¿DE QUÉ TIENE MIEDO CARMEN CALVO?
CRISTINA FALLARÁS
La presidenta de la
Comisión de Igualdad en el Congreso de los Diputados y exvicepresidenta del
Gobierno, Carmen Calvo, en su escaño durante una sesión plenaria. E.P./Jesús
Hellín
Familias que un día descubren que su niño es niña, niñas que un día descubren que no lo son, seres humanos a quienes les resulta imposible situarse en uno de los dos "lados", hombre o mujer. De adolescente conocí a una muchacha en Tarragona que era un muchacho. Creció entre burlas. La trataron siempre en masculino, pese a que su madre la bautizó María y en todos sus documentos era María. Trataron a María siempre en masculino excepto cuando decidió plantarse y decir que era un hombre. Entonces la crueldad pasó a colocarla como mujer, la marimacho del pueblo. Sucedió a principios de los 80.
Ayer, tantísimos
años después, leí en un chat a una madre: "En el cole de A. hay una niña
trans (para el resto del mundo desde segundo de Primaria). Y hoy su madre
lloraba. Una señora 'normal' que se encontró con que su niño era niña y de ahí
ha tenido que transformarse a sí misma y ahora es activista". Me imagino
que ese ha sido un camino dificilísimo. Que tu hijo no responda a lo que el
resto de la sociedad considera "normal" es un trago duro. La crueldad
multiplicada en modelos de conducta, sobre todo en esta sociedad tan de sotana
y rejón todavía, ha obligado a pasar a las personas trans por infiernos
oscuros, esquinas con púas, horrores.
Pienso en eso que
consideran "normal". Qué miedo les da lo que se sale de ahí, y qué
violencia genera ese miedo. Cuando me he enterado de que la ex vicepresidenta
Carmen Calvo no ha votado a favor de la Ley Trans, al contrario de lo que sí ha
hecho el resto de su grupo, me he preguntado sobre cuál es su miedo. No todos
los miedos son iguales. Hay miedos que vienen desde el pasado, otros cuyo aroma
parece llegar del futuro, miedos a ser y a no ser, a perder, a mirarnos a la
cara. Muchos miedos, con sus correspondientes violencias.
Un día una ex
diputada socialista (otra) me insultó en las redes con palabras gruesas por mi
apoyo a la Ley Trans. Después me la encontré en la calle, en una convocatoria
por otras razones, junto a otras compañeras suyas y todas me volvieron la cara.
De esto hace mucho tiempo, todavía no se hablaba de "feminismo
fracturado" y esas tonterías. Pensé ¿de qué tienen miedo? Tardaron poco en
hablar de "borrado de las mujeres" o de que si se te iban a meter
hombres disfrazados de mujer en los baños públicos para agredirte. A mí se me
han metido varias veces hombres en un baño de discoteca, bar o after para
agredirme y nunca han necesitado disfrazarse de nada. En cuanto al borrado,
poca consistencia deberían tener sus alrededores para que ese sea su verdadero
miedo.
No puedo creer que
Carmen Calvo o mujeres como ella, del entorno del PSOE, se tomen en serio esas
ideas. Mucho menos, cuando estamos hablando de derechos humanos, de eliminar
sufrimiento, violencia y crueldad, de procurar una vida más digna y, en
general, mejor a miles de personas. No, no lo puedo creer. Así que su miedo, el
que les lleva a oponerse a la Ley Trans, debe de venir de otro lugar. No quiero
ni pensarlo.
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