LA MADRE...
DUNIA SANCHEZ
La madre. Sí, soy
la madre. Si lo hubiera educado de otra manera tal vez….tal vez las sombran no
sangrarían en sus ojos perdidos. La madre. Lo veo y una opresión apuñala mi
pecho. De ese pecho del cual mamo cuando era bebe, de ese pecho que lo meció
cuando el sueño no venía a buscarlo, de ese pecho que lo abrigó ante el miedo.
Lo miro y pienso, el no es malo, el no es violento. Sí, soy la madre. La madre
de este muchacho enganchado al alcohol y la droga y ahora buceando en la
oscuridad, en el terror, en la densa niebla. El no se da cuenta con sus hombros
caído, con su mirar de reojo pisoteado por la vergüenza y el temor. Estás
pálido hijo mío, muy delgado, desganado, sin interés por la vida, por otros
carriles que te lleven a la verticalidad de tu respiración opaca, obsoleta. La
madre. A pesar de todo soy su madre, soy su disfraz, soy su máscara. Sí, lo
cubro con un biombo en mis palabras…es que es buen chico, el no es malo, el no
es violento. Solo que los amigos, los abusos que cualquiera sabe qué, la ignorancia
lo ha llevado a un pozo de fango.