“A GOLPE DE BOE” VS “GOLPE EN EL TC”
En
ausencia de políticos de izquierdas que apuesten por la beligerancia
democrática, y que no se sumen a la polarización, las opciones iliberales, que
precisan tan poca inteligencia y formalidad, tienen el éxito garantizado
GUILLEM MARTÍNEZ
Alberto Núñez Feijóo, durante el pleno del
Senado
del pasado día 20 de diciembre.
1- Lo chulo de explicar las cosas con sencillez y lentitud es que resultan ser otra cosa. Por lo general, más complicadas y veloces. Sucede eso si te explicas con sencillez y lentitud un beso. Y, por lo mismo, si te explicas lo contrario a un beso. Lo del TC de esta semana.
2- El lunes 19D se reunió (lo que queda del) TC, un grupo de personas seleccionadas, no a partir de su formación, sino de su fidelidad. De manera que, para disimularlo, hablan raro. Chomsky, al analizar los trazos propagandísticos del Estado, denomina a esa cháchara técnica e incomprensible, precisamente, mediocridad. Sobre la mediocridad chomskiana: cuando un abogado, un economista o un vendedor de crecepelo hablan raro, es que, normalmente, mienten.
3- Ya que vamos
lentos, les endiño, en otro orden de cosas, dos metáforas sobre ese extraño
grupo humano llamado TC. Metáfora a) Enrique Arnaldo, autor del papelito en el
que se evaluaría –favorablemente– las peticiones del PP para ese día, accedió
al cargo gracias a su amistad con el extinto Pablo Casado, cuando Casado era
poseedor de una incipiente carrera política, si bien carecía de una carrera
universitaria finalizada. Arnaldo fue un personaje clave en la solución de ese
problema, gracias a un ascenso auspiciado por Esperanza Aguirre –la también
ascendedora de Casado, y la persona que dejó claro a Casado la necesidad de
tener una titulación rapidita–. Arnaldo fue, así, el gran jefe indio del centro
en el que Casado, el Stephen Hawking español, aprobó, en cuatro meses, 12
asignaturas. Posteriormente, Arnaldo fue un gran ideólogo de la URJC,
institución que regala conocimiento a espuertas y, más concretamente y en su
día, un máster a Casado. En otros negocios, por hacer favores se te da la
gestión de un casino en Las Vegas. En el de Aguirre o Casado, un estanco en el
TC. El TC es, me temo, eso. Debería de ser el punto de reunión de los mejores.
Pero el drama es que lo es. Están los mejores. En lo suyo.
Incurrieron en una
falta muy grave cuando los dos pollos caducados participaron en la votación.
Este hecho puede invalidar la votación del conjunto
4- Metáfora b) En
el orden del día del TC estaba la admisión o no de las cautelarísimas
solicitadas por el PP. Que, de hecho, ya estaban admitidas tácitamente desde la
semana pasada, cuando se pospuso la decisión al lunes 19D. Con ello se le dio
vidilla al asunto, en vez de quitársela de cuajo, en tanto que, desde 1985,
estaba derogado el recurso previo de inconstitucionalidad. Que es lo que ahora
rogaba el PP. El sector progresista, que había podido retrasar el segundo y
tercer acto de lo planteado la semana pasada, aún podría haber hecho algo al
respecto. Pirarse. A comprar los turrones, por ejemplo. Y dejar con ello al TC
sin el quórum necesario de ocho gatos, hasta después del jueves 21D, de manera
que el Senado no se hubiera visto chuleado por el TC, y el PP hubiera tenido la
oportunidad de recurrir una ley al TC por pecado de obra, que no de
pensamiento. Pero el sector progresista no lo hizo, sino que, con su presencia,
convirtió una ilegalidad en algo más nebuloso y cool. Lo que explica el sector
progresista. Son otros Arnaldos que deben devolver otros favores. Lo que puede nublar
la capacidad intelectual, y la ética, de los magistrados, antes lectores de
favores que lectores de lo contrario a un favor: derechos. Un ejemplo de la
degeneración que implica sustituir la meritocracia por el favoreo: un pleno de
mayoría progresista fue el autor, en 2010, de la primera gran aberración
paralegal que moduló el inicio formal de este largo final de Régimen: la
sentencia al Estatut, que convirtió al TC en una de esas pelis del Oeste con
juez chungo.
5- Lo que nos lleva
a meditar, hermanos, sobre este fin de Régimen. No se debe, por ejemplo, a que
haya instituciones que no se renuevan. Se debe a que hay instituciones,
previamente desprestigiadas y pobladas de lo que Marlon Brando, en Apocalypse
Now, denominaba “chicos de los recados”, que van y encima no se renuevan con
otros chicos/as de los recados. La ausencia de renovación de un biotopo
degenerado viene a ser, incluso, lo menos importante en un biotopo degenerado.
Como podrán comprender si observan la FIFA.
6- El pleno del TC
duró lo que dura un Consejo de los EntsZzzz, esos personajes de Tolkien que
hablan en modo punto 2. Lo que nos remite al punto 2. Mucho más si pensamos
que, en el momento en el que escribo estas líneas, el TC aún no ha facilitado
al mundo la doctrina en la que basó sus decisiones, lo que dificulta a)
recurrir formalmente ante el TC y b) no reírse cuando uno piensa en ello. Por
lo que ha trascendido, el TC discutió dividido en dos bloques, que se acusaron
mutuamente –sic– de golpismo, como en un programa de la tele –se dice rápido–.
Por lo demás, se realizaron cuatro votaciones –sobre la urgencia de la cosa, la
admisión a trámite de la cosa, la recusación de dos magistrados y la solemne
proclamación de las cautelarísimas–. En todo ello, incurrieron en una –otra– falta
muy grave cuando, en el trance de votar la recusación de dos cargos caducados
–el TC admite carne caducada en un grado e intensidad que no lo admitiría un
restaurante de Pesadilla en la cocina–, los dos pollos caducados y sensibles de
ser recusados participaron en la votación, alegremente, cuando el art. 210.10
de la Ley Orgánica del Poder Judicial, pero también la ética más básica, les
obligaba a abstenerse en esa votación. Este solo hecho puede invalidar la
votación del conjunto. Es más, el hecho puede, y debe, ser llevado al TEDH. Y,
parece ser, nadie lo va a hacer.
El TC completó la
solicitud del grupo PP, con demandas que el PP no había solicitado. La lógica
del favor volvía a brillar sobre la lógica de los derechos
7- Ese grupo de
grandes ideólogos, desprecintó, zas, la posibilidad iliberal de aplazar un
pleno del Legislativo. Y lo hicieron a lo bruto, de manera que no pareció un
accidente, al punto de suspender la sesión del jueves 22D en el Senado, cuando
lo que la petición del PP solicitaba era la suspensión del pleno del Congreso
de la semana pasada. Es decir, el TC completó la solicitud del grupo PP, con
demandas que el PP no había solicitado. La lógica del favor volvía a brillar
sobre la lógica de los derechos.
8- Importante, el
grueso de la maratón de votaciones del TC fueron ganadas o perdidas –según el
punto de vista, claro– por un voto. Ese voto es la metáfora de lo que está
sucediendo en sociedades ya perdidas. Es lo que sucede en las elecciones de
Brasil, de USA, en el referéndum chileno… La polarización. Esa fase ajena a la
política, a la inteligencia, a principios humanísticos, en la que la crispación
se lo come todo con patatas. Las sociedades separadas por un voto –da igual si
a favor o en contra de algo, da igual su ideología– es el objetivo de la nueva
extrema derecha. No necesitan más. No precisan dominar la sociedad. Solo su
50%. O menos. Lo está consiguiendo allí donde las izquierdas fallan, y aceptan
y ofrecen la polarización, también con naturalidad. Allí, en fin, donde las
izquierdas carecen de discurso regenerativo o/y participan de la polarización,
o incluso la desean, es su discurso.
9- Inmediatamente,
se produjeron discursos institucionales. Llamando a la tranquilidad. Lo que, en
principio, está bien. El PP, que acababa de acometer un experimento iliberal,
apoyado y jaleado por medios de comunicación, podía –puede– acusar de golpista
a cualquier resistencia a esa iliberalidad. En ese sentido, hay que ser astuto
en las respuestas. El discurso del presidente del Senado fue el más beligerante
y, diría, acertado/astuto. Asumía un combate entre poderes, en el que el
Judicial había emitido una legalidad cuestionable, y planteaba resistencia
cívica, a través de un recurso ante el TC –el miércoles 21D, el TC, en otra
reunión Ent, despachó la petición del Senado–. El de la presidenta del
Congreso, carecía de electricidad alguna, y describía muy técnicamente, en modo
punto 2, lo sucedido. Sánchez, al día siguiente, se sumó a las declaraciones
desde cierta moderación y cierto tránsito hacia tonos y temas nuevos. El grupo
parlamentario UP emitió el solemne anuncio de que llevaría la falta de
imparcialidad de los jueces al TJUE. Donde, por cierto, si eso se hace, el TJUE
sobreseiría el asunto, pues el TC, en su toma de decisiones, no ha entrado en
colisión con el derecho europeo. Se debería remitir la cosa, me dicen, al TEDH.
No saber eso, no disponer de un grupo en el que se pueda consultar eso, explica
en parte lo que ha pasado, lo que pasó la semana pasada, lo que ha supuesto
este éxito, iliberal y por todo lo alto, del PP.
La judicialización
del procés debía de producirse. Pero no con el escaso rigor con el que se ha
hecho, dando un sopapo a los movimiento sociales en toda la cara
10- La semana
pasada se emitieron enmiendas como para una boda. Y, esto es importante, con
una altísima falta de técnica legislativa por parte de los partidos
gubernamentales –todos–, que afectaron a la Ley del sí es sí, a la reforma del
Código Penal, y a las pretendidas reformas en el CGPJ y en el TC. El fin de la
judicialización del procés debía de producirse y corregirse, sin duda. Pero,
también sin duda, no con el escaso rigor con el que se ha hecho, ampliando los
delitos de manifestación, creando nuevos, dando un sopapo a los movimiento
sociales en toda la cara. Y sin que los autores de estos cambios legales
restrictivos fueran, aparentemente, conscientes de ello. Los cambios en la
malversación son, a su vez, una ventana de oportunidad para la libertad de
delincuentes políticos, y para una difícil condena a corruptos de un mañana que
ya ha llegado. Los políticos que han participado en este tute deberían dar
explicaciones a su sociedad. Y, sin duda, desaparecer de la política
posteriormente. Y también deberían explicar dónde estaban los letrados, los
legisladores, los chicos listos, cuando se redactaba todo esto. ¿En qué
proyecto gubernamental estaban cuando dejaron abandonado y a su suerte todo
este pack de enmiendas? ¿Estarían en modo
planificar-la-entrega-de-fondos-europeos? ¿Para quién? ¿Con qué lógica?
11- En la
democracia española no ha habido grandes ministros comprometidos con amplios
cambios sociales puntuales, grandotes y efectivos. De la segunda mitad del
siglo XX se me ocurren Paco Ordóñez, autor de la Ley del IRPF original –era
buena–, y de la Ley del divorcio –era necesaria–. O Ernest Lluch, que llevó a
cabo la universalidad efectiva, no de palique y en modo ZP, de la Seguridad
Social. Antes de ello, Frederica Montseny construyó una Ley del aborto buena y
razonable, y Juan García Oliver, eliminó, zas, los antecedente penales, y creó
un modelo penitenciario sin cárceles. García Oliver es el autor de una
sentencia importante, que explica la labor de un gobierno progresista. Ahí va:
“La anarquía” –él era anarquista; sustituyan ese palabro por palabros del XXI;
por feminismo, o por libertad, o por educación, o por sanidad, opor Justicia, o
por Derechos, o por anarquía– “se construye a golpe de BOE”.
12- La semana
pasada se construyó poco o nada a golpe de BOE. Salvo aquello que, gracias a la
ausencia de inteligencia, permitió edificar al PP una extrema derecha 2.0, esa
cosa que no necesita inteligencia alguna para edificar, como se comprende al
meditar en el TC.
13- Dicho lo cual,
el problema de los puntos sobre cambios en el CGPJ y en el TC, integrados como
enmiendas en el pack de enmiendas salvajes que debía votar el Senado el 22D,
tiene solución. Tan solo hay que hacer una ley con todo eso. Y ponerle un
nombre –yo proponga Solo en Casa III, que es pegadizo–. Que recorra el
recorrido habitual –Consejo de EstadoZzzzz, CGPJZzzzz…–, y que posibilite
cierta renovación efectiva en el TC en un par de meses. Se podría haber
iniciado ese recorrido, anunciado el 21D, el lunes 19D por la mañana, cuando ya
se sabía de qué iba el TC. No se soluciona con ello, no obstante, el carácter
inoperante del TC, pero veríamos gente nueva, lo que es el gran divertimento en
los geriátricos.
El TC, un organismo
con un sistema de designación reformable, no es reformable más allá de eso. Es
otra institución muerta
14- Lo que nos
lleva a tratar al TC como un ent(e) insolucionable. Metáfora de todo ello: mi
agenda, por ejemplo, está llena de personas sexis e interesantes. Algunas son
periodistas, otras, pongamos, políticos. Conforme pasa el tiempo, acabo viendo
a mis agendados periodistas triunfando, comiéndose el mundo. Y a mis agendados
políticos siendo ministros. Pero eso nunca pasa con mis amigos juristas. Siendo
en algunos casos los mejores juristas que hay por aquí abajo, nunca jamás podrán
entrar en el TC, pues exceden la inteligencia, la ética, el conocimiento y la
libertad y el compromiso personal que el cargo, tal y como ha quedado,
requiere.
15- El TC, un
organismo con un sistema de designación reformable, no es reformable más allá
de eso. Es otra institución muerta. Ya hay tantas que la reforma constitucional
se está haciendo sola, con lápidas. Es más, me parece que la están haciendo,
tácitamente, en instituciones muertas, como el TC. En ausencia de políticos de
izquierdas que apuesten por la beligerancia democrática, y que no se sumen a la
polarización –ese pelotazo, ese éxito seguro, esa nada–, las opciones
iliberales, que precisan tan poca inteligencia y formalidad, tienen el éxito
garantizado.
16- El PP, no
obstante, tiene un problema. Ha acabado de arruinar el TC en modo
superproducción para, simplemente, evitar que una reforma anecdótica se cuele
por la vía de la enmienda. Ha bombardeado Polonia, para luego no invadirla. Sí,
vale, lo que ha hecho es un aviso. Comunica que el CGPJ y el TC son suyos y,
por lo mismo, irrenovables. Lo que sigue siendo poco, para tanta coreografía.
Sin valorarlo, han comunicado a Europa su carácter iliberal, a cambio de algo
que ya tenían. El control de la Justicia y del TC. Lo que es, por tanto, muy
poco, y a un precio que puede llegar a ser muy alto.
17- Hasta la
próxima. No se pierdan el discurso del rey del sabadete. Esto no es 2017, no
manda PP y, todo apunta a ello, no le dejarán decir nada. Por lo que igual
acaba explicando el chiste del búho, o una receta de canelones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario