dónde
van, para qué se usan realmente y si sus receptores son honrados o unos
sinvergüenzas de tomo y lomo.
Se habla mucho de evasión fiscal en España y se evalúa ésta en
40.000 millones de euros. No es que un mayor control de las subvenciones
solucione ese problema, pero seguro que lo palía, reduce nuestra presión
impositiva y, fundamentalmente, consigue que las subvenciones lleguen a sus
auténticos destinatarios.
Por eso, me permito la ironía de pedir una subvención.
Cualquiera. Con esa falta de rigor en su concesión, uno podría darle un gusto
al cuerpo, tan castigado el pobre por los políticos de toda laya, y de paso
evidenciar que son las instituciones públicas las primeras que piden
transparencia y las últimas en practicarla, para escarnio de los
ciudadanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario