CÓMO TRIUNFA PALESTINA EN EL MUNDIAL
DE CATAR 2022 SIN JUGAR
DIMA KHATIB
Los aficionados de
Túnez sostienen una pancarta de Palestina libre durante el partido de fútbol
del Grupo D de la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022 entre Túnez y Australia en
el estadio al Janoub. Foto: Jonathan Brady/PA Cable/dpa
Entre las tantas banderas marroquíes y españolas presentes en el estadio de la Ciudad Educativa en Doha donde se realizó el partido España-Marruecos el pasado 6 de diciembre, se podrían ver muchas banderas palestinas. Y luego apareció la bandera palestina al final del partido en la foto oficial del equipo ganador en la cancha. Pasó exactamente lo mismo en el partido Marruecos-Portugal unos días más tarde.
¿Pero por qué los jugadores del equipo nacional de Marruecos escogerían la bandera de otro país para celebrar su victoria, sobre todo después de que Marruecos se haya convertido en un aliado político de Israel?
No fueron los únicos jugadores en
hacerlo en este mundial. Otros jugadores de equipos árabes hicieron lo mismo.
Palestina ha sido desde temprano en el torneo un ganador inesperado, ganando en
los corazones de la gente en este gran evento, seguido por miles de millones de
personas.
En cada uno de los partidos del
mundial, las banderas palestinas han penetrado entre todas las otras banderas
como ninguna otra bandera de un país que no juega el torneo, además de
brazaletes palestinos, gritos de "Palestina Libre" en los estadios,
en las zonas de fanáticos, en las calles de Doha y en redes sociales la
presencia de Palestina en este mundial ha sido tan contundente que algunos medios
de comunicación llegaron a hacer referencia a Palestina, simbólicamente, como
el equipo 33, además de los 32 calificados.
Pero
la selección palestina no está jugando.
Obviamente, la Copa del Mundo es
mucho más que un evento deportivo. Es una gran congregación de personas del
mundo entero que vienen a compartir su pasión por el fútbol y celebrar la
diversidad y la solidaridad humana. La edición de este año de la Copa Mundial
es la primera que se celebra en un país árabe y musulmán. Por lo tanto, ha sido
accesible (geográfica, logística y culturalmente) para la gente de la región,
más que cualquier mundial anterior. También ha dado a esta región un espacio
inédito para reunirse en grandes nombres sin el temor habitual a la represión
política. Como resultado, Palestina ha tomado automáticamente el centro del
escenario, uniendo a pueblos de la región en una atmósfera alegre y de
celebración.
En este raro momento árabe de vox
populi, apoyar a Palestina parece ser una expresión sencilla de libertad, un
símbolo de resistencia no solo contra la ocupación de Palestina y la represión
contra los palestinos, sino también contra el orden neocolonial de los
regímenes árabes represivos, especialmente contra aquellos que han normalizado
sus relaciones con Israel, en contra de la voluntad de sus pueblos. Es un
momento que trae recuerdos de momentos poderosos vividos durante los intentos
de revoluciones árabes hace más de una década, cuando los árabes también
enarbolaron la bandera palestina y gritaron "Palestina libre" junto
con sus demandas de libertad y dignidad. En ese sentido, la bandera palestina
termina siendo una expresión de la agencia política árabe.
Hay banderas gigantes en muchos
partidos que se trasladan entre la gente. En el partido Túnez-Francia, un
aficionado tunecino izando la bandera palestina corrió al campo e dio vueltas
en el aire antes de ser escoltado a la fuerza por seguridad; la gente en la
audiencia gritaba "¡Falastin, Falastin!" (árabe para Palestina).
También se ha visto a hinchas marroquíes celebrando en el icónico Souq Waqif de
Doha, cantando el famoso canto de Rajawi (un club de fútbol):
Nuestro corazón está triste por
ti.
Nuestros ojos han estado llorando
por ti durante años,
Oh amada Palestina ¿Dónde están
los árabes, están durmiendo?
Oh, el más hermoso de todos los
países, resiste
Que Dios te proteja...
En varios partidos también se han
izado banderas palestinas en el minuto 48, acompañadas de cantos
pro-palestinos, para recordarle al mundo la Nakba (catástrofe) del año 1948
cuando cientos de miles de palestinos fueron desposeídos y convertidos en
refugiados de por vida.
"Palestina libre, Palestina
libre", se escuchó corear a los hinchas brasileños en el metro de Doha,
mientras se dirigían a su partido contra Camerún. Lo interesante es que también
los hinchas de Camerún llevaban una bandera palestina en el estadio.
Aficionados de todo el mundo han estado felices de aceptar y ondear banderas
palestinas regaladas por voluntarios en las calles de Doha.
Israel presente y rechazado
Periodistas y ciudadanos
israelíes pudieron asistir de forma excepcional al mundial por los requisitos
de la FIFA, aunque Israel y Qatar no tienen relaciones diplomáticas formales.
Es probable que el gobierno israelí haya pensado que el torneo sería una
oportunidad sin precedente para tratar de demostrar que es capaz de existir en
la región con los otros pueblos, de manera natural. Pues resultó que no.
Los fanáticos han rechazado
abrumadoramente a los medios israelíes. Docenas de videos virales han circulado
en redes sociales mostrando a israelíes tratando de hablar con gente común y
corriente en las calles de la capital catarí, y no lo lograron para nada.
Libaneses, saudíes, marroquíes, egipcios, jordanos, cataríes, yemenitas, tunecinos,
palestinos, pero también japoneses, brasileños, iraníes y hasta ingleses han
sido captados por las cámaras negándose rotundamente a participar en
conversaciones con israelíes, o tratando de pararse detrás de los reporteros
israelís durante sus grabaciones o su transmisión en vivo con banderas
palestinas.
"No te damos la bienvenida
aquí", le dice un fanático de Arabia Saudita a un periodista israelí en un
video. En otro video, algunos hinchas ingleses se alinean detrás de un
reportero israelí, uno de ellos de repente le sorprende diciendo: "¡Pero
lo más importante es Palestiiin libre!" antes de alejarse. (Dice
Palestiiin en inglés en vez de Palestine para acercarse de la pronunciación
árabe)
Les fue tan mal a los medios
israelíes que algunos de sus reporteros comenzaron a fingir que eran de otros
países, como Portugal, Alemania y Ecuador. Otros continuaron intentándolo.
"Tenemos paz, ¿eh? Habeís
firmado la paz, habeís firmado el acuerdo de paz", imploró un periodista
israelí, tratando desesperadamente de convencer a los fanáticos marroquíes de
que hablaran con él, mientras se alejaban, gritando: "Palestina, no
Israel".
De hecho, en 2020, Marruecos,
junto con Baréin, Emiratos Árabes Unidos y Sudán, firmaron acuerdos para
normalizar las relaciones diplomáticas. Eso permitió a los israelíes viajar a
estos países y sobre todo a los Emiratos Árabes Unidos, donde tuvieron una muy
cálida recepción. Esta experiencia pudo haberles hecho pensar, erróneamente,
que serían bienvenidos en la región, pero ese no es el caso. Quizás no sabían
que en Emiratos no está permitido expresar ninguna opinión diferente a la del
gobierno y nadie se atrevería a mostrar lo que realmente piensa.
La prensa israelí terminó
reconociendo tras los incidentes de rechazo popular a los periodistas israelíes
que los esfuerzos de normalización no resultaron tan exitosos como han sido
presentados al público israelí por los políticos.
Los pueblos árabes siempre lo
sabían: la normalización y los acuerdos de paz solo son válidos en papel con
gobiernos que no representan a sus pueblos. Sus corazones permanecen con
Palestina hasta que los palestinos sean libres, lo que sucederá solo cuando el
resto de la región también sea libre. La supervivencia del estado israelí (que
se presenta hacia Occidente como "la única democracia regional")
depende esencialmente de regímenes dictatoriales antidemocráticos que hacen
oídos sordos a las voces de su gente en todo lo relacionado con la libertad,
incluida Palestina.
Boicot
exitoso
Los videos virales de las
desventuras israelíes en la Copa del Mundo retrocedieron. Diplomáticos
israelíes expresaron su descontento con la forma en que se trató a los
ciudadanos israelíes y pidieron a la FIFA y a Catar que garantizaran la
seguridad y la comodidad de sus periodistas. También ha pedido Israel a la FIFA
que castigara a la selección de Marruecos por haber izado la bandera palestina.
Hay que recordar que las autoridades Israelíes prohíben de facto la bandera
palestina en lugares como Jerusalén e usan la fuerza para bajar cualquier
bandera e arrestar a los que la icen, aunque no esté prohibido por ley ni
escrito en ninguna parte que eso sea ilegal.
Las quejas de los medios
israelíes han sido recibidas con burla por muchos árabes, y algunos señalan la
larga lista de periodistas palestinos que Israel ha maltratado, arrestado y
asesinado, incluida la famosa periodistas de Al Jazeera, Shireen Abu Akleh,
asesinada en mayo 2022, cuyo ataúd fue atacado por las fuerzas israelíes
precisamente por el tema de la bandera. Su retrato también se pudo ver en el
torneo.
Esta fuerte presencia palestina
ha servido como un recordatorio de que la situación en Palestina es intolerable
y no puede ser ignorada. A medida que avanzan los equipos o se eliminaban, los
palestinos están siendo asesinados, desplazados, deportados, intimidados y
arrestados sin ninguna solución en el horizonte. Ya van más de 20 palestinos
asesinados por Israel desde el comienzo del mundial, es decir en promedio uno
por día. Mientras tanto, una coalición de partidos de extrema derecha estará
formando el gobierno israelí en los próximos días en un ambiente político cada
vez más cargado de racismo institucional y normalizado contra los palestinos,
patrocinado por el poder político. Varios aliados de Israel como EEUU y la Unión
Europea ya han expresado su inquietud hacia el nuevo gobierno.
Mientras que Ucrania y sus
seguidores lograron que la FIFA y la UEFA (Unión de Asociaciones Europeas de
Fútbol) suspendieran a la selección y los clubes de fútbol rusos de competir en
sus torneos por la agresión rusa, los esfuerzos palestinos para obtener el
mismo trato para Israel -por su ocupación ilegal según la ley internacional- de
tierras palestinas, han fracasado hasta ahora. Sin embargo, los palestinos y
sus aliados han logrado que este boicot se llevase a cabo en el mayor evento
mundial a su manera: desde abajo hacia arriba. Si bien queda por ver qué fruto
político traerá esta poderosa muestra de solidaridad, lo que quedará grabado en
la memoria de los que asistieron a esta Copa del Mundo es definitivamente una
victoria histórica contundente: Palestina 1, Israel: 0
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